El doble adiós

Alianza Lima 0 - Internacional 1

Una derrota más, ¿qué importa? Sí, importa, y mucho. No solo por haber extendido una de las peores rachas del primer equipo en los últimos años. No solo por haber resignado toda posibilidad de tentar una Copa Sudamericana, con el beneficio general que ello implica. No solo por hundir más, si acaso se puede, nuestro prestigio internacional. Sino también porque, al parecer, esta derrota ante el Inter de Paolo Guerrero signfica el triste colofón de la corta y nada gloriosa historia de Miguel Ángel Russo en Alianza Lima. Un técnico "A1" que, lejos de dejar positiva huella en La Victoria, se iría dejando agrias sensaciones, tanto individuales como en relación con su entorno: el siempre vapuleado fútbol peruano. Así, se viene consumando un doble adiós: El de Alianza de los torneos internacionales de este año. Y el de Russo de Alianza Lima. ¿Crónica de una muerte anunciada o sorpresivo fracaso? Hablemos de ello en las siguientes líneas.

A estas alturas del día, es casi un hecho que el de anoche fue el último partido de Miguel Ángel Russo con Alianza Lima.

Escribe: Alejandro de Cotabambas

Así alinearon/formaron

Vía Soccerway.com

Primer tiempo

Lo diré desde ya: Alianza jugó un partido bastante correcto, más aun considerando cómo venía jugando, claro está. Ante Inter, desde el inicio, salió muy bien agrupado, tratando de ser un equipo corto, interceptando líneas de circulación y ganando, generalmente, todas las divididas. Internacional, ante esto, se dejó notar incómodo y, usualmente, falto de ideas para romper el cerco defensivo blanquiazul. En ataque, el libreto estaba claro: balones a Affonso para que sea el pivot del equipo y alimente a los extremos: Quevedo y Arroé, que lamentablemente se mostraron, aunque impetuosos, siempre intermitentes en materia de resolución de jugadas. Aún así, Alianza tuvo al menos una chance clara de gol, precisamente de los pies del delantero uruguayo, que de a pocos vuelve a su nivel más alto. Ramírez, Rodríguez y Fuentes estuvieron de bien para arriba a nivel táctico. Se pusieron el overall y trabajaron duro para que el elenco gaúcho no pudiera acercarse demasiado. Sin embargo, la habilidad de sus atacantes superó varias veces estas barreras, y en defensa, aunque acertado en cierres finales, Alianza cometía faltas cerca del área, y/o respondía con los buenos reflejos de Pedro Gallese. El negocio visitante estuvo por la banda derecha, en la que Rodrigo Cuba estuvo demasiado solo durante casi todo el primer período, enfretando a veces a hasta tres jugadores rivales proyectados. Por esta razón, Quevedo cambiaría el libreto para el segundo tiempo y empezaría a ayudar más con la marca. Mención aparte para el arbitraje, que si bien no perjudicó "escandalosamente" los intereses de uno u otro club, no tuvo capacidad para detectar una clarísima mano en el área brasilera, que habría significado una muy buena oportunidad para el equipo del pueblo. Asimismo, cobró faltas inexistentes. Se me viene a la cabeza un quite limpio de Affonso en área rival que el juez principal cobró de manera increíble. De todos modos, esto está lejos de ser una excusa si lo que se desea es evaluar el rendimiento general del equipo en la primera parte del año.

Segundo tiempo

El guión continuó para la segunda mitad. Pero fue cambiando a falta de 20 minutos, cuando el físico empezó a mermar en Alianza y los brasileros se mostraron más enteros y decididos. Así, la figura de Gallese empezó a crecer. Un remate al travesaño fue el más claro aviso de que pronto ni siquiera sus buenas prestaciones como portero nos salvarían. Y así fue: a falta de 10 minutos y segundos, y tras un corner (de los tantos que tuvo Inter a lo largo del partido), llegaría el cabezazo de Rodrigo Moledo. Gol de Inter y victoria justa. Alianza ensayó una reacción pero fue demasiado tibia. Y salvo un remate-centro de Arroé (que para el segundo tiempo casi y solo la tocó para equivocarse en sus decisiones), el cual complicaría un poco a Lomba, no se pudo hacer más para conseguir el empate. Empate que, dicho sea de paso, habría sido muy auspicioso para Alianza en pos de tentar un cupo a la Copa Sudamericana. Hoy, esa posibilidad es únicamente de Palestino, que visitará pronto Lima para cerrar de una vez esta pesadilla llamada Copa Libertadores 2019.

Con la derrota de anoche, Alianza Lima suma 10 partidos sin ganar.

Apreciaciones finales

Sobre el equipo ya se ha dicho mucho (y todos vamos a coincidir en que su rendimiento general es bastante pobre línea por línea), así que trataré de no incidir ni caer en insistencias vacuas. Anoche se hizo una presentación digna, sí, decente si se quiere, pero era particularmente necesario reafirmarlo con un resultado. Si no se logró, es un fracaso. Punto. Es lo que dicen los números, y no hablo de los números de uno o dos partidos, sino de los 10 partidos sin ganar que tenemos, sumando los partidos en los que ganamos dejando muchas dudas, como aquel ante Cantolao en el Miguel Grau. Por otro lado, mi impresión sobre Russo es que es un entrenador que llegó bastante valorado a un medio del que conocía poco y nada. ¿Creyó que solo por ser Russo le iría bien? Tal vez. ¿Creyó en las maravillas que, probablemente, le pintaron quienes lo convencieron de venir? No lo creo tanto. Simplemente no le agarró nunca la manija al plantel. 

Pienso, y esta es mi impresión, por lo cual no deja de ser una idea totalmente subjetiva, que no se terminó de preocupar por convencer a sus dirigidos para llevarlos a un solo frente. Creyó, quizá, que lo seguirían solo por ser él, y eligió la estrategia equivocada: la de criticar constantemente, y a puertas abiertas, el hecho de que le faltan jugadores (lo hizo incluso ayer, frente a Gallese, en conferencia de prensa. "No tenemos jugadores de la categoría de D'Alessandro", dijo, y aunque esa sea una verdad infranqueable, el mensaje en camerinos debería ir por otra dirección, creo yo). Dado esto, no sorprende, pues, que haya podido causar incomodidad tanto en jugadores como dirigentes. ¿Daba para la "camita"? Tampoco creo que haya sido eso. Es que el DT tiene que ser, ante todo, un líder enfocado a potenciar las fortalezas de sus dirigidos. Y no solo una máquina productora de quejas. Eso, en todo caso, debió manejarlo internamente con quienes no pudieron darle lo que él pidió, y no solo dedicarse relegar a quienes dirige. 

Ahora, esto abre otro debate, ¿cada vez que un DT sea incómodo para los jugadores, estos van a jugar tan terriblemente? Aquí entran temas más psicológicos que otra cosa. La primera respuesta que nos nace será: NO. Pero eso es porque somos hinchas. Y si nosotros pudiéramos jugar en Alianza, siempre daríamos todo, sin importar nada más. Pero un jugador profesional ve las cosas de manera diferente, supongo. Al final, para ellos jugar es un trabajo. Y, como el cualquier trabajo con un jefe incómodo y psicológicamente hostil, el rendimiento no sería el óptimo. Ojo, no lo justifico. Para mí, la grandeza de Alianza Lima y su importancia a nivel social y cultural en el Perú debería superar cualquier impedimento, incluso el de tener cortocircuitos entre DT y jugadores, dirigentes y DT o dirigentes y jugadores. Primero está, o debería estar, el club. Y a pesar de sentir pena de que esta idea no sea compartida por todos, puedo llegar a entender, en parte al menos, la problemática actual del primer equipo aliancista.

Una de las postales del partido: Paolo Guerrero con gesto adusto mientras el resto de sus compañeros celebra el gol de la victoria. Sin dudas, el amor del 'Depredador' por Alianza Lima es real.

Próxima cita

Para nosotros no queda más que seguir acompañando y alentando al equipo. Así que, sin más, nos vemos este domingo a las 6 pm en Matute. El rival será el siempre complicado (para nosotros al menos) cuadro de San Martín. Ahí estaremos.

¡ARRIBA ALIANZA!

Fotos: Epensa