¿Qué podemos decir aparte de lo que ya se ha comentado sobre todo esto? Tal y como una infección se va expandiendo en nuestros cuerpos cuando estamos enfermos, la lacra y podredumbre de nuestra dirigencia y sus malos manejos han llegado a impactar en el equipo, tanto en refuerzos como en la animosidad de los que se quedaron, y el resultado del primer partido oficial del año terminó en goleada en contra. Libertad propuso más y aprovechó nuestras falencias para imponerse, en un marcador justo aunque quizá exagerado, por 4-1 frente a Alianza Lima.
Libertad 4 - Alianza Lima 1
Los ánimos eran tensos para los jugadores ya desde antes del partido, la presentación del equipo blanquiazul no convenció a la hinchada que sólo esperaba que Pepe Soto tuviera un as bajo la manga para el debut ante Libertad. Llegados el día y la hora, se armó un equipo improvisado en defensa (al parecer nadie en la directiva ni en el cuerpo técnico reparó en que Rabanal y Villamarín estaban suspendidos y no podían jugar este primer partido) y eso nos costó caro. Libertad salió con un equipo bastante ofensivo desde el principio del partido y lograban incursionar por la banda que defendía Carlos Ascues, que tuvo unas de cal y otras de arena. Los disparos de media distancia eran otra opción repetida por los paraguayos y ya desde este momento se veía una dificultad de nuestros volantes de primera línea para contener los ataques rivales; nos encontrábamos replegados y el contragolpe era nuestra única arma a utilizar. Y así fue. Ya habíamos tenido un amago de contraataque en los pies de Arroé cuyo disparo se fue desviado cuando llega Hurtado al área rival, combina con Montaño (uno de los de mejor desempeño del equipo grone) y éste habilita a Arroé que define al lado izquierdo del arco guaraní. Gol, el primero de la Copa para Alianza y el que despertaba esa ilusión en cada uno de nosotros.
Sin embargo, creo que no estaría mintiendo si digo que no había grone que pensara que con ese gol el partido pudiera terminar en victoria asegurada a favor nuestro. Si bien habíamos anotado el primer gol, nuestras falencias estaban en lo defensivo y las seguíamos mostrando. Además, ya la táctica del contragolpe había funcionado una vez y era difícil que un equipo paraguayo cayera dos veces en errores defensivos de ese tipo. Nos fuimos al descanso con la esperanza encendida pero expectantes sobre qué debía mejorar Alianza en el segundo tiempo.
Y la esperanza no duró mucho. Al minuto del primer tiempo llegó la fórmula repetida con el disparo de media distancia, esta vez Salomón dejó un rebote largo en una pelota que no merecía esa complicación de su parte, Civelli estuvo en el área presto a convertir esa oportunidad en gol. 1-1 empezando el primer tiempo, eso no pinta bien para un equipo que no tenía mayores propuestas y que en defensa no estaba bien parado. Entonces ocurrió: nuestros volantes de marca, Albarracín y González (condicionado desde los 3’ con una tarjeta amarilla), que ya venían de lesiones anteriores, mostraron fatiga y no pudieron contra la velocidad de los volantes de Libertad. Hurtado se mostró errático tanto en pase como en definición y a Charquero no le llegaban las pelotas y mucho más no podía hacer. Llega el momento del partido en que se lesiona Ascues y Alianza juega momentáneamente con 10 y es cuando el árbitro cobra un penal inexistente por falta contra Caballero, inexistente por completo. El árbitro compra la caída del juvenil del Libertad totalmente y Aquino es el encargado de convertir la pena máxima en gol.
Aquí es el momento en el que debe notarse la capacidad de replanteo de un entrenador y cómo manejar un resultado en contra. Ya había salido Arroé por alguien con un perfil similar, pero sin definición y sin gol, Jorge Bazán (a mi parecer lejos del nivel prometedor que mostró a inicios del año pasado) y Pepe Soto no tuvo mejor idea que hacer ingresar a José Carlos Fernández en lugar del lesionado Ascues. Con esto nos quedábamos con tres en el fondo (que tampoco eran los defensas más seguros del mundo) y con dos 9 en el área pero con pocas opciones reales que puedan obtener una pelota de gol. La consigna cambiaba a “todo por el todo” pero era una estrategia con pocas opciones de éxito.
A los 78’ llega el 3-1 por parte de Caballero. Ibañez se come el enganche del juvenil dentro del área y éste define ante un Libman que llega a manotear el balón pero que no puede evitar que ingrese al arco. A partir de ese momento la desconcentración era total en el plantel blanquiazul y tenía pocas opciones de recuperación de balón. La estocada final llegó al minuto 91’ tras un centro “buscapierna” y que encuentra mal parado a Ibañez quién mete el balón en arco propio. Pitazo final del punto inicial.
Futbolísticamente, hemos mostrado un nivel de competencia lejano al requerido por una Copa Libertadores, simplemente tuvimos una que aprovechamos bien pero nos paramos mal en defensa y eso es letal en Sudamérica con tantos equipos que sí aprovechan los errores del rival. Dirigencialmente estamos hasta las huevas, ese penal mal cobrado no se lo hubieran pitado a un equipo con una dirigencia fuerte. Al parecer solo nos salvamos en hinchada, hinchas fieles y leales que no se amilanan por una derrota, que no desaparecen de los estadios ante un mal resultado, que no dejan de cantar los 90 minutos pero que tampoco se calla la boca cuando hay que denunciar que se están haciendo las cosas mal y que nos jode perder así. Sabemos que las cosas andan mal, pero nunca dejaremos de ir al estadio a alentar. Eso lo tenemos claro. La siguiente prueba es el inicio del Descentralizado el fin de semana de la próxima semana y, comenzando marzo, el partido en Río frente a Vasco. A replantear las cosas, ahora sí en serio.
Foto: web de RPP
PD. En otras noticias: Roberto Ovelar anotó el gol del empate de la Universidad Católica de Chile frente a Bolívar en Santiago. Por otra parte, la derrota del Juan Aurich ante Internacional hubiera sido más abultada de no haber sido por que encontraron a un bien parado Leandro Fleitas en la defensa. Ahora Alarcón ¿vas a decir que eran jugadores reemplazables fácilmente?
Libertad denegada
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febrero 10, 2012
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