Con el permiso de todos, voy a cantarle (las verdades) a mi Alianza.🎶 | Estudiantes de Mérida (VEN) 3 - Alianza Lima 2

Quizás con la situación del equipo, hoy el Zambo Cavero (QEPD) preferiría estar sentado. Alianza, nuestro querido Alianza, demostró que seguimos nuestra constante en la Copa Libertadores: coleros y sin competir. Frente a Estudiantes de Mérida, jugamos como unos "estudiantes" de mierda. Y como se comentó en El Podcast Íntimo, todo lo malo que se hace arriba en la dirigencia, se refleja abajo.

Escribe: Antenor Incio (@elantenor)

Esta es la cara del equipo de inicio a fin. (Foto: ESPN Perú)

Ficha técnica:

Así los vi:

Alianza no había sostenido regularidad en el torneo local, y no había una certeza de que hagamos lo contrario en tierras Bolivarianas. Solo teníamos un aliado que aparece en éstas circunstancias: la fe, lo más bonito de la vida.

Hablando ahora sí de fútbol, llegábamos a este partido ubicándonos en el último lugar, con cero puntos y con la obligación de ganar a un rival que no jugaba desde marzo, además de no poder contar con su DT de manera presencial. Escenario preciso y precioso para esa inyección anímica que necesitamos, tras estos días y semanas pesadas (quizás Úrsula me entenderá). Desgraciadamente, fue la gota que rebalsó el vaso.

Alineamos con un equipo casi de memoria, y no esperábamos mucho de ellos. Pero tocaba apoyar… Fue un primer tiempo impreciso, aburrido y con un juego improvisado, donde los comentaristas hablaban más del posavasos de Claudio Pizarro, que del rendimiento de los jugadores. Estudiantes se mostraba impetuoso y aprovechó los espacios que cedía Rosell y Salazar por los costados y lograron asustarnos, pero ahí estaba Leao, un discreto Leao que poco a poco decae en su seguridad y liderazgo. Y una vez más, Salazar fue condicionado a una tarjeta amarilla a inicios del partido. La más clara de esta primera etapa del encuentro para Alianza fue un remate en primera de Gonzalo Sánchez en el tiempo adicional, parecido a la que tuvo con “Muni”, pero con distinta fortuna.

Durante el segundo tiempo, no se presentaron variantes y salió el mismo once. Creímos que la charla técnica de Salas brindaría frutos, y más cuando en los primeros minutos tenemos la chance de anotar a través de la vía penal. Gómez convierte a los 51’ y pudo haberse mantenido en perfil bajo por su discretísimo año (le cedo los adjetivos a Roberto del Carpio), pero decidió bailar y celebrar como si hubiésemos ganado la Champions. 

Foto: Depor

Luego a los 55’ aparece otro jugador criticado: Joazhiño Arroé. Con un remate colocado al poste izquierdo del arco, desata el descontrol en hinchas aliancistas que no gritaba un gol de victoria en Copa desde el 2012, por obra y gracia  de José Carlos Fernández. 

Foto: Express Fútbol

Pudo consolidarse el triunfo, esos tres puntos que, desde la "era Salas", solo lo ganamos por la vía legal. Pero demostramos - una vez más - las falencias técnicas, tácticas, físicas y psicológicas que el equipo presenta. A los 64', Edson Rivas (uno de los cuatro Rivas en el 

campo) anota para el descuento de Estudiantes, sacándose la marca de Alberto Rodríguez y definiendo con un derechazo fuerte a la derecha de Butrón. 

Había tiempo para hacer algo más, cerrar el partido con doble línea de 4 y probando al 'Che' Beltrán como un tapón en el medio campo. Pero ingresó Cornejo x Cruzado y poco o nada pudo hacer para contener los constantes ataques del equipo venezolano. Y a paso cansino, lograron el empate a los 81' por parte de Wilson Mena, quien apenas tenía minutos en cancha. Un pase filtrado que descolocó la volante y defensa de Alianza, y el delantero aprovechó la oportunidad. 

Foto: El Comercio

Alianza perdió el control y buscó como sea intentar llegar al área rival. Zúñiga, quien entró en los minutos finales, tuvo quizás la mejor jugada en su etapa aliancista, desbordando por derecha y haciendo la diagonal hacia el área, y ejecutó un remate que impactó en la mano derecha del defensor de Estudiantes. Evidente penal que pasó desapercibido por el árbitro, pero el equipo ya estaba sin alma.

Finalmente, y fiel a nuestras características, hicimos un penal tontísimo en los minutos de descuento. Quijada realizó una infracción leve pero innecesaria al rival y convierte el tercer gol José Rivas, a los 97'. 

Foto: RPP

Apreciaciones finales:

Hoy demostramos más de lo mismo y menos de lo que somos. Se destruyó lo que por años intentamos formar: ser una institución seria. Y esto no parte por el partido (lamentable); sino por la mala planificación del club para gestionar permisos de jugadores, por romper el perfil del jugador blanquiazul, por vender nuestro club a un grupo de mercenarios que, sabíamos lo que iban a hacer pero igual los recibimos. Y si retrocedemos un poco, dejamos ir a jugadores claves para el equipo y no repatriamos a nuestros chicos que prestamos por toda una temporada. 

Confío que el equipo revertirá esta situación, pero es momento de que el hincha pegue el grito y exponga lo que todos notamos: el declive institucional. Salas debe pensar quizás que llegó a un club bastante complicado, pero no debe pasar por su cabeza renunciar. Conocemos su trabajo y sabemos que - dentro de los "pecho fríos" que tenemos - hay jugadores que van a potenciar su nivel. Los "potrillos" tendrán una gran oportunidad de destacar, pero el fútbol no es de nombres, sino de hombres. Volvamos a ser el equipo competitivo, talentoso y que siempre entrega el corazón. 

Próxima cita: 

El sábado tenemos un encuentro frente a Sport Huancayo, a la 1:15 p.m. Nos lleva 5 puntos, pero ante una tabla tan ajustada, puede pasar cualquier cosa. Llegamos golpeados y necesitamos ganar ese partido para retomar el curso que requiere un campeón. Salas tiene una nueva oportunidad para demostrar su idea de juego y su capacidad para asegurar el resultado. No será sencillo, pero a pesar de todo, te sigo amando.

¡Arriba Alianza!