Alianza Lima 1 - Universidad César Vallejo 1
Mario Salas aún no sabe lo que es ganar con Alianza Lima. Al chileno se le ve preocupado, tenso y por momentos pensativo. No parece encontrar respuestas a sus anhelos de fútbol dinámico de generación, habiéndose encontrado, más bien, con un plantel ideado para otro tipo de juego (o mal ideado, muy probablemente). ¿Ceder ante ello o no? Parece ser su dilema. Lo cierto es que ayer, ante la UCV, Alianza careció, como viene siendo la constante, de esa elaboración soñada, apostando por una salida rápida que terminó siendo errática, y encontrando en el juego vertical algunas inesperadas respuestas. Así, a puro intento, ensayo y error, llegó el gol del empate. Analicemos juntos este nuevo empate de Alianza Lima, el equipo al que le está costando una vida la victoria.
Escribe: Rubén Ravelo
Libero. |
Primer tiempo
Se notó desde el principio la diferencia de galones entre uno y otro planteamiento: mientras Alianza apostó por la frescura de sus canteras, pensando más en el decisivo choque de mañana ante Racing por Copa Libertadores, Vallejo salió con lo mejor que tenía: casi todos elementos con mucha experiencia, y teniendo en Víctor Cedrón, exjugador blanquiazul (o "blanquimorado", como muchos lo prefieren recordar), a su conductor estrella. Adelanto desde ya que casi todas las jugadas de peligro nacieron de sus pies, pero que, felizmente, fueron bien barajadas por la dupla Beltrán- Montoya, o por el buen Ítalo Espinoza, que demostró una vez más estar para titular, más allá de que el puesto de arquero en tienda íntima parece tener un insustituible dueño. Alianza sumó apenas un remate al arco, cortesía de Zúñiga, que también cometió un blooper poco antes de finalizar la primera parte, en lo que pudo ser la apertura del marcador. Aún así, y sobre todo por la cantidad de faltas que generó, le alcanzó para ser el elemento más inquietante en la ofensiva 'grone', pues Rubio estuvo casi siempre demasiado lejos del arco rival. Por izquierda Ferreyra apeló a su habilidad y cambio de ritmo, pero en metros finales no decidía bien. Y por derecha un Cavero que se dedicó más a tapar salidas que a generar juego ofensivo. La dupla Escate-Cornejo no resultó, en gran medida porque al primero le costó mucho posicionarse en esa primera línea de volantes. Cornejo, por su parte, si bien no estuvo en su mejor versión, sigue consolidándose como un gran soporte táctico, sobre todo en labores de marca. Como lateral izquierdo tuvimos a Duclós, a quien ya conocemos bien y sabemos que lo suyo no son las proyecciones, pero Medina, que viene con otros ribetes, sí que me decepcionó en esa labor. Y sabiéndose además de sus buenas pegadas, cabe decir que esta vez no estuvo fino en la ejecución de tiros libres y de esquina, acabando todos ellos en las manos de Patrick Zubczuk. Así, con empate a cero, pero con la clara sensación de que era la visita el que más cerca estaba del gol, terminó la primera parte.
El Bocón. |
Segundo tiempo
Para la última parte del partido se mantuvo la esencia de la primera: Un Vallejo que buscaba en base a la claridad de su medio campo y la velocidad de su delantero, y un Alianza que intentaba salir rápido y llegar al arco en pocos toques, pero al que le fue mejor cuando se salteaba todo ese tránsito y trataba de buscar las espaldas de los defensores rivales, apelando a la velocidad de Zúñiga y al desdoble de Ferreyra. Los trujillanos adelantaron con gol de Mena, tras un gran pase de Cedrón y centro, mejor aún, de Elsar Rodas. ¿Algo más pudo ser Espinoza? Quizá, aunque con centros así salir a cortar puede ser un suicidio para los arqueros. Entiendo la decisión de esperar a que termine la jugada. Le pondría un poco más de peso de culpa a Beltrán: la velocidad nunca ha sido su fuerte, pero algo más pudo hacer también. En todo caso, la jugada fue perfecta y en situaciones así, más es el mérito que el demérito. Salas movió el banco y metió a Mora en reemplazo de Cavero y a Aguilar por Montoya. Al minuto 74', de los pies de Aguilar, que fungió como lateral izquierdo, llegó el centro que, luego de un mal despeje, aprovechó el buen Oslimg para anotar de volea su primer gol con el primer equipo íntimo. Golazo. A partir del empate, Alianza empezó a manejar mejor el partido, pero esto no duró mucho tiempo: las imprecisiones en salida costaron no solo más oportunidades de gol para el rival, sino también, ya sobre el final, la expulsión de Duclós por doble amarilla. Vallejo no pudo hacer más daño y se firmó el empate en el Alberto Gallardo.
El Comercio.
Apreciaciones finales
Si bien queda la sensación que en los últimos dos partidos ha habido una mejora en la actitud y dinámica, esto no está alcanzando para lograr el ansiado primer triunfo pos-cuarentena. Alianza Lima se queda solo en intentos que, de la mano con las imprecisiones, sobre todo en salida, hacen del equipo una estructura muy débil, siendo esto aprovechado por cada rival que nos toca enfrentar. Esto tiene que ver con lo que decía al principio: el plantel de Alianza se muestra, hasta ahora al menos, reacio a la idea (o ideas) de Salas. Y el chileno, por su parte, no está logrando convencer a sus dirigidos. La situación se complica aún más si miramos el calendario y este resulta tan apretado que asfixia. Mañana, de hecho, hay Copa Libertadores, y lo que suceda en Matute tendrá, sin ninguna duda, injerencia en las siguientes jornadas. Pronóstico reservado, como mínimo.
Próxima fecha
Mañana a las 19:30, Alianza Lima recibe a Racing de Avellaneda en el Alejandro Villanueva, por la cuarta fecha de Copa Libertadores, fase de grupos. ¿Complicado? Complicadísimo. Solo espero que los más experimentados del equipo puedan sostener el partido y sus posteriores implicaciones, sean estas negativas o positivas. De esta salimos todos.
¡Arriba Alianza!
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