Alianza Lima en tinieblas [EDITORIAL]

Catorce días después de la catastrófica derrota en la final de la presente temporada, el administrador del club, José Manuel Sabogal Carrillo, salió a declarar para Liga 1 Radio. En la vergonzante entrevista, en la que se ve al administrador del club notablemente nervioso —casi incapaz de articular palabra— y con un histrionismo excesivo, no ha hecho más que burlarse no solo del hincha de Alianza Lima, sino, además, y con el mayor descaro, de cualquier ser humano con sentido común.

Cierto es que la crisis total de Alianza Lima no empezó con él, sino con el antiguo presidente del Fondo Blanquiazul, el hijo del excongresista aprista —quien, hoy, tras todo esto, está ganando legitimidad en los desmemoriados de siempre—. Pero cierto es también que desde que JMS Advisor E.I.R.L se hizo de acciones del Fondo Blanquiazul y se designó al propio JMS (José Manuel Sabogal) como administrador del club, los ya bastante graves problemas solo se multiplicaron. Como si hubiera sido puesto a propósito para destruir al club.


¡Renuncia!


Podríamos empezar con acciones menores, como haber sido nexo para que el traidor que hoy fracasa en la selección nacional vuelva a un entrenamiento de Alianza Lima luego de casi treinta años. Habría que pedirle explicaciones también sobre alguna acción en concreto por la pésima comunicación de los representantes del club respecto de las entradas de la final y que dejó a muchos aliancistas abonados fuera de la misma, y con dudas que la boletera tuvo que resolver. Salteémonos el largo camino de rayas del tigre abatido, y vayamos a la cabeza.

O tal vez increparle por las cada vez menos frecuentes intervenciones de nuestro delegado Ordóñez, de un tiempo a esta parte para hacerle frente a la maquinaria crema en prensa y Federación. ¿Tendrá algo que ver la cercanía del administrador con la facción más chabacana y vocinglera de la dirigencia de nuestro eterno rival? Tal vez eso explique que haya permitido que tipos como José Carranza o Piero Alva, sin tener vinculación con el primer equipo crema, se hayan paseado por la cancha del Alejandro Villanueva en la previa al partido de vuelta de la final.

Tras meses de resistencia al régimen impuesto por la mafia lozanista en la pugna por los derechos televisivos, el club firma, bajo tutela de Sabogal, contra todo pronóstico, toda lógica y en plena batalla legal con Media Networks (GOLPERU), un contrato con 1190 Sports (la empresa que maneja Liga 1). ¿Con qué razón? Aquella decisión no solo no le trajo ni medio beneficio al club, sino que, muy por el contrario, lo ha dejado expuesto a una multimillonaria demanda —de alrededor de 300 millones de dólares— por parte de GOLPERU. Ni en primer año de Derecho se ve algo así. Insólito para alguien como don JMS.

No obstante, los problemas legales del club no se quedan ahí. Ahora, tras el vergonzoso y antideportivo apagón en la final, estamos sujetos a demandas de distintas marcas vinculadas a la organización del torneo local. Tras este acto deleznable, se ha hecho escarnio público del club en, literalmente, todo el mundo. La mancha indeleble que sufrió su honor deportivo y su imagen internacional no ha hecho sino disminuir el valor de Alianza Lima como marca, y según declaraciones suyas en la entrevista de hoy, fue él mismo quien dio la orden.

La justificación que dio ha generado, nuevamente, numerosas repercusiones negativas en redes sociales. Dijo que “para tomar decisiones complejas” recurre a “sus valores y su formación”, que, a su vez, están “muy ligados a esta institución”. Pero ojo a lo que mencionó como valores: el hacerse responsable de sus actos, el respeto a los demás, la honestidad y una formación muy humana. Y es aquí, señor Sabogal, con esta declaración insolente e hipócrita, cuando usted ha terminado de injuriar al Club Alianza Lima.

Primero, no se está haciendo responsable de nada en lo absoluto. Y sabe perfectamente que no podrá hacerlo, aun con su ya bastante urgente renuncia, porque quien ha sido manchado no solamente es usted —¿de verdad pretende hacer creer que este es el razonamiento que hace cada vez que toma decisiones complejas como “profesional”?—, sino una institución, una marca muy grande y reconocida por todos en el Perú. No hay forma de limpiar lo que ha ensuciado.

Segundo, apagar las luces del estadio fue una de las faltas más graves de respeto. Y no solo a los planteles deportivos que disputaron la final: le ha faltado el respeto, además, al público asistente al estadio Alejandro Villanueva aquella noche —entre los que había niños, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con comorbilidades— y a sus seres queridos, quienes veían con miedo las imágenes por su televisor, al hincha de Alianza Lima en general (incluidos los millones que no pudieron asistir) y al aficionado futbolero peruano.

Siendo así las cosas, ¿de qué formación “muy humana” habla? ¿En qué momento pensó en alguien más que en sí mismo? ¿En qué momento pensó que era buena idea acabar así? ¿En qué momento pensó, de hecho? 

¿Con qué autoridad, pues, puede hablar de armar un proyecto “ambicioso” para la temporada próxima? Un tipo que en apenas seis meses lo único que ha hecho ha sido dinamitar la reputación del club, exponerlo al ridículo mundial, deteriorar su imagen como institución y hacerlo sujeto a demandas millonarias no puede seguir un minuto más como administrador del club. Deberían defenestrarlo en la próxima Junta de Acreedores. Y no, no debería ser el único en irse, pero sí el primero.

La crisis moral de las personas que carcomen a Alianza Lima desde adentro hace inviable la génesis de un proyecto deportivo serio de cara a la temporada 2024. Muy para desazón nuestra, el club de nuestros amores está acéfalo. El silencio casi sepulcral de nuestra dirigencia ha gritado todo lo que necesitamos saber de ellos: el espíritu de servidumbre se terminó de apoderar de sus cuerpos genuflexos, y se han vuelto entes sin voz ni voto que hoy yacen dándole la espalda al hincha, manejados por un pequeño grupo de acreedores.

La nación aliancista está en el deber moral de erguirse y dirigirse hacia los inescrupulosos que hacen gala de su lamentable incapacidad moral e intelectual para llevar las riendas de un club tan grande como Alianza Lima, de hacerles sentir su voz de protesta, y que sea tan estruendosa como cuando alentamos al equipo de nuestros amores, lo suficiente como para irrumpir con un halo de luz blanca y azul en medio de las tinieblas, para hacerlos temblar, y, sobre todo, para que nuestro Alianza sepa que no está solo, aquí tiene, siempre tuvo y siempre tendrá a su gente.


¡ARRIBA ALIANZA!


 

Alianza Lima en tinieblas [EDITORIAL] Alianza Lima en tinieblas [EDITORIAL] Reviewed by Blog Íntimo on noviembre 22, 2023 Rating: 5

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