La vida, a veces, es un chasquido de dedos. A veces es alegría, a veces es sorpresa o tristeza. Todo en fracción de segundos. Fossati debe estar con la misma sensación en estos momentos. Hicieron muchos méritos para ganarlo, anotaron el gol que Alianza no supo encontrar y su estrategia se pudo sostener en gran parte del partido. Todo bien. Pero, puede que su reloj tuviera un desperfecto, porque se olvidó que los partidos tienen 90' (sin contar lo adicionado, que, cada vez es más) y se puso a pensar en el miércoles antes que el sábado. Como correr una maratón, ir ganando y bajar el ritmo a 2 metros de la meta. Y fue una fiebre de sábado por la noche ese gol de Gabriel Costa. ¿Para quién? Lo sabremos el miércoles en la noche. Por ahora, obviamente, es un mejor escenario para la vuelta haber empatado sobre el final, que irnos perdiendo, pese a que la llave igual está abierta. Hasta el final, a toda 'Costa'. Repasemos en esta crónica lo que nos dejó este nuevo clásico, en el Monumental.
Escribe: Antenor Incio (@elantenor)
Universitario vs. Alianza Lima: alineaciones
Universitario vs. Alianza Lima: hasta quemar el último cartucho
La previa para este partido ha sido intensa. Mucha pelea en redes, mucho análisis en diversos programas, que Alianza se muere de miedo y vivíamos predicándolo (discurso casi al unísono de cremas que solo ellos creen), y un largo etcétera. Todo dentro de lo esperado. Pero, en tienda aliancista, empezaron a recuperarse algunos lesionados, como García, Zanelatto y Zambrano. Sabbag había vuelto a tener minutos en Cusco, y, nos dimos con la no tan sorpresiva noticia de que Cueva era relegado de las finales para su eventual operación y recuperación de su lesión. Mauricio Larriera tuvo a casi todo el plantel a su disposición para esta primera final. De todos modos, mantuvo casi al mismo once, salvo Zanelatto por Costa.
Así ingresó Ángelo Campos al campo para el respectivo calentamiento, y vaya que lo fue Foto: Club Alianza Lima |
Este humilde redactor tuvo una ligera impresión de que Larriera iba a buscar cuidar el cero en el arco en el primer tiempo, y proponer algo distinto en el segundo tiempo. Fue así, pero con un desbalance de tiempo alucinante. Apelamos a la jerarquía de nuestros jugadores para afrontar un partido durísimo en campo rival. Nunca mejor dicho. Además, priorizar el aspecto defensivo era una tarea importante de visita, como nos tiene acostumbrados este Alianza. Claramente, renunciamos al ataque en los primeros 45'. No hicimos un solo remate y Universitario encontró muchos espacios para generar fútbol y atacarnos. Para nuestros intereses, existe Alex Valera y su poca precisión y técnica para definir, razón por la cual, de 10 remates, solo uno fue al arco. Para añadir un poco de drama, a los 20' anularon correctamente —con el complemento del VAR— el gol de Valera, por una previa falta a Campos. A los arqueros no se les puede tocar. Pasa aquí, en la luna o en la puna. Cerramos el primer tiempo con la sensación de que, si bien la 'U' tuvo el dominio territorial y nos atacó, no nos generaron el peligro que quisieron, tanto porque nuestra defensa y Campos resolvieron algunas situaciones, como por la propia ineficacia de Valera y Flores, y el 'cañonero' —apelativo que le puso algún atrevido de Twitter— tuvo varias, ah.
Para el segundo tiempo, hicimos un cambio: Bryan Reyna por Franco Zanelatto, de nula aparición. Lamentablemente, la tónica del partido no cambió mucho. Hubo mayor posesión, pero poca inventiva en ataque. Se siguió jugando en campo nuestro, con un Quispe inquieto, movedizo y asociativo, y cierto desorden en nuestras transiciones defensivas. Empezamos a dar licencias por las bandas y Cabanillas se sintió cómodo para un par de centros peligrosos. El primero, que, luego de un mal despeje nuestro, terminó en un remate de Edison Flores que despejó Campos; y el segundo, desde el tiro de esquina, en el que Polo recibe y empalma de primera un remate que termina despejando Barcos con el bíceps. Todo Universitario reclama 'mano' y penal, pero Ortega estaba convencido de que no lo fue. Sin embargo, el VAR invita al árbitro a que revise la jugada y la cobró. Se habla de la intención de Barcos de 'poner la mano en la pelota', dado que no fue 'mano pegada', criterio que sirve para que un árbitro considere si es penal o no. Pero, retomando al partido, se cobró el penal y Valera era el destinado a ejecutarlo. Pita Ortega y el delantero define al palo izquierdo de Campos, que adivina el lado y la manotea, pero no con la suficiente fuerza para desviarlo. Era el 1-0 a los 63', y había que cambiar de plan porque no funcionó la estrategia inicial.
Inmediatamente, ingresa Zambrano por Castillo. Tres defensas (Zambrano, Míguez y Vílchez), dos volantes (Ballón y Concha), dos carrileros (Lagos y Peruzzi) y tres delanteros (Reyna, Rodríguez y Barcos). 3-4-3. Algo nuevo, pero ello no nos encaminaba a una intención de empatar. Sí nos dio mayor orden en defensa, pero perdimos el control en el mediocampo, ante el retroceso de Concha. Con eso, no había quién 'alimente' a nuestros delanteros, y Barcos no estaba cómodo para autogestionarse alguna situación.
Cómo la sufrió el 'viejo' en esta final. . Foto: Club Alianza Lima |
Y, digno de un clásico, no podía faltar una pequeña gresca entre los jugadores, que, felizmente, no terminó en alguna expulsión. No podíamos perder el siguiente partido sin jugarlo. Como dije líneas antes, no mejoramos casi nada en ataque y Larriera decidió hacer ingresar a Pablo Sabbag por Aldair Rodríguez, y a Gabriel Costa por Hernán Barcos, 10 minutos después del ingreso del colombiano. Estoy casi seguro de que el 99,9% de los hinchas dijimos en ese momento: "¿Qué está haciendo, profe?". Él mismo nos contestó después, pero vamos con un apunte importante antes de.
¿Recuerdan lo que les dije de Fossati? Pues aquí fue cuando el reloj le falló y vio que eran las 10 p.m. y era hora de irse a descansar y pensar en el 'Matutazo'. Decidió hacer ingresar a Jorge Murrugarra y Horacio Calcaterra, por Martín Pérez Guedes y Piero Quispe, respectivamente. Sí, sacó al mejor de Universitario. Como cuando la 'U' jugaba contra Cristal y sacó a 'Pierito' en el momento que más lo necesitaban. También sacó a Valera, que, mal que bien, era lo mejor que tenía en ataque. ¿A qué voy con esto? Creyó que Alianza no encontraría el gol y, creo, razones tuvo. No tuvimos a Barcos inspirado y el bicampeón no se hallaba en ataque, pero hay algo que no se compra en la farmacia —como dirían los amigos otoñales— y se llama jerarquía.
Todo comienza con un mal centro de Cabanillas, que es controlado por Zambrano, quien conduce el balón y juega para Lagos, que estaba casi en el centro del campo y toca con Sabbag. El colombiano —que no había aparecido— cambia de ritmo y desborda hacia la izquierda y, cual Hernán Barcos, lanza un balón al espacio vacío para que Reyna encare, saque a pasear a Riveros, e ingrese al área. Polo sale a cortar, pero lo hace tan mal que, en vez de resolver, 'asiste' a Costa, quien se encontraba solo en el área, libre de marca. El popular Basilio (lo sufren mis amigos de EBI), como si estuviera escrito, define en primera, de zurda y al ángulo. GO-LA-ZO. Y a 4 toques, como le gusta a Carvallo. Iban noventa y cuatro minutos (!!!), era nuestro primer remate al arco, casi un 'reynosismo', pero tenía que aparecer Gabriel Costa. Criticadísimo y con justa razón, pero demostrando que, aunque no le creamos, tiene jerarquía. Este es, hasta el momento, el gol más gritado en el año —a falta de la segunda final—, porque teníamos la garganta contenida por el gol anulado de Lagos ante ADT. Se gritó en la mitad + uno del país, y enmudeció el monumental.
Hubo chance para una más, a favor nuestro. Carvallo sale a cortar sin éxito un tiro de esquina, porque se le resbala el balón de sus manos y, en el rebote, casi conecta Zambrano al arco de un cabezazo. Sin embargo, la defensa crema despejó a tiempo. Estuvimos a nada de ganarlo, pero no hubo tiempo para más. Empate en el monumental y todo se define en casa.
"Nunca den por muerto al bicampeón", parece decir Pablo Míguez. Foto: Club Alianza Lima |
El mejor del partido fue...
Gabriel Costa. Por el simple hecho de que la única pelota que tocó, fue el único remate al arco de nosotros, el que nos dio el gol y un empate agónico de visita. Que sea motivación para el miércoles.
Próxima (y última) cita:
Miércoles 8 de noviembre, en el Alejandro Villanueva, a las 8 p.m. Todo se define en un clásico. Anímicamente, regresamos más fuertes de Ate, pero tocará demostrarlo si queremos ser tricampeones. Hay equipo, comando técnico e hinchada. Necesitamos a todos, incluso a los incrédulos, porque la casa se tiene que respetar. Recuerden que esto es Alianza Lima, defiendan los colores con la vida.
Toda la suerte para el próximo cronista. Me despido con un: ¡ARRIBA ALIANZA!
A toda Costa | Universitario 1 - Alianza Lima 1 | Final ida 2023
Reviewed by Blog Íntimo
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noviembre 05, 2023
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