Alianza Lima 1 - River Plate 1
A una sola jugada. Así de cerca quedamos de conseguir una victoria contra el vigente campeón de América, contra el ganador de la llamada 'final del siglo' en el continente. En un análisis previo, si lo ganábamos iba a ser bajo la suma de los factores que se dieron hasta ese último tiro libre pateado por Ferreira: con un gol nuestro tal vez fortuito, pero con sacrificio y solidez en todas nuestras líneas; con sufrimiento e intervenciones clave de Gallese, pero con la actitud que hay que poner ante la magnitud de este torneo y del rival. Sin embargo, si no lo íbamos a ganar, también tenía que ser de esta manera y así fue. Aún sigo caliente, con la lógica desazón del empate, pero haré un esfuerzo anímico por resaltar lo que hoy mostramos, que sin ser perfecto, fue bastante bueno.
Escribe: El Mago del Arco (Twitter: @elmagodelarco)
Así alinearon:
Primer tiempo:
Con un 4-3-3 astutamente replegado, Russo plantó a un Alianza consciente de su inferioridad en dinámica ofensiva, pero que apelaría a las salidas de Cartagena y 'Cachito' (en ese orden) para alimentar en los contragolpes al tridente Manzaneda-Affonso-Quevedo. El plan no era infalible, por supuesto, porque habría que aguantar las arremetidas de un River Plate que jugaba de memoria con las sociedades entre Quintero, Santos y Pratto. Tras el remezón que dejó un par de situaciones claras para la visita, Alianza se posicionó mejor y cerró los espacios, aunque careció de fineza en las transiciones de defensa a ataque. Nuestras armas y recursos eran menores, pero con orden y actitud emparejábamos el trámite. Así, a partir de la presencia ganada en área rival, llegó el lateral largo de Cuba que terminó en los pies de Manzaneda, quien puso el primero de la noche y desató el júbilo en un abarrotado estadio Nacional. Con esa ventaja sostenida hasta el descanso, había que jugar los otros 45' con toda la concentración del mundo. Lamentablemente y por muy poco, no se dio.
Así la mandó a guardar Manzaneda. |
Segundo tiempo
Aún no entiendo por qué se inclinó tan en contra la balanza para la complementaria. Obviamente la intensidad del primer tiempo había dejado más estragos en Alianza que en River, pero a pesar de ello dio la impresión de que salimos siendo un poco más conservadores de lo necesario. La poca, pero bien administrada posesión que teníamos, se esfumó. Salvo Affonso, todos nuestros hombres se pararon tras la línea de la pelota para un muy solidario trabajo defensivo: se notaban más las marcas personales, había presión y reducción de espacios, y buen criterio para caerles en marcas de dos contra uno por momentos.
En el trámite, el empate fue justo; en lo moral, merecimos ganarlo. |
No obstante, la jerarquía de River haría que algunas claras aproximaciones al arco de Gallese cayeran por peso propio. Una mano tonta de Cuba derivó en un penal espectacularmente atajado por nuestro arquero; pero al final, cuando se cumplían los abusivos 5 minutos adicionados por el árbitro, Godoy cometió una falta al borde del área que Cristian Ferreira supo capitalizar como un crack. En esa última acción, el joven atacante fue el plus con el que River evitó la consagración de todos los sobreesfuerzos del cuadro íntimo. Sobreesfuerzos que no sumaron 3 puntos por muy poco, pero que es justo y necesario reconocer.
El mejor en Alianza Fue...
José Manzaneda. Sin ser una pesadilla para Gonzalo Montiel por esa banda, el '7' íntimo fue el que mejor aplicó el libreto que Russo escribió para nuestros ataques. Estuvo atrevido, desequilibrante, y se mostró siempre predispuesto a recibir el balón para ir hacia adelante. En el segundo tiempo supo cuidarla y ganar algunas faltas que nos ayudaron a respirar.
Menciones honrosas para Gallese, por su penal atajado y su par de intervenciones clave, y para Hansell Riojas, que hoy impuso mucho respeto y tuvo excelentes cruces ante complicadas pelotas de los argentinos. Rescato también el sacrificio de Caragena y Cuba.
José Manzaneda. Sin ser una pesadilla para Gonzalo Montiel por esa banda, el '7' íntimo fue el que mejor aplicó el libreto que Russo escribió para nuestros ataques. Estuvo atrevido, desequilibrante, y se mostró siempre predispuesto a recibir el balón para ir hacia adelante. En el segundo tiempo supo cuidarla y ganar algunas faltas que nos ayudaron a respirar.
Menciones honrosas para Gallese, por su penal atajado y su par de intervenciones clave, y para Hansell Riojas, que hoy impuso mucho respeto y tuvo excelentes cruces ante complicadas pelotas de los argentinos. Rescato también el sacrificio de Caragena y Cuba.
Apreciaciones finales
¿Qué les puedo decir? Siento mucha bronca, pero más por el amargo desenlace que por un 1-1 que no era tan despreciable a priori. No jugamos al nivel del rival, pero con mucha personalidad logramos hacerle frente al club sudamericano más importante de los últimos años. El Alianza de Russo, que no lleva ni tres meses bajo su dirección y aún está engranándose, le jugó un dignísimo partido al campeón de América dirigido por Gallardo, que suma mil batallas y ostenta sendos títulos internacionales. Hoy dormiré insatisfecho, pero tranquilo por lo visto y por cuánto parece que podemos crecer.
Con la miel en los labios
Reviewed by Blog Íntimo
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marzo 06, 2019
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