Un "viernes sangriento"

Alianza Lima 2 - 2 Carlos Mannucci

Alianza Lima se asemeja a un adolescente rebelde que a pesar de saber que comete errores insiste en seguir por el mismo camino. Actualmente somos el quinto equipo del año al que le han encajado más goles y dentro de esa lista se encuentran los equipos que pelean el descenso. Nosotros estamos disputando el campeonato pero, ¿cómo es posible que un conjunto con un bajo nivel defensivo esté luchando los primeros lugares?, pues la otra cara de la moneda es que somos uno de los equipos más goleadores del año. Sí, así de volubles y raros somos, como un adolescente rebelde.

Joazhiño Arroé en disputa del balón con Benjamin Ubierna (Foto: Depor)

Escribe: Luis Ciudad (@luisciudad3)

Ficha del partido

Así los vi

Viernes por la noche. El elenco blanquiazul recibía a Carlos Mannucci en casa, con su gente, con su música, con su sabor, esperando que en un par de horas todos los hinchas busquemos la tabla de posiciones y divisemos a Alianza como único puntero.

El juez principal, Micke Palomino, dio el pitazo inicial y Alianza salió decidido a llevarse los tres puntos. Federico Rodríguez tuvo la primera ocasión de gol con un testazo a los cinco minutos pero salió desviado por encima del arco que defendía Manuel Heredia. A los pocos minutos la pelota parada le daría el primer grito de gol a Aldair Fuentes tras una buena ejecución de Joazhiño Arroé.

Todo Matute empezaba a "sonreír" pues el gol aliviaba y quitaba la ansiedad de convertir. Alianza fue por más y a los catorce minutos tras una serie de rebotes en el área rival, Federico Rodríguez marcaba el segundo gol (el tercero que anota de forma consecutiva) y la felicidad era desbordante para el público que se dio cita al coloso victoriano. Hasta ese momento todo era alegría, sin embargo como si fuera una obra de teatro de temporada, la escena estaba a punto de repetirse como en fechas anteriores. Estábamos dos goles arriba en el marcador pero en lugar de ponernos tranquilos también nos recordaba que en más de tres ocasiones nos habían empatado tanto de local como de visita.

Precisamente esa parte de la "obra" que no deseábamos repetir se haría realidad tres minutos después con el descuento de Osnar Noronha que encontró a un Pedro Gallese con las manos flojas y que finalmente permitiría el tanto "carlista". Los fantasmas nuevamente iban apareciendo y Mannucci se asentaba cada vez más en el campo. Pablo Peirano, entrenador visitante, no se conformaba con el descuento y apostaba por el empate con movilidad, dinámica, individualidad de sus delanteros y extremos que volvían a desnudar a la defensa que tenía a Gonzalo Godoy y Aldair Salazar sus puntos más críticos. Realmente, sin menospreciar al rival, no podíamos hacerle frente a los embistes de un equipo que se encuentra en las últimas posiciones del acumulado, tal como nos pasó con Piratas y UTC en Cajamarca.

Terminó el primer tiempo con la sensación de que se encontraba más cerca el empate que el tercer gol de los íntimos. Y así pasó. A los dos minutos de haber iniciado la parte final, una gran contra que agarró muy mal parada a la línea de fondo permitió el buen gol de Joao Villamarín. La velocidad de los atacantes trujillanos desdibujó la tardía reacción de los zagueros aliancistas. Se repetía aquel marcador que ha sido la bestia negra del año para los blanquiazules.

Más que perder dos puntos, puede que hayamos perdido el campeonato

Después que se concretara la paridad, todos pensábamos que Alianza reaccionaría e iría por el triunfo, sin embargo a veces puede más el fútbol que las ganas. Carlos Mannucci parecía local, continuaba dominando el encuentro mientras que los nuestros estaban totalmente inconexos, todas las líneas muy distanciadas, éramos previsibles, buscábamos centros por el lado de Arroé que hizo su mejor intento pero nunca tuvo la fortuna de encontrar bien posicionados a los delanteros.

Pasaban los minutos y la ansiedad se iba apoderando del conjunto morado. Nunca se entendieron los cambios. Alianza jugaba al pelotazo y Mannucci jugaba con nuestra desesperación, aquella que venimos sufriendo desde hace muchos partidos y que no mostramos si quiera algún indicio de pretender cambiar.

Terminó el encuentro y con él la posibilidad de estar como únicos punteros superando al "equipo del frente". Sin duda así ganemos, empatemos o perdamos, siempre terminamos renegando y así será mientras que sigamos con el mismo entrenador a quien le agradezco el campeonato de hace dos años pero que ésta debe ser su última etapa como estratega íntimo.

Próxima fecha

Luego de una seguidilla de encuentros que no salíamos de Lima, nos toca visitar a Melgar en Arequipa. Un rival siempre complicado que a pesar de no atravesar su mejor momento, puede complicar y más aún a Alianza que viene disparándose los pies.

¡Arriba Alianza!