Christian Ramos deja pasar a Kevin Ruiz. El exdelantero del equipo de Ate "se jugó su final", y vaya que hizo un gran partido. Foto: Liga 1 |
Alianza Atlético de Sullana vs. Alianza Lima - Alineaciones
Análisis del Alianza Atlético de Sullana vs. Alianza Lima | ¿Fue por "la calor"?
Inició el partido y en los primeros dos minutos vimos dos errores no forzados de los laterales Joaquín Aguirre, quien cedió para Barcos, y de Oslimg Mora, quien cedió para Adrián Fernández. La pelota le quedó servida a Marcio Valverde, quien remató al arco a 35 metros de él. Esto es lo que se iba a repetir todo el partido, incluso después de que Sullana se tiró atrás (alrededor del minuto 70, tras ingreso de Lojas): errores defensivos de Alianza Lima, y, rebote que ganaban, rebote que seguía con finalización o despeje. Ambos, como queda claro, buscaron ser muy incisivos en los primeros minutos.
La volante de Alianza Lima, si bien no era la que habíamos presentado antes, sí funcionaba correctamente, sobre todo porque al buen nivel que sabíamos que iba a tener Pablo Lavandeira se le sumó el de Oswaldo Valenzuela, quien ciertamente la tenía más dificil —reemplazaba a Jairo Concha—, pero sabía que tenía que ser tan dinámico como el '17 del Gallo'. De hecho, en una de sus incursiones en ataque, consigue sacar un pelotazo —«la ejecución del centro no fue perfecta», diría una gallina en la TV— al corazón del área a fin de que Hernán Barcos gane de cabeza y anote para poner a celebrar a toda la nación. Se abría el marcador en Piura.
El 'Pirata' celebra el gol con sus compañeros. Buen partido de nuestro goleador. Foto: Club Alianza Lima |
Luego del gol del 'Pirata', el equipo tuvo minutos de buen juego de mitad de campo para arriba. Pudimos ver asociaciones buenas en ataque, aunque ninguna fue suficiente para conseguir aumentar la ventaja. Pero así como vimos que empezábamos a hacerlos retroceder, también pudimos ver que nos buscaban de contra. Como mencionamos al inicio de la crónica, pelota que ganaban de rebote, pelota que despejaban.
Perleche ganó un rebote tras dos pifias defensivas nuestras (de Ramos y Ballón) y cedió para Santiago Arias, quien mandó un pelotazo al área (quiso mandar un pase en profundidad, pero este es el uruguayo, no su homónimo colombiano) buscando a Kevin Ruiz. Ramos despejó mal, Ballón cubrió mal la dividida y la pelota le quedó servida a Campos para despejar con los puños. Sin embargo, en una acción inentendible, el 'Mono' busca embolsar la pelota y el mencionado Ruiz estuvo donde había que estar para forzar el blooper y anotar. «¿Cobró gol o falta? Gol cobró, qué tal jijuna», pensé. Quería creer que hubo falta, pero no. No la hubo. Blooper y 1-1.
El marcador se había abierto con un gol sorpresivo, y volvió a nivelarse con otro. No obstante, incluso más grande que esas dos sorpresas fue la que llegó sobre el final del primer tiempo. Aguirre y Ruiz se asociaron por banda izquierda, y estaban en inferioridad, bien cubiertos por Mora, Ramos y Valenzuela. Sin embargo, Santiago Arias se acercó para colaborar, y Ramos salió de la línea de defensa para marcarlo; ello dejó un hueco más grande que los que hay en las pistas de tu barrio. Arias metió un pase en profundidad (este sí lo fue) para que Aguirre pique al espacio y le rompa el arco a Ángelo Campos. Muy para desazón nuestra, el cuadro de Mario Viera le había dado vuelta al marcador, y así se fueron al descanso.
Pablo Lavandeira se abraza con Barcos tras el gol. Hicimos un repaso sobre lo que puede aportarnos, y puede leerlo haciendo clic aquí. Foto: Jesús Saucedo, Grupo El Comercio |
Esperaba una desahuevada de aquellas en el camerín del equipo, pues los errores (no forzados) de los que hablé al inicio de la crónica y que habían colaborado con los goles del rival no podían seguir repitiéndose. Vamos, hablamos de Míguez, baluarte de nuestra defensa; Ramos, central experimentado con varios años en selecciones nacionales; y Vílchez, quien viene bien y lo demostró contra Mannucci. «Calma, se va a estabilizar.», diría mi versión más octópoda. No se estabilizó, como vimos en los primeros dos minutos del segundo tiempo.
Pero, oiga, el fútbol tiene cosas como las que vimos en el minuto tres: Pablo Lavandeira centró al primer palo para que Yordi Vílchez peine y anote. El uruguayo cumplió con su cuota: marca o anota cada 110 minutos. Dos a dos y todo el complemento por delante. En GOLPERU se lo otorgaron a Aldair Rodríguez.
Míguez, tal vez medio grogui tras el mal despeje de la jugada mencionada en el anterior párrafo, se llenó de pelota —y nerviosismo— y dejó pasar a Aguirre, quien casi anota el 4-2. En la jugada inmediatamente posterior a esta, el mismo Aguirre casi vuelve a anotar luego de perder la "marca" de Ricardo Lagos, pero su remate chocó en el palo y se fue desviada.
Mientras hacía la cobertura (me retracto de lo que puse, pues yo vi que la había sacado Campos, no que se había ido al palo), vi cómo en redes sociales los aliancistas, furiosos, agarraban a rebencazo virtual limpio a todo el mundo. Y con rebenque más crudío que encontraron. En fin, luego de diez minutos de intentos por ambos lados, ingresaron Arley, Benavente y Leiton. Este último protagonizó una gran jugada individual que culminó con un remate al arco. Podrá sonar baladí, pero no lo es: hasta ese momento, parecía que teníamos prohibido rematar al arco.
Oslimg Mora y Adrián Fernández disputan el balón. Alianza volvió a perder por 4-2 contra AAS en el Melanio Coloma después de 24 años. Dato: Roberto M. Gando Foto: Club Alianza Lima |
Momento bisagra. A partir de aquí, Alianza transformó su 3-5-2 en un 4-2-1-3, y, a pesar del ingreso de Palomino y Lojas por Torres y Valverde (quien salió sentido), Alianza Atlético se tiró atrás: todos los churres parados detrás de la línea de media cancha a la espera de una buena contra. Así, la zona defensiva de los piuranos estaba superpoblada cuando atacábamos, pero no le supimos sacar provecho. Y no es que ellos hayan sido impecablemente ordenados, sino que, con tanta gente, lo que había era una balumba, y no pudimos hacerles daño con jugadas en movimiento ni de pelota parada. Llegaba el final del partido y cada minuto que pasaba atacábamos con menos vehemencia, lo que hizo que ellos buscaran la tan ansiada "buena contra".
Con los ánimos ya más calmados, los locales (no lo fueron, pues los aliancistas llenaron las tribunas del estadio de Bellavista) liquidaron en tiempos de descuento. Carlos Correa trasladó 40 metros (de área a área, casi) después de que Arismendi bloqueara un centro de Cornejo para quedar contra tres aliancistas: el mismo Cornejo (en duelo individual), Ballón y Lagos. Cornejo ni lo marcó, lo miró, no más, al mismo tiempo que dejó pasar al ingresado Kléiber Palomino, quien no dirigió ninguna orquesta, pero sí tomó la batuta hacia el octavo minuto de descuento para liquidar el partido con un zurdazo al segundo palo. «Marrrdita sea, chamo, ¡defiendan bien!», decía la pareja de mi vecina de arriba. Y tiene razón, así como también la tienen quienes piensan igual que él: defendimos muy mal esta tarde, y eso nos pasó factura.
La figura del partido fue: Yordi Vílchez
Mapa de calor de Yordi Vílchez. Note usted la ligera mancha en el área rival: solo tuvo un toque de balón allí, y fue gol. Cabe mencionar, eso sí, que tuvo buen apoyo en Ballón. |
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