Dejando huella

El título de este post intenta comenzar el mismo con un reconocimiento que, para los cristianos sobre todo, implica (buena) acción y recompensa. Durante esta semana, como es sabido, Roberto Ovelar fundó "Dejando Huella", una organización sin fines de lucro que intentará, de hoy en adelante, afianzar la labor social del jugador para con los más necesitados. Su primera visita fue en Huaycán, donde alegró a varias decenas de niños no sólo con su apreciable presencia, la de su esposa y su pequeña hija, sino también con varias actividades y donaciones. El popular "Búfalo" volvió a los trabajos en el Club, quizás con la conciencia más limpia de todas y con el corazón más satisfecho. Lo mejor es que todo eso se notó en la cancha hace algunas horas.

Cobresol 0 - Alianza Lima 5

Alianza Lima volvió a ganar de visita, volvió a golear, a gustar, y demostrar que la chapa de "candidato" no es un simple mito. Además, cómo no, Roberto Ovelar fue la gran figura, marcando 3 de los 5 tantos blanquiazules. 

Inicio difícil

Pero no fueron los victorianos los que empezaron "con todo" desde el inicio. Cobresol, de la mano de sus buenas individualidades - Juan Cominges, Gregorio Bernales,  Miguel Llanos, Caicedo, y el viejo conocido Claudio Velásquez - fue el que tomó las riendas del partido. Aunque sus llegadas no fueron claras, los dirigidos por Teddy Cardama tenían muy bien controlados a los atacantes y organizadores grones, a tal punto que empezamos a jugar de manera imprecisa y hasta me atreví a pensar que el encuentro se desarrollaría como el de Lima hace unos meses (0 a 0 en Matute), es decir, un cotejo cerrado donde estaba prohibido equivocarse.

Punto de quiebre

Fue justamente una escapada de Ovelar la que provocó lo que, para mi gusto, fue el hito del partido. El "búfalo" se iba solo de cara al gol y Sergio Ubillús tuvo que cometer infracción. El árbitro no dudó en mostrarle la tarjeta roja. Cobresol se había quedado con 10 y Alianza no desaprovecharía la oportunidad. Desde ese momento el partido tuvo un solo dueño, situación que se reflejó en el primer gol del partido, marcado minutos después por Ovelar, tras un gran servicio de Óscar Vílchez.

Recital albiazul

Los grones manejaron a su antojo el partido, trasladando el balón de lado a lado o profundizando con mortal precisión. Johnnier Montaño fue figura en ese medio campo, gracias a su servicio justo. Bazán y Hurtado eran receptores ideales por los lados. Al medio, un "búfalo" hambriento de gol. La mesa estaba servida. Llegó el segundo tras un buen pase de Amilton Prado que rompió el offside tras el movimiento del delantero paraguayo, quien terminó definiendo a placer. El tercero también fue obra de Ovelar, tras una gran jugada colectiva en la que Hurtado se sacó de encima al arquero y a su marcador, para dejar solo al "búfalo". El cuarto sería gestado por el mismo Hurtado, aunque las imágenes delaten que en realidad fue un autogol del defensa moqueguano. Finalmente, la cereza de la torta la puso, el tantas veces criticado, Alexander Sánchez, tras una gran triangulación en la que hasta Prado se dio el lujo de jugarla de taco. La definición de Sánchez me recordó un poco a sus inicios (Qué jugador hubiera sido, qué jugador). Otro que regresó a las canchas, al menos en primera división, fue Manuel Corrales. Se mostró impetuoso aunque falto de fútbol.

¿Y la Reserva?

Ratificando el buen momento blanquiazul en todas sus versiones, la Reserva también venció en Moquegua. El marcador fue de 2 a 0, marcó Miguel Curiel (goleador de la Reserva grone, con 14 tantos - a tomar en cuenta) y Edgar Villamarín, quien comienza a recuperarse de sus lesiones.

En las cimas

Con estos resultados, Alianza Lima sigue liderando el campeonato, tanto en primeros equipos como en Reserva (ver tablas, Primeros Equipos y Reservas), sumando además el mismo puntaje (45 puntos). Por su parte, Juan Aurich ganó en Chiclayo y sigue siendo nuestro escolta; todo parece indicar que, de llegar a los play off, disputaríamos las finales con los lambayecanos.

Lección de humildad

Aún con los conocidos problemas internos, los jugadores se siguen dando íntegros para cumplir los objetivos trazados. Por ello, los hinchas debemos responder mejor que nunca a esta gran lección de humildad y amor a la camiseta. El próximo partido será el fin de semana ante la Universidad César Vallejo, en Matute. Esperemos una gran respuesta de la hinchada, aunque, como dijo alguna vez Gustavo Costas, "no hay necesidad de llamarlos, porque siempre estarán ahí". ¡ARRIBA ALIANZA!