Miserable escena | César Vallejo 4 - Alianza Lima 1

Con actuación superlativa de sus (ex)aliancistas –para variar–, incluyendo a su DT, Binacional derrotó a Alianza Lima en cotejo válido por la jornada 17 del Torneo Apertura. El cuadro sureño fue enormemente superior al del Gallo Negro en la helada estepa del Guillermo Briceño Rosamedina.

Desde hace ya buen rato, veíamos cómo el Gallo Negro había dejado de ser la Bustonera y había pasado a ser un folleque destartalado. Si bien tuvimos un subidón en el rendimiento y el ánimo, no tardamos en notar que era un paréntesis a lo largo del torneo regularón que disputamos. Las ilusiones de los aliancistas por conseguir el primer título del año, que venían intactas a pesar del pésimo rendimiento del primer equipo, han terminado hoy oficialmente.

Acompáñenos en la crónica de esta muerte anunciada.

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Foto: El Comercio



Bustos retrocedió a Jairo Concha para colaborar en primera línea poco antes de que saliera el Pájaro, y Alianza pasó a formar con un 4-3-2-1. No obstante, hicimos agua por todos lados. No nos fue nada bien esta tarde en el sur.

Alineación de Binaciovar: 1. Diego Enriquez; 24. Carlos Caraza, 5. Yonatan Murillo, 3. Nicolás Marotta, 4. Jair Céspedes; 7. Edson Aubert (Capitán), 14. Yimy Gamero; 11. Hoover Crespo, 10. Andy Polar, 22. Víctor Cedrón; 27. Elvis Payé.

Alineación de Alianza Lima: 1. Ángelo Campos; 16. Renato Rojas, 5. Christian Ramos, 20. Aldair Fuentes, 13. Ricardo Lagos; 21. Josepmir Ballón (Capitán), 8. Miguel Cornejo, 17. Jairo Concha, 7. Pablo Lavandeira, 23. Édgar Benítez; 9. Hernán Barcos.

Cuarteto arbitral: Michael Espinoza, Pedro Espinoza, Carlos Ciriaco, Wilber Centeno.

Usted y yo sabíamos que ir a Juliaca en estas condiciones (después de lo ocurrido en Huancayo) era ir al cadalso. Le pido, si me lo permite, cierta complicidad, y que me entienda del mismo modo en que le entiendo yo a usted: este desenlace estaba previsto por su mente lúcida, y, a la vez, ignorado a propósito por su corazón ilusionado. Lo sé porque, aquí entre nos, le confieso que me pasó a mí también. Y es que a nadie le gusta entrar en consciencia de su devenir cuando lo sabe fatídico, pues.

A: Estoy viendo el partido con mi viejo.
U: Yo también, oye.
R: Mándenle un gran abrazo de mi parte a sus papás en su día, amigos.
U: Gracias, Ro.
A: Hoy ganamos, lo firmo.
...

Pero igual había que ir y disputar el encuentro, luchar por evitar el revés del destino. Y así pareció haberlo propuesto Carlos Bustos con su planteamiento conservador apuntado en la foto de arriba. Hernán Barcos quedó aislado, tanto así que fue fácilmente controlado por Nicolás Marotta y Yonatan Murillo, y, salvo errores no forzados de otros marcadores, solo consiguió ronzar durante el partido.

No obstante, el equipo íntimo no renunció al ataque, y apeló al contragolpe para intentar hacerle daño al Poderoso del Sur. Sí, intentar. En una de esas ¿veloces? incursiones en el agreste gramado juliaqueño –gracias por tanto, capacísimos amigos de la Comisión de Licencias de la FPF–, el volante paraguayo Edgar Benítez queda sentido. A pesar de su cambio tempranero por el último ídolo, no se modificó mucho el libreto.

El partidazo que jugaron Jair Céspedes, Edson Aubert, Víctor Cedrón y hasta Andy Polar (quien nunca vistió nuestras sedas de manera oficial, pero ha declarado su amor por nuestros colores) durante la primera mitad del cotejo fue, curiosamente, insuficiente para que los locales tomaran la delantera en el marcador a pesar de su claro dominio posicional. El mismo "Rocoto", adalid de su mediocampo, declaró (después del pitazo final) estar medio mortificado por lo erráticos que se mostraron antes del entretiempo.

Jairo Concha quiere conducir y Edson Aubert le va a la marca. El experimentado volante se almorzó al 17 del Gallo.

No conseguimos mucho más que pases largos interceptados, contras con remates débiles (como la de Lavandeira sobre el minuto 10) y una que otra chance tras pelota parada, ambas de Barcos. La más clara llegó casi al final de la primera mitad tras un centro de Cornejo: en el minuto 43, Cornejo, quien fue un cero a la izquierda en primera línea, consiguió encontrar al Pirata, quien no anotó porque la pelota, siempre caprichosa, prefirió besar el palo derecho de Diego Enríquez e irse fuera.

Poco antes del final del primer tiempo, justo cuando ingresaba Leonardo De La Cruz, otro aliancista más en el equipo lozanense, Tato Rojas fue amonestado. ¿Michael Espinoza amonestando a un lateral de Alianza Lima en un primer tiempo jugado en Juliaca cuando el partido está, mal que bien, parejo en el marcador? Esta película ya la vi, y no acaba bien. Era ineludible, solo cuestión de tiempo, que se repitiera. Pero por lo pronto había que ir al vestuario y sentarnos a esperar el irremediable paso del tiempo.


Apenas empezado el complemento, los hijos de la corruptela de la FPF siguieron y se fueron con todo al ataque. Los victorianos del conjunto azul cerúleo no hicieron más que jugar mejor, y pudieron dominar sus líneas sin mayor complicación. Su delantero central no lo hizo igual de bien: a pesar de que defendimos con Christian Ramos y ¡Aldair Fuentes!, el Cholo Payé no pudo hacer lo suyo. He de decir que fue más demérito del huancaneño que virtud de nuestros centrales.

Pero eso no fue suficiente para evitar lo inevitable. Sobre el minuto 55, Cornejo metió un mal pase que terminó en los pies de Yonatan Murillo. El central colombiano controló sin presiones, alzó la cabeza y vio que ni Fuentes, Ramos ni Lagos –qué raro– estaban bien parados como para evitar una posible corrida de Victor Cedrón, quien no demoró en entender las intenciones de su compañero norteño.


La anotación de su resentido 22 fue lapidante: a partir de allí, nuestros defensores parecerían estar en Kalasasaya obnubilados por algún cuerpo celeste y tan estáticos que tenían menos movilidad que los monolitos que resguardan dicho templo, duros, torpes. Si no me cree, pregúntele a Tato Rojas, expulsado en el minuto 57 de la manera más estúpida tras caer en la provocación del recién ingresado Leo De La Cruz, quien había sido amonestado instantes antes.

Con uno menos, había que hacer cambios: entró Vílchez por el anodino Cornejo para suplir el hueco (no hablo de los que había en la cancha) dejado en defensa por nuestro canterano. Pero, por más ansias que mostró Yordi, Binaciovar estaba imparable: en los próximos 15 minutos, Campos consiguió desviar al tiro de esquina un remate del empeñoso Cedrón, solo para ver cómo Polar bailó a su defensa para sacar un violento cañonazo al travesaño.

El saliente Miguel Cornejo es seguido de cerca por Jair Céspedes. Hoy fue intrascendente. Así no, Miguelito.

Y no iba a ser el único. Luego de una embestida rival (que, felizmente, fue anulada por fuera de juego), el ya mencionado Vican recibe entre nuestros ¿defensores? y larga otro furibundo remate que se estrelló en el larguero. A partir de aquí, la diferencia de nivel entre nuestro cancerbero y el resto del equipo no hizo sino hacerse más evidente. Controló remates de Aubert, Payé –ahora sí–, Céspedes y hasta el ingresante Pierantonio Larrauri –otro exgrone–.

Los minutos, que se iban –como mencioné, irremediablemente– al compás de los pases cortos locales, quienes parecían ajustar su misura a la de una marcha fúnebre, acelerando y desacelerando a bene placito para su retorcido regocijo al saber lo que esta derrota significaba para los visitantes, parecían ser exactamente iguales, y los últimos 15 (tras el tiro al palo de Cedrón) parecieron ser un tiempo completo. El sufrimiento terminó después de que Cavero vio la amarilla en el 90+6'.


Conclusiones:

El guardameta aliancista se lució hoy día en el Guillermo Briceño Rosamedina. Yo sé que a usted le resulta algo agrio leer que un aliancista hoy "se lució". Créame, yo diría lo mismo si en su posición. Pero no decirlo sería faltar a la verdad: el partido de hoy no fue una goleada porque tenemos arquero. Tras una tarde desastrosa de nuestra línea defensiva en Juliaca, nuestro golero nos salvó de una catástrofe.

Seis atajadas en el encuentro y tres despejes clave solo suman a su estadística: para quienes lo vimos arengar, ordenar a su defensa (que parecía tener los oídos tapados por la altura) y salir a cortar con actitud y corazón valiente, aún cuando el físico le pedía que no lo hiciera, lo del Mono hoy ha sido conmovedor.

Cara de partido durante todo el asedio local. El "Mono" es garantía en el arco.

Próxima fecha:

El siguiente partido será en nuestra casa, y, de no mediar ligaunadas, será el domingo 26 de junio a las 8.00 p. m. contra Ayacucho FC. El elenco ayacuchano llega al barrio de Matute con una escabrosa racha de 8 partidos sin ganar (su último triunfo fue el 1 de abril por la mínima contra UTC). Espero que empecemos a reconstruir el juego del equipo con una actuación destacada de Pablo Lavandeira, quien habiendo sido "zorro" hace poquito conoce muy bien por dónde atacar al cuadro que hoy dirige el argentino Marcelo Vivas.

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¡Arriba, Alianza!

Miserable escena | César Vallejo 4 - Alianza Lima 1 Miserable escena | César Vallejo 4 - Alianza Lima 1 Reviewed by Blog Íntimo on noviembre 09, 2020 Rating: 5

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