Alianza Lima 0 - River Plate 1
"Hay que saber jugar Copa", una frase que hemos escuchado tantas veces como fracasos internacionales tuvimos.
Una oración que parece, además, estar acuñada en el imaginario peruano, aquel mundo inmaterial en la que argentinos, brasileros y uruguayos fungen de maestros de escuela primaria, y son los nuestros los alumnos más flojos y deficientes, a menudo humillados y minimizados hasta el límite. "El jugador peruano tiene técnica, pero no disciplina", se ha llegado a decir. "Tiene el pecho congelado, no corre, no marca, no patea al arco; el fútbol peruano es el fútbol sin arcos". ¿Y qué con eso de que el fútbol es impredecible? ¿Y qué con su factor sorpresa? ¿Y qué de esas épicas hazañas donde el pequeño vence al gigante? Accidentes, solo accidentes.
Anoche en el Nacional no hubo accidentes: ganó el mejor, el favorito, el candidato a campeón. Y el otro, Alianza Lima, que la tenía muy pero muy difícil, no solo se quedó con las manos vacías pese a su localía, sino que, además, extiende una maldita racha de más de veinte partidos sin ganar en una Copa Libertadores. Y sí, algunas luces de esperanza hubo, y ya hablaremos de ellas, pero adelanto desde ya que esta crónica tendrá el mal sabor de quien la escribe. Así que si usted, estimado lector, está esperando aquí alguna apología, me temo que no la encontrará en esta ocasión.
Alianza perdió con River, y aquí mi versión de los hechos.
Fuente: Infobae. |
Fuente: River Plate. |
Alineación de River Plate: 1. Armani; 2. Rojas, 4. Maidana, 6. Martínez y 20. Casco; 24 Pérez, 13. Fernández, 31. Simón y 11. De la Cruz; 21. Barco y 9. Álvarez.
Primer tiempo
Desde el primer minuto se notó cómo se iba a desarrollar el partido: River lo salió a dominar y ganar, basado en su extrema dinámica y despliegue físico, un fútbol que viene practicando desde que inició la era Gallardo. Si bien tenía claro que iba a ser así (que en la actualidad River sea el equipo que mejor fútbol practica en esta parte del continente es sabido hasta en Saturno), debo confesar que ver toda esa movilidad en vivo y en directo, sobre todo despúes de haber estado tan pendiente del torneo peruano, fue una especie de shock personal: de verdad, por momentos, parecía que ambos equipos jugaban deportes diferentes. Aun así, y hay que decirlo, Alianza supo pararse muy bien en defensa, impidiendo que los numerosos intentos argentinos se traduzcan en situaciones claras. Tanto así que, en todo el primer tiempo, Campos tuvo solo dos intervenciones que requirieron de todos sus reflejos.
Creo que fuimos testigos del mejor partido de Christian Ramos desde su vuelta a Alianza. Míguez y Vilchez estuvieron también muy precisos para cortar. Y al medio Ballón y Valenzuela tratando de equilibrar el juego, pero ante la presión rioplatense era una tarea sumamente complicada. Eso sí, en ataque casi nada. Salvo algún chispazo de Benavente o alguna buena recepción de Barcos. Alguna tuvimos de contra, pero la lentitud aliancista y su poca precisión no permitieron que esto signifique verdadero peligro para la visita. Así terminaría la primera parte. La sensación general fue de "misión cumplida".
Segundo tiempo
Para la segunda mitad, la tónica fue la misma, pero con el condimento de que Alianza se mostró un poco más atrevido en cuanto a juego, intentando tenerla un poco más en el medio. Fue aquí donde se notó a profundidad algo que íbamos viendo desde la primera etapa: tanto a Lagos como a Concha les estaba costando muchísimo el partido. ¿Nervios? ¿Inexperiencia? ¿O quizá ambas cosas? Lo cierto es que, al margen del incuestionable sacrificio que ambos mostraron, sus errores de concepto eran clamorosos, por lo que perdíamos oportunidades de generación y, además, se abrían espacios por los que River iniciaba veloces y peligrosos ataques. Al no haber mejoras, sus cambios eran inminentes, pero Bustos decidió esperar. Gallardo, por su parte, no esperó tanto, y realizó dos cambios: entraron Suárez y Quintero, que le dieron aún más claridad a la artillería argentina. El colombiano estuvo muy cerca de anotar el primero tras remate colocado que pasó apenas a centímetros del palo derecho de Campos, que empezaba a ser cada vez más exigido. Pocos minutos después vendría el gol del propio Suárez. Un gol justiciero a nivel de merecimiento: River lo buscó más, sin demasiada profundidad, pero sí con mucha presión y tenencia. Mientras que Alianza no encontraba respuestas y en el banco no se movía nadie aún. Siete minutos después, Bustos finalmente se animaría por cambiar a Concha y Valenzuela por Lavandeira y Aldaír Rodríguez. Dos minutos luego, saldría Concha para el ingreso de Fuentes. La última variante sería al minuto 36 tras el ingreso de Arley Rodríguez y la salida de Lagos.
Fuente: Meridian Sport. |
Y se vienen Colo Colo en Chile y Fortaleza en Brasil...
Apreciaciones finales
"Hay que saber jugar Copa", una frase que hemos escuchado tantas veces como fracasos internacionales tuvimos.
Pero ¿qué es exactamente "saber jugar Copa"? ¿"Meter y meter"?
Anoche River fue mucho más que eso. Pero mucho más. Mucha intensidad para recuperar, mucha velocidad para salir, mucha dinámica, toques exactos, combinaciones automatizadas y la dosis justa de contundencia. La conclusión más simple para este debate es que "meter y meter" no es suficiente. Anoche Alianza "metió". Hubo una muy buena disposición defensiva y fuerza para cortar. Entraron Lavandeira, Arley y Aldaír R., y todos "metieron". ¿Por qué entonces River ganó y Aldair se fue expulsado? Pues por lo dicho: "meter y meter" no es suficiente. Entonces me va quedando claro que el "meter y meter" o "saber jugar Copa" es algo muy relativo, diría que etéreo: no hay ningún manual o sílabo que nos indique cómo debemos jugar Copa. Se trata, tal vez, de una idea folclórica que se ha extendido con el tiempo, sobre todo en países como el nuestro, donde las cosas no salen tan bien como en otros. ¿O acaso es una trampa maquinada por entes de inteligencia superior? ¿Una forma de distraernos con una supuesta lección no aprendida, creando una necesidad innecesaria, mientras ellos perfeccionan su resistencia física, su técnica y táctica?
Esto me recuerda a esos tiempos de la última sequía, cuando mucha gente llamaba "ídolo" a Juan Diego Gonzáles Vigil solo por el hecho de tirarse de cara para quitar una pelota, sin importar que haya jugado mal o que se haya fallado dos o tres goles en un partido importante (nada contra el 'Lobo', por cierto, salvo su infausto paso por la ´U', casi todos los recuerdos que tengo de él son gratos). Nos olvidamos, en primer lugar, del talento (es más, lo comenzamos a despreciar), del juego colectivo, del rigor físico, del trabajo táctico, y pasamos a valorar en exceso el factor "huevos", el "meter y meter". Preguntémonos ahora, dos títulos nacionales después y diez años sin ganar un solo partido oficial internacional, si eso nos enseñó a "jugar Copa".
Párrafo aparte para los líderes del doble discurso: esos que hace no mucho tiempo llamaron "poema" al cogoteo que le hicieron al 'Orejas' Flores en el Centenario, que se cagan de la risa con las narraciones del 'cabezón' Ruggeri sobre partir piernas e intoxicar rivales, y que ayer, en un ejercicio de impactante mimetización, se pusieron la franja de River y llenaron las redes sociales de indignación por la excesiva falta contra el paraguayo Robert Rojas. Las repeticiones de la jugada dejaron claro que no hubo ninguna intención de fracturar al rival; no obstante, el exceso de ímpetu y el desmedido uso de su fuerza sí ameritaron la expulsión que finalmente obtuvo. Más allá de mis gustos personales (que los pocos que me leen bien saben que no van con el juego de Aldair), espero que Rodríguez pueda recuperarse anímicamente de este mal momento, y, por supuesto, que Rojas vuelva pronto a las canchas. Porque no podemos hablar de saber o no saber "jugar Copa" sin que los protagonistas estén bien, tanto física como mentalmente. Porque entonces tendríamos que culpar de todo al trabajo dirigencial, y eso sería echar a perder el chiste, ¿verdad?
Próxima cita
Ya por el torneo local, Alianza Lima recibirá este domingo 10 de abril a UTC en el Alejandro Villanueva. De más estaría explicar por qué urge el triunfo. El partido se jugará a la 1:15 pm y es importante que todos los hinchas que puedan ir, lo hagan. De ser posible, que Matute esté lleno, pues ese sería un poderoso mensaje de apoyo para los nuestros. Un empuje necesario entre tanto golpe deportivo y emocional. Ahí nos vemos.
¡Arriba, Alianza!
Muy buen análisis! Felicidades. Arriba alianza por siempre escucharán! Abrazo grande desde Brasil
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