Tiro de gracia | Cantolao 1 - Alianza Lima 0

Academia Cantolao 1 - Alianza Lima 0

Dos partidos ganados y sus seis puntos sumados nos hicieron pensar que podíamos empezar a levantar cabeza. Un partido empatado y sus dos puntos perdidos nos mostraron que, en realidad, seguíamos deambulando en la irregularidad. Y tuvo que llegar Cantolao, con su equipo modesto, con su trabajo humilde, con su orden obrero, para hacernos caer en cuenta que nuestros problemas trascienden al meramente futbolístico, para desnudar nuestras muchas falencias, para sumirnos, ya bien adentrados en octubre morado, en la desesperanza de saber que lo hicimos todo mal esta temporada. El tiro libre de Tajima grafica todos los pecados de este Alianza. El tiro libre con que el delfín nos derrotó con lo justo fue nuestro tiro de gracia.

Escribe: Redacción EBI

Una imagen, múltiples yerros

Ficha técnica

Así los vimos

En los primeros minutos Alianza tomó las riendas del partido. Estaba obligado, claro. Imperaba seguir escalando en la tabla, confirmarnos en el bloque de arriba con miras al acumulado. Pero nuestros intentos terminaron siempre en tres cuartos de cancha, se frustraron siempre en la puerta del área, no llegaron a generar real peligro. Y así, promediado el primer tiempo, Cantolao ya había equilibrado las acciones, a sus defensas no les costó demasiado superar a nuestros puntas y a sus medios menos aun conectar con su ataque. Tampoco inquietaron demasiado a Espinoza, pero lograron llevar el partido al medio campo y en este todo fue roce, golpe, falta y sanción arbitral. Una primera mitad muy friccionada en la que los laboriosos Solís y Castillo desaparecieron al desdeñoso Ascues y al errático Cornejo, en la que el voluntarioso Tajima se las arregló para maltraer al frustrado Ballón. Atrás, Quijada cada vez más deslucido y los laterales intrascendentes, hicieron del empeñoso Montoya lo más rescatable. Adelante, Gómez perdido como ya es costumbre y Mora inusualmente oscurecido, catapultaron a Rubio, aguantando y fungiendo de pivot, como nuestro punto menos bajo. Pitazo y al camerino.

Nuestros puntas siempre bien controlados.

Contra lo deseado, en el segundo tiempo poco o nada cambiaría. Alianza volvió a intentar asumir el protagonismo pero Cantolao lo evitó con esfuerzo y amor propio. Y entonces llegó el momento cumbre del partido. El tiro libre, ni más ni menos. Falta al borde del área, la barrera que se posiciona incorrectamente, que no le gana un centímetro a los más de nueve metros con quince de distancia con el balón, el salto displicente, la resistencia tibia, el ejecutor viendo claramente el espacio. Espinoza toma el medio, se adelanta demasiado, el balón va fuerte y directo a su palo, el inexperimentado portero retrocede tarde, salta para la foto, se lanza sin éxito, no evita un golazo que era evitable. Tras ello, y con los inocuos cambios de nuestro técnico chileno mediante, el equipo blanquimorado fue un concierto de embistes infructuosos, un monólogo de músculo blando sin cerebro pensante, una oda al yerro instalado. El tiro de gracia, ni más ni menos.

El medio, donde principalmente se jugó el partido, lo dominó el rival

Comentarios finales

Poco hay por agregar. El equipo de Mario Salas jugó su peor partido en lo que va del reinicio del fútbol y eso ya es mucho decir. El comandante no tiene los insumos con que darnos más, se puede argumentar, pero aun con lo poco que sí tiene no nos muestra la mejoría que nuestra realidad obliga, ello sin mencionar cuánto aturde escucharlo explicando, como vendiendo cebo de culebra, el plausible esfuerzo y el óptimo rendimiento de su oncena. Lo único cierto es que el equipo victoriano no tiene ideas, no encuentra los caminos, no tiene alma, menos tiene rebeldía, es presa fácil de las otrora más fáciles presas, en un torneo su generis que pinta para el olvido. Ojalá no sigamos sufriendo a este Alianza.

Próxima cita

Enfrentamos a la Universidad San Martín el martes. O ponemos la primera piedra de la recuperación o terminamos de desplomarnos. En cualquier caso, es difícil que juguemos peor que con Cantolao. Veremos pues. ¡Arriba Alianza!

Fotos: Ovación.