Vení al limbo | Alianza Lima 0 - San Martín 1

Si bien remarcaba en #ElPodcastÍntimo que el equipo jugó tan horrible en el partido contra Cantolao que había cerrado el peor rendimiento del año, yo esperaba que pudiésemos ver algo mejor esta tarde. Desafortunadamente, lo de hoy fue una continuación de lo visto hace días en este mismo estadio: una oncena que no llega a ser un equipo y que no cuenta con ninguna idea distinta a la del discurso harto conocido y predecible del entrenador. ¿Lo peor de todo? La actitud impasible -a excepción de Leao Butrón- de todos los futbolistas del plantel.

Al silencio de los dirigentes ante el suplicio que vive la institución hay que agregarle los pecados nada veniales que se vienen cometiendo en Alianza: con la ira de Duclós, la soberbia de Ascues, la pereza de Sánchez y un director técnico lejos de la contrición, Alianza Lima volvió a perder en el torneo local; esta vez contra el equipo santo comandado por un Bidoglio que nos anuló los pocos circuitos que tenemos, de tal manera que sucumbimos ante ellos y, en lugar de escalar en la tabla de posiciones, seguimos vagando en el limbo.

Escribe: Roberto Del Carpio (@rdelcarpio)

Jairo Concha conduce el juego ante la mirada de Carlos Ascues.
Foto: Radio Programas del Perú (RPP)

Ficha técnica:

El 4-3-3 de Salas fue bien anulado por el 4-3-3 de Bidoglio

La San Martín venía con el ánimo a tope tras haber derrotado a Carlos Stein en la fecha 16 y haber encontrado un empate en los descuentos del partido frente a Sport Boys en la fecha 17, ambos rivales directos en la parte baja de la tabla. Además, se pudo empezar a ver una mejora en el funcionamiento del equipo de Bidoglio desde la fecha 14. Alianza Lima, en cambio, llegó a este partido tras caer derrotado en lo que considero fue el peor partido del primer equipo de Alianza en los últimos 5 años.

Un equipo que nunca buscó la victoria, sino que más bien se la encontró, nos había sometido a su parsimonia y juego cortado; y no solo eso, sino que esta derrota del equipo blanquimorado tenía un agravante: Rubio había quedado suspendido para el partido por la fecha 18 por acumulación de tarjetas amarillas. Para colmo de males, a la baja del 9 chileno se le sumaron las de Kluiverth Aguilar, Alberto Rodríguez, Carlos Beltrán, Rinaldo Cruzado y Joazhiño Arroé por temas médicos.

Joao Montoya, figura del primer tiempo, conduce la pelota ante la marca de Sebastián Gonzáles Zela.
Foto: El Comercio

Pero bueno, el partido se tiene que jugar (y ganar). A pesar de todo, esperaba un partido entretenido por el rival, las posiciones en la tabla en las que ambos equipos se encontraban y porque Alianza salía a la cancha con un tridente ofensivo proveniente de las divisiones menores. Por fin encontraremos variantes, pensé; pues Ferreyra, Mora y Sánchez han tenido una incontable cantidad de partidos jugando juntos en la reserva y en las distintas categorías de nuestra cantera. Y vaya que tenía pinta: a los 3 minutos de comenzado el partido, Mora hizo función de puntero y se internó en el área, gambeteó y fue derribado por Gaspar Gentile. El juez Edwin Ordóñez cobró penal y Carlos Ascues chapó la pelota.

Me embargó una emoción ambivalente. Por un lado, me sacó de cuadro que Gonzalo Sánchez, quien habiendo firmado contrato profesional el 2017 no tiene un solo gol oficial con Alianza hasta el momento, no pidiera la pelota para patear el penal. Maestro, Enrique Bologna metió más goles en el 2008 que tú en todos estos años, ¡y es arquero! ¿Cómo así no pides la pelota? Era una oportunidad inmejorable, pues a Diego Penny le habían anotado los 6 penales que le tiraron este 2020. Por otro, Carlos Ascues parecía tener la confianza suficiente como para patearlo. Total, los dos últimos goles del equipo los metió él, y para Salas es el capitán. Será para que agarre confianza y empiece a justificar su plaza en el equipo, pues, ¿no? Llegó el momento de patearlo...

Sus ojos no le engañan, no está viendo cámara lenta: así fue la payasesca ejecución de Carlos Ascues.
GIF: Error Arbitral (@errorarbitral)

Tras regalar el penal, Ascues pasó a ser un chiste en la cancha. Los jugadores de la San Martín dejaron de considerarlo un obstáculo para sus intereses, pues elegían encararlo (específicamente Jairo Concha y Franco Zanelatto) a él en lugar de cualquier otro jugador. Y ¿cómo no? Ellos son hombres que ven fútbol y saben que nuestro capitán es un cero a la izquierda. Con nuestro interior derecho desaparecido como de costumbre, el fútbol de Alianza pasó por los pies de Joao Montoya, quien hizo un primer tiempo perfecto en cuanto a números (como le gusta a Salas), y Miguel Cornejo, bien respaldado por Josepmir Ballón.

Ya con funciones de extremos, Mora y Ferreyra tuvieron rendimientos distintos: el primero estuvo todo el partido en el bolsillo de José Bolívar, lo cual es grave considerando que el hoy lateral izquierdo de la San Martín fue formado como 10, y no tiene mucho tiempo reconvertido; el segundo, si bien no le ganó todos los duelos a Saúl Salas, sí pudo llegar en varias oportunidades a la línea de fondo, aunque ahí se le nuble la mente y no haga prosperar las jugadas.

El apoyo con Rosell en ataque fue una novedad, pues nuestro lateral no solo llegó a trepar como puntero sino que, además, pudimos verlo enganchando y atreviéndose a pegarle al arco con su pierna menos hábil. Vale. El primer tiempo estuvimos muy cerca del área del equipo santo, buscando desarrollar nuestro fútbol de posesión lo más lejos posible del arco de Rivadeneyra, aunque sin conseguir llegar al gol. Sánchez, una vez más, perdido.

45+1' ¡FINAL DEL PRIMER TIEMPO EN EL ALBERTO GALLARDO!@ClubALoficial 0-0 @Club_USMP

📢 ¿Quiénes fueron los más destacados del equipo blanquimorado en este primer tiempo?#ArribaAlianza#CorazónParaGanar#JuntosHastaElFinAL pic.twitter.com/2KQ5n4If4J

— El Blog Íntimo (@elblogintimoEBI) October 13, 2020

El segundo tiempo fue bastante distinto al primero. Si bien los DT no hicieron ninguna substitución para la segunda mitad, Bidoglio sí hizo modificaciones: pasó a atacar en bloque con sus dos líneas de tres trepando al área. Y así fue que llegó el único gol del encuentro: Montoya tomó la lanza y rompió líneas para llegar a mitad de cancha y se asoció en pared con Mora, pero controló mal e inmediatamente Jordan Guivin recuperó, subió y se asoció con el incisivo Zanelatto, quien remató al arco; Rivadeneyra dio rebote y Guivin, quien había iniciado la jugada, pescó y pegó en primera para anotar el 0-1.

¿Me da para reprochar a Montoya? De ninguna manera. Más bien, la marca de Guivin era –para variar– de Ascues, quien venía siguiéndolo en el retroceso. Luego de algunos minutos Salas replanteó: al recién ingresado Cavero se le sumaron Da Silva y Gómez en reemplazo de Ferreyra y Mora. Pero, seamos sinceros, ¿en qué momento pensó nuestro entrenador que el 4-2-2-2 con volantes bien abiertos –o 4-2-4, como usted quiera, pues no se sabe qué hicieron Gómez ni Cavero hoy día– podía funcionar con Ascues en cancha?

Gaspar Gentile gana en velocidad la disputa de la pelota contra Aldair Salazar.
Foto: El Comercio

Tras la salida de Cornejo en el minuto 57, el partido fue una sinfonía de la San Martín. Ordóñez había amonestado a 7 jugadores en menos de 80 minutos, incluyendo a Francisco Duclós, quien parece no haberse dado cuenta de que el árbitro dirigía con la tarjeta en la mano, y se hizo expulsar por una falta innecesaria a Gonzáles Zela en el minuto 76. Cinco minutos después, Alexi Gómez hizo lo único que sabe y malamente puede: ganarse amarillas estúpidamente.

En medio de este nerviosismo e inestabilidad llegó la lesión de Beto da Silva, quien se lastimó la pierna. ¿Le entraron fuerte, lo barrieron, le pegaron, le fueron con la pierna arriba? ¿Algo? No. El fichaje estrella de Dieguito Gonzáles Posada se puso nervioso y se lesionó solo. Sin variantes, Salas hizo una de Ernesto Valverde: hizo ingresar a Quijada para que juegue de 9. Evidentemente, no funcionó. Salvo el partido contra Carlos Stein en la Videna, a Salas no le sale una en Alianza. El partido terminó con la sensación de que la San Martín estuvo más cerca del segundo que nosotros del empate.

Apreciaciones finales:

El rendimiento del equipo, como puse al principio de esta crónica, no mejoró. Se insistió en lo mismo, en el mismo juego de posesión con pocas alternativas en la delantera. Gonzalo Sánchez estuvo muy aislado de sus compañeros, y esto se da no precisamente por la falta de un enganche –quién diría que íbamos a necesitar a Joazhiño–, sino más bien porque o no llegamos a la línea de fondo (Mora) o llegamos y no hay impronta (Ferreyra). En todo caso, él tampoco buscó asociarse con los demás, como sí lo hace Patricio Rubio. En defensa, lo mismo; los laterales no retroceden para defender y la línea de 3 del mediocampo tiene un hueco enorme dejado por Carlos Ascues, quien anda en un nivel paupérrimo; lo cual da carta libre para que los rivales pasen con facilidad jugando a dos o tres toques.

La lesión de Beto da Silva es, desde mi punto de vista, mucho más mental que física. Salvando las inmensas diferencias que hay, para mí es similar a la lesión de Fernando Gago en el último Argentina - Perú por eliminatorias, en La Bombonera. Es lesión de nerviosismo, de falta de temple, de mal manejo de la presión. Cierto es que es propenso a lesionarse por un tema muscular, pero la de hoy en particular me parece que viene por un tema psicológico. Espero que el equipo del Departamento de Psicología del que se ufana Diego Gonzáles Posada pueda hacer un trabajo especial con él.

Hablando de la dirigencia, ¿cómo es posible que Jairo Concha y Sebastián Gonzáles Zela hayan jugado? ¿No pertenecen a Alianza? ¿Qué clase de convenio tenemos con la San Martín? En ningún otro partido del campeonato vimos que un jugador que esté a préstamo en el club rival de turno juegue contra nosotros. Encima fueron titulares. Las cosas en Alianza están tan raras que ni siquiera quiero pensar en lo que puede haber pasado para que ellos dos sean parte del partido de hoy.

Próxima fecha | Cienciano vs. Alianza Lima

El próximo cotejo del equipo blanquimorado será contra Cienciano por la fecha 19 de la Fase 1. El equipo cusqueño tiene una racha de 5 partidos sin ganar, de los cuales solo uno es empate (0-0 vs. Huancayo). La consigna tiene que ser una: ganar o ganar. Es una obligación para encontrar una mejor posición en la tabla que nos deje con chances de pelear por el título nacional a fin de año, por más de que ahora parezca que todo está perdido. Esto se lucha hasta el final.

El Blog Íntimo Podcast | Más pasos en falso

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¡ARRIBA, ALIANZA!