Una victoria de 45 minutos

Alianza Lima 3 - Universidad César Vallejo 1

En la vuelta de la siempre difícil (para Alianza, al menos) César Vallejo al feudo de Matute, la blanquiazul, que venía de perder con Sporting Cristal, debía lavarse la cara por dos motivos fundamentales: El primero, para no despegarse tanto de los primeros lugares del torneo local. Y el segundo, para llegar de la mejor manera posible al crucial choque ante River Plate por Copa Libertadores, a jugarse en apenas dos días. Con tres bajas a considerar para Miguel Ángel Russo (Fuentes y Ramírez por expulsión, y Rosell por lesión) y siempre mirando de reojo el fixture, era un secreto a voces que un equipo alterno saltaría al campo para intentar volver a la senda del éxito. ¿Lo conseguiría? Felizmente, sí. Y aquí mi resumen de los hechos. Allá vamos.

Escribe: Alejandro de Cotabambas

Abrazo de gol: Alianza mostró una de sus mejores caras del año en un primer tiempo memorable.

Así alinearon y formaron

Vía: Soccerway.

Primer tiempo

Alianza Lima fue un bólido. Vamos a resumirlo así. El equipo de Russo salió a aplastar a su rival de turno. El medio campo aliancista ganaría rápido mucho protagonismo, pues a las buenas y veloces recuperaciones de Cartagena se sumaban los interesantes intentos de pase de Cruzado para sorprender a la defensa norteña con las incursiones de Manzaneda, Quevedo, Affonso, e incluso Arroé, que se mostraba como opción de recepción. De estos intentos, una pelota le quedó a Manzaneda, que ante la salida de Raúl Fernández definió con un hermoso sombrero (2'). Un golazo. Alianza seguía hilvanando y así se plasmaban buenas jugadas colectivas en ataque. De una de estas jugadas, Arroé estuvo cerca de anotar el segundo. Y poco después, a los 14', Mauricio Affonso anotaría otro gran gol luego de un centro perfecto de Rodrigo Cuba. Lo más destacable a partir de esos goles tan tempraneros es que Alianza no bajó el ritmo. Siguió intentando llegar al arco trujillano. Gol anulado a Cuba y un yerro increíble de Manzaneda fueron prueba de que Fernández no tuvo descanso alguno en los primeros 45'. Pero claro, había que capitalizar. Y para eso, sobre el final, aparecería Kevin Quevedo. Nueva jugada colectiva aliancista de toques rápidos y precisos al ras del campo (perdónenme los que gustan más del juego vertical aéreo, llámese pelotazo, pero nada como estas asociaciones sin elevar tanto la pelota), Guidino que logra desbordar y luego sacar un centro rasante que llegó a los pies del extremo derecho. A celebrar. 

Alianza ganaba por 3 a 0. Ganaba bien. Gustaba. Y la sensación general era que, de seguir así en la segunda mitad, se podía concretar una goleada de escándalo.

El primer amor jamás se olvida: José Manzaneda registró su primer tanto con camiseta blanquiazul.

Segundo tiempo

Bueno, lo adelanto, no fue así. Alianza bajó considerablemente el ritmo del partido. Hizo poco para conseguir más goles, y terminó cediendo tiempo y espacio a la Vallejo para que ensaye alguna reacción. Y así fue que a los diez minutos de juego la visita estuvo muy cerca de descontar, pero Riojas salvó el gol casi en la línea del arco. En la siguiente jugada, el árbitro central, Jesús Cartagena, se somete en extremo al reglamento y cobra un penal rarísimo. Germán Pacheco, que ahora defiende los colores 'poetas', se paró frente a Gallese, que atajaría de gran manera su fallido remate. Alianza intentó volver al ritmo inicial y tuvo un par de opciones claras a través de Cuba y Cruzado, pero Fernández reeditó viejas actuaciones en el Alejandro Villanueva y evitó que la cuenta aumente. A la media hora de juego, un pase largo que ganó fácil la espalda de Guidino, permitió que Medrano sirviera a Silva, y que este pudiera anotar el descuento visitante ante la floja reacción íntima. Apenas un minuto después, Rinaldo Cruzado sería expulsado por una segunda amarilla que no debió ver, según repeticiones, pues el volante había marcado directo al balón en la falta cobrada por Cartagena. Así, se cerraría un arbitraje penoso pero que, al no influir tanto en el resultado, pasa desaparcibido, al menos mediáticamente; pero no debemos olvidar que ya son dos fechas seguidas que la blanquiazul se ve perjudicada por los "hombres de negro". 

El resto del tiempo Alianza sostuvo muy bien su ventaja, y hasta estuvo a punto de ampliar a través de Ugarriza (que había entrado por Affonso). El ex-crema tuvo hasta dos situaciones de gol que resolvió con poca convicción. Se confirma, pues, la enorme brecha que existe entre el delantero titular y el suplente, lo cual puede resultar muy preocupante tomando en cuenta que tenemos dos torneos que afrontar. 

Finalmente, pita Cartagena y Alianza se queda con los tres puntos en casa. Tres puntos que dejaron una sensación agridulce (como contra Boys), esa sensación que deja un equipo que puede obtener resultados aún más categóricos, pero que por alguna razón prefiere no hacerlo y permitir que los rivales compliquen más de lo que deberían.

La figura fue...

Grata sorpresa para muchos fue ver tan activo a Rinaldo Cruzado, que ante Vallejo se hizo fundamental en el manejo del medio campo y contribuir para que el equipo en ataque sea el bólido que fue en la primera parte. En una línea de lanzamiento, un jugador con la técnica del zurdo resulta vital. Pero esto, eso sí, no habría podido darse sin el muy buen acompañamiento de Wilder Cartagena. De todos modos, sobre todo por el buen retorno al equipo, elijo a Cruzado como el mejor de la tarde de ayer. 

Apreciaciones finales

Listo. A pensar ahora en River. Lo que se haya hecho o desperdiciado en el torneo local queda ya muy atrás. El miércoles se escribirá otra historia. Una que tendrá componentes más ácidos y protagonistas más difíciles de descifrar. ¿Que si estamos listos? Por supuesto que no. Pero, ¿cómo se está listo para la Copa Libertadores, siendo un equipo peruano, y teniendo un grupo tan difícil? Siempre nos va a costar. Podría costarnos menos, sí, pero siempre nos va a costar. Queda esperar que los mejores momentos que vimos de Alianza en el año, específicamente ante Barcelona, Sport Boys y la César Vallejo, puedan concatenarse en una sola expresión ante uno de los equipos más importantes del mundo. La última vez que lo hicimos fue hace nueve años. Y sinceramente no creo que la calidad de jugadores y entrenador que teníamos en esa época diste mucho de lo actual. Eso sí, los partidos de Copa Libertadores se ganan siempre desde las gradas. Lo que obliga al Nacional no solo a reventar en público, sino también en aliento. Que esta historia tenga un final feliz. El final que merecemos.

Matute, 2010: Que valga la pena soñar.

Próxima fecha

Este miércoles tenemos Copa. Nos vemos en el Estadio Nacional a las 7:30 pm. Que sea un gran partido, y que el equipo del pueblo haga vibrar al Perú (menos unos cuantos) una vez más.

¡Arriba Alianza!

Fotos: Epensa