La alegría nos pertenece


Alianza Lima apeló al corazón para ganar, y sacó tres puntos vitales de la UNSA ante un rival que desnudó (otra vez) nuestras falencias defensivas. Con un libreto repetido hasta el hartazgo, afrontamos una de las tantas finales que nos queda con dos semblantes diferentes para cada tiempo.

Una crónica de Fernando Cuadros (@danubioazulado)

Imagen
Corazón para ganar. Foto: Club Alianza Lima
Ficha del partido



Así los vi

Con Bengoechea en el banco hacemos de lo difícil, lo más bello. Y de lo simple, un martirio. El estratega mandó cinco al fondo, cuatro mediocampistas y un solo punta.

Interpreté la sobrepoblación defensiva como un guiño a las viejas gestas en las que el lado más puritano del aliancismo prefirió haber perdido porque se jugó terrible (¿Ven que esas cosas nunca pasan?).

Grave error. Regalamos un tiempo y parte del segundo. Digo esto porque en los dos goles que recibimos, bastaron que tres rivales se turnen el balón para vulnerar el arco de un Gallese al que no reconozco cuando se calza la gloriosa, aunque celebro el mano a mano que le ganó a Cuesta.

Lo poco que generamos antes del envión anímico del descuento, puede resumirse en los repuntes de Quevedo, tanto por banda como por el medio. De ahí, éramos un equipo sin vida. Federico era fácilmente neutralizado por los zagueros rojinegros y las veces que lo buscaban por arriba, los centros eran una mentada de madre a las alegrías que nos dieron los bochazos.
Quevedo lideró el ataque íntimo. Foto: El Comercio

Alguna íbamos a tener, y apelamos al corazón. Federico sacó una ligera ventaja a su marcador, quien lo derribó dentro del área en una jugada polémica, que a criterio del juez, fue penal. El pelado fusiló el arco de Cáceda con cierta dosis de desahuevina. Ahora jugábamos otro partido.

El empate llegó poco después, pegado al libreto de los tiros de esquina: Manzaneda acaricia la pelota, Cuba le gana el salto a tres rivales y la peina para el palo más lejano, donde Quevedo solo tuvo que empujarla. Ya estábamos locos.

Ahí no acabaría. El Profesor mandó a Joazinho para jugar los últimos minutos, en los que inclinamos la cancha a nuestro favor. Como un espejismo de la angustia que nos invadió aquella tarde del 2013, cuando Aguirre definió ante Butrón y el palo nos arrebató la sonrisa, en esta oportunidad Arroé puso las cosas en su sitio: toque sutil y a celebrar. Nos pusimos más locos.

Abrazo del alma. Foto: El Comercio

La Alianza de Bengoechea es impredecible. De ganar partidos con goles de antaño, como el de cachito a Viana en 2017 o de aguantar la mínima diferencia con el corazón entre los dientes porque sí, espero que este retorno a la victoria deje de distanciarnos por el método. A estas alturas del ruedo, pienso que el espectáculo es ganar y debemos defender el liderato del Clausura cueste lo que cueste.

Próxima fecha

Recibimos a Alianza Universidad. Sería un error creer que ya lo ganamos. Cada noventa minutos se escriben diversas historias, y confío en que la gente acudirá en masa a Matute. Solo queda pelear hasta la victoria, siempre. 

Hincapié: Me tomo la libertad de saludar a las íntimas que dejaron la vida en la final de la Zona Lima. Con el tiempo, veremos cómo el balón rueda y no solo lo pisa un género. Alianza Lima somos todos. 


Actualización: Escucha nuestro análisis extendido de este partido en 'El Podcast Íntimo'.

La alegría nos pertenece La alegría nos pertenece Reviewed by Blog Íntimo on octubre 28, 2019 Rating: 5

1 comentario:

  1. Porque 'Esto es futbol' y Bengoechea nos enseño que los partidos no se ganan solo con toque bonito, paredes y huachas, se gana tambien (y de que forma) a la uruguaya. No se ustedes pero no recuerdo haberme emocionado tanto (hasta las lagrimas) con las generaciones gambeteadoras de antaño. Pero esa volteada ante la San Martin en el 2017 (que nos conduciria al titulo a la postre), esta remontada en Arequipa, necesitaron pañuelos para secar la emocion de mi rostro. Victorias hazañosas, victorias del Bengo, victorias con puños cerrados apuntando el cielo, victorias grones, y que viva el futbol, porque el espectaculo es ganar! ARRIBA AL!!!

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