EBITORIAL SOBRE ALIANZA LIMA | UN FRACASO MÁS, SIEMPRE IMPORTA

A inicios de año, cuando aún había esa mal llamada "resaca del campeonato", celebramos que se haya podido mantener la base del equipo que nos dio el título 2021 de forma tan épica. Merecían quedarse, por supuesto, y ser respaldados. Sin embargo, también se advirtió —desde esta y otras tribunas— que para afrontar la Libertadores esto no iba a ser suficiente. Y, claro, salieron los esbirros de toda a vida a calificar de "tiramierdas", inconscientes e ignorantes a todo aquel que se planteara esa cuestión.



Por su parte, como al club le importa poco o nada lo que se habla en las redes, se siguió apostando por preservar esa base, pero sin refuerzos de nivel para el torneo internacional de clubes más importante del continente, y el segundo más importante del mundo. Así como suena.

Se pensó que Míguez iba a poder aguantar las potentes embestidas de los mejores delanteros sudamericanos. Que Ballón iba a poder multiplicarse por 20 para contener a los mejores creativos. Que Concha rompería líneas con sus pases filtrados y arcos con sus fuertes remates. Que Mora y Lagos bastaban para tener bandas seguras. Que la entrega del 'zorro' y el empuje de Arley bastarían para batir cualquier defensa rival. Que Farfán y su rodilla no iban a pelearse de nuevo, y que Barcos, con sus casi 40 mayos, iba a ser tan eterno como en la Liga 1.

A Fuentes, que hasta ahora no sabemos para qué volvió —esperamos que al menos su familia esté feliz con él—. Pero lo que sí sabíamos, y advertimos también, es que había que dudar de un jugador que venía de un equipo español de segunda división en el que no salía ni en lista.

Asimismo, se trajo como refuerzo a Ramos, que en su mejor momento en clubes fue un jugador irregular —lo que haga en la selección nos tiene sin cuidado—. Y eso nadie nos lo tiene que contar porque NOSOTROS LO VIVIMOS cuando lo tuvimos en el equipo. Nunca fue garantía de nada.

Se apostó por Leiton, una promesa sin mayor resonancia en su país —o no lo hubieran dejado ir así no más, ¿no?—. Y si su bajo rendimiento no es suficiente para criticar el fichaje, tenemos sus lesiones, y que la última de ellas —rotura de meniscos— lo mantendrá fuera aproximadamente un mes.

Finalmente, Lavandeira y Benavente, quizá, en ese orden, los únicos fichajes rescatables de la actual gestión, pero que, tristemente, solo han servido para ganarle a Cantolao, San Martín, Universitario, Stein y demás bichos domésticos. En Copa, solo intentos o goles de adorno.

Nos preguntamos ahora qué necesitamos para hacer un buen torneo internacional. Y con esto hemos de ser específicos: sí, queremos ganarlo todo, como todos, pero competir sería un buen inicio. Un punto de partida que al menos nos dejaría tranquilos respecto al futuro.
¿Dinero? Ok. ¿Pero no que somos el club con mejores ingresos? ¿El mejor administrado? ¿Al que nunca le faltan auspicios? ¿Nos falta dinero, señor Bellina? ¿No hay platita, señores del Fondo Blanquiazul? ¿Estamos locos si decimos que con el dinero invertido en jales como Ramos, Leiton y Fuentes, pudimos traer aunque sea un delantero de nivel que releve a Barcos, un central de jerarquía o un lateral que al menos sea LATERAL?
"Oye EBI, no seas tiramierda pe', si nos gastamos tanta plata en jales, descuidaremos las divisiones menores".

Por cierto, ¿qué está haciendo el club en las DM, más allá de entrenar en campos de colegio? ¿Hay algún proyecto para hacer un centro de alto rendimiento? ¿Bustos y Bellina conversan regularmente con los chicos? ¿Se ha diseñado algún sistema de juego integral que facilite la adaptación de jugadores de la cantera en el primer equipo? ¿O se está esperando que el talento se desarrolle solo o aparezca una joya por casualidades de la vida?
Alianza Lima necesita un proyecto deportivo. Un proyecto realista, dividido en etapas, escalonado, integral. Y en eso más que de dinero se trata de GESTIÓN. Pero si seguimos con la cantaleta de que somos un club deudor en reestructuración, seguiremos en un mediocre "modo supervivencia".

Todo club grande, de cualquier país, tiene que al menos COMPETIR en torneos internacionales. Es inviable divorciar tajantemente la obligación doméstica con la internacional. El prestigio del club no se puede reducir solo a un plano local. Debe también reflejarse afuera.

Por otro lado, no pues, los jugadores no pueden salir con la actitud de ayer a enfrentar a uno de los mejores equipos del mundo en la actualidad. Cero valentía, cero rebeldía. Tener más goles en contra que faltas cometidas es un claro indicio de que salieron a entregar y no a entregarse. Y no, no estamos diciendo que con esos elementos el resultado habría sido distinto. Quizá habría sido igual o peor, pero al menos nos habría quedado la sensación de haber luchado, de haber dejado todo en la cancha por nuestros colores. Pero nada. Ni eso.
La derrota de anoche, más allá de ser la peor de nuestra historia en torneos internacionales, dejó el nombre del club en el subsuelo. Al diablo con la estadística de los partidos sin victoria.

¿Dónde quedó el "corazón para ganar", y si no es para ganar, para al menos luchar?
El rival era River Plate, en su estadio, con su gente y en su aniversario, y tú, defendiendo la camiseta de Alianza Lima contra todo ese monstruo enorme. ¿Qué más motivación necesitas para salir a matar?

Lo irónico de todo esto es que el lunes ganamos —o eso esperamos— y listo, nos olvidamos de todo. Como dicen esas palabras mágicas y tan trilladas, "ahora a enfocarnos solo en el torneo local". "No hay excusa, tenemos que campeonar". Y es que los hinchas somos así, y eso no está mal per se. Ser hincha es ser emoción. Lo que está mal es que haya personas que se aprovechen de eso para maquillar sus cagadas. Sí, esos mismos que cuando se gana aparecen por todos lados, pero ahora no los vemos ni en supermercados.

En concordancia con todo lo dicho, nuestra posición es que Bustos y Bellina se mantengan en sus cargos solo hasta este año. Así se logre el éxito OBLIGATORIO de salir campeones, para el otro año tendría que haber nueva gerencia deportiva y nueva dirección técnica. Que el Fondo Blanquiazul se mantenga AL MARGEN de toda la gestión deportiva. Que para eso hay y habrá un gerente deportivo y general. Ellos son ACREEDORES, no administradores.

Asimismo, será necesaria una evaluación exhaustiva del plantel de acuerdo íntegramente a los objetivos para 2023.


Y entre estos objetivos, como comentamos líneas arriba, debe estar —siempre que se logre la clasificación— competir afuera e ir rescatando de a pocos nuestro prestigio internacional.

Señores: Limpiar el nombre del club es ahora una OBLIGACIÓN general y colectiva.

BASTA DE CONFORMISMO.

¡ARRIBA ALIANZA, TODA LA PUTA VIDA!

EBITORIAL SOBRE ALIANZA LIMA | UN FRACASO MÁS, SIEMPRE IMPORTA EBITORIAL SOBRE ALIANZA LIMA | UN FRACASO MÁS, SIEMPRE IMPORTA Reviewed by Blog Íntimo on mayo 26, 2022 Rating: 5

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