Título en blanco, cuentas en azul: El 2018 de Alianza Lima

Escribir sobre las derrotas en las finales hubiera sido relativamente fácil, doloroso pero fácil; porque cuando hay tantas cosas por decir y, sobre todo, mucha resignación, hacer una crónica se vuelve tarea sencilla. Sin embargo, preferí esperar a que baje la desazón y el dolor para escribir algo más útil, algo que nos permita mirar el futuro con ilusión, sin descuidar las lecciones que nos deja este presente que dentro de unos días, cuando llegue 2019, se volverá pasado.

Me permito entonces, una licencia para hacer de esta crónica de la segunda final, un resumen de lo bueno, lo malo y “otros carnavales” de este 2018 que se nos va.

La última celebración del año (Fuente: Trome).
Cabe iniciar este recuento con aquello que a inicios de año nos hizo o bien ilusionarnos o bien predecir, aunque con la siempre presente incógnita que nos da el fútbol, un triste final.

Transcurría enero. Alianza Lima ya había anunciado, además de sus renovaciones (donde los grandes ausentes fueron Luis Aguiar, Germán Pacheco y Lionard Pajoy; en ese orden, importantes para el título nacional de 2017), cuatro fichajes nacionales: José Guidino, Gianmarco Gambetta, Mario Velarde y Janio Posito. Y dos extranjeros: Tomás Costa y Maximiliano Lemos. Entre ellos, el que quizá más ilusión despertaba era Velarde. Buenas temporadas en clubes del interior, sobre todo Unión Comercio, dejaban un saldo positivo para el volante lateral. Ya sabíamos quiénes iban a ser nuestros rivales en Copa Libertadores, así que la expectativa era muy alta.

Mario Velarde, uno de los tantos jales de este año que no dieron la talla a lo largo de la temporada (Fuente: Depor).
El 27 de ese mes se realizó la Noche Blanquiazul, partido de presentación que contó con la presencia del Audax Italiano de Chile. De aquella derrota se pudieron sacar algunas conclusiones: la primera, que, más allá de clasificaciones al mundial, el fútbol chileno sigue estando al menos tres escalones arriba del peruano. Y la segunda, que enfrentar a un rival con esa dinámica serviría para lo que pronto nos tocaría enfrentar en Copa.

Unos días más tarde, el 31, se jugó la Supercopa Movistar, evento que enfrentaba a los campeones de primera y segunda división de 2017. Así, Alianza Lima y un renovado y reforzado Sport Boys se enfrentarían en el Nacional. Tras un partido parejo (aunque con ligero dominio territorial rosado), la blanquiazul se impuso 1 a 0 con gol de Carlos Ascues, vía penal, alzando la que, lamentablemente, sería su única coronación del año.

El 04 de febrero inició para Alianza Lima el (subvalorado) Torneo de Verano. La blanquiazul recibió en La Victoria a Comerciantes Unidos de Cutervo. Recuerdo que en la crónica respectiva se comentó que era un club que, muy probablemente, tenía como objetivo principal salvar la categoría, algo que finalmente no pudo lograr. De todos modos, en aquella jornada de domingo, pudo arrebatarle un punto al entonces campeón del fútbol peruano, lo cual dejó más preocupaciones de las que de por sí ya existían sobre el rendimiento del equipo poco antes de la Copa Libertadores. Una semana más tarde, Alianza obtenía una gran victoria por 2 a 1 en el Ciudad de Cumaná ante Ayacucho FC. Pero luego, el 18 de febrero, perdería en casa ante el que a la postre sería no solo el ganador del Torneo de Verano sino también el campeón nacional, Sporting Cristal, que ya desde entonces mostraba un juego bastante fluido y mucha contundencia, sobre todo a través de su goleador Emanuel Herrera. El siguiente partido sería el 25 ante Universitario en el Monumental. En esta nueva versión del clásico del fútbol peruano, Alianza Lima se impuso 3 a 1 teniendo como base la eficacia, algo muy propio de la era Bengoechea y que hasta ese momento parecía haberse perdido. Así, Alianza Lima había enfrentado ya todos sus exámenes previos al choque con Boca Juniors.

La Copa Libertadores para Alianza Lima es una deuda que cada vez se hace más y más pesada, a estas alturas, quizá, impagable. Y es que el equipo del pueblo no ha podido, salvo contadas veces, refrendar su importancia local en planos foráneos, algo que sin dudas complementa la grandeza de toda institución deportiva respetable. Desde el cada vez más lejano 2010, la escuadra victoriana ni siquiera amaga con pasar la primera fase, y el mismo escenario se ha venido dando en Copa Sudamericana. Y si se pensaba que con Bengoechea y su fútbol solidario y eficaz esto podría cambiar, la decepción fue incalculable.

Leao, mientras jugó, estuvo inmenso ante Boca Juniors (Fuente: Trome).
El primero de marzo recibimos a un tibio Boca Juniors en el Estadio Nacional. La taquilla fue lo mejor del partido, pues Alianza, si bien opuso heroica resistencia a los contados embates xeneizes, solo pudo conservar el cero y quedarse con un punto principalmente esperanzador. A nivel de juego, los dirigidos por Bengoechea tuvieron pocos pero buenos momentos con el balón, pero sufrieron más de la cuenta ante un Boca que durante gran parte del encuentro lució desganado y conformista, como pensando que la victoria caería por peso propio. Sobre el final, después de una falla increíble de la visita que pudo significar la derrota, Alianza estuvo cerca de ganarlo con un remate impresionante de Cruzado. Esas, quizá, sean las emociones más memorables de aquella noche. Luego, para resumir lo que fue esta Copa para Alianza, perdimos el resto de partidos, sí, los perdimos todos, algunos con diferencias muy dolorosas, como el 5 a 0 en la Bombonera. Una Libertadores más para el olvido. Aunque, en realidad, quisiera que no la olvidemos tan fácil, pues, de ser así, tal vez nos estemos condenando a cometer siempre los mismos errores.

En el Torneo de Verano, entre tanto, no nos iba mucho mejor: magros empates, tanto de local como de visita, goleadas ante Comerciantes Unidos y Sporting Cristal, y mucha irregularidad, eran los resultados que Alianza iba cosechando a nivel local. Una victoria clara ante Ayacucho y otra en el clásico de vuelta en Matute fueron cálidos consuelos, pero no había dudas del mal inicio de año que estaba experimentando el cuadro popular.

Llegaba entonces el Torneo Apertura, el segundo torneo del año (aunque para nosotros era en realidad el tercero). Alianza Lima, magullado por el pésimo desempeño en Copa y el mediocre Torneo de Verano que había realizado, enfrentaba el 19 de mayo a Sport Rosario en el siempre hostil Rosas Pampa. El resultado fue una nueva derrota por 3 a 2. A partir del siguiente partido, ante Sport Boys en Matute, Alianza Lima hilaría una racha de cuatro victorias consecutivas, lo que lo llegaría a poner momentáneamente en la punta del torneo. Luego, el equipo se desinfló y empezó a caer en la irregularidad. Finalmente, Sporting Cristal repetiría el plato al coronarse campeón del Apertura y fijo finalista del campeonato nacional, mientras que la blanquiazul tuvo que resignarse al segundo lugar (tal vez una premonición de lo que sucedería en diciembre). De todos modos, Alianza se iba lavando, de a pocos, eso sí, el rostro después de los catastróficos primeros meses del año.

Herrera anotándole a Alianza Lima, algo que lamentablemente se haría costumbre en este 2018 (Fuente: Libero).
El Torneo Clausura, que inició para Alianza el 02 de septiembre, con victoria ajustada sobre Sport Rosario en Lima, fue en principio irregular para los íntimos. Sin embargo, sobre las fechas finales, un envión de buenos resultados (incluyendo una nueva victoria en clásicos) nos catapultó hasta el tercer lugar de la tabla acumulada, lo que si bien no alcanzó para llevarnos el torneo, según las bases de este año, aseguraría un cupo en la semifinal para definir al campeón nacional. Así, Alianza pelearía el puesto de finalista con Melgar de Arequipa, un equipo que apenas semanas atrás nos había vencido con autoridad en Matute.

Sin dudas el mejor jale del año en Alianza Lima: Mauricio Affonso (fuente: Movistar Deportes).
La primera semifinal, jugada el 02 de diciembre en Matute, tuvo como ingrediente principal lo hazañoso. Y es que Alianza, de estar perdiendo 3 a 0 con claridad, pasó a empatarlo en poco más de diez minutos con anotaciones de Affonso, Quevedo y Fuentes. Sin dudas uno de los momentos más emotivos del año. Quedaba todo abierto para la vuelta.

Ya en Arequipa, el 06 de diciembre, Melgar saldría con todo para tratar de asegurar la llave, pero no contó con un Alianza que volvería a hacer gala de la otrora eficacia que lo llevase a ser campeón un año antes. Empezó ganando la blaquiazul con gol de Posito tras centro de Velarde (como una cruel broma del destino, dos de los jugadores más cuestionados del plantel íntimo). Melgar lo daría vuelta para la segunda mitad. Luego, un gol fantasma de 'Canchita' Gonzáles que hasta ahora muchos siguen lamentando. Y para cerrar, el empate de Posito tras servicio de Luis Ramírez. En la tanda de penales, los arequipeños lo fallaron todo y/o se encontraron con un inmenso Butrón, mientras que Alianza aprovechó la mayoría de sus turnos. Fue todo. Rumbo a la final.

Momento épico: el empate a 3 con Melgar en Matute (Fuente: Trome).
Y volvemos al inicio de esta nota: Escribir sobre las derrotas en las finales hubiera sido relativamente fácil, doloroso pero fácil; porque cuando hay tantas cosas por decir y, sobre todo, mucha resignación, hacer una crónica se vuelve tarea sencilla. A esto solo debo añadir que Cristal es un justísimo campeón. 

EN RESUMEN

Hay muchas cosas positivas que nos deja Alianza este año, porque al margen de no lograr el bicampeonato, el saldo final es bueno y trataré de resumirlo.

Lo bueno

1. Por segundo año consecutivo peleamos el título, con un plantel más corto que el del año pasado, logramos llegar a la final del torneo, superando a equipos con mayor presupuesto que el nuestro y también superando a quienes no tienen presupuesto, ni vergüenza. Mérito absoluto de Pablo Bengoechea, su comando técnico y el plantel que se comprometió con la idea del uruguayo y con la historia de Alianza. Ya tienen un campeonato y un subcampeonato en tiempos de crisis, y eso jamás debe olvidarse.

2. Una de las cosas más importantes de este 2018, es que económicamente hemos acabado el año en azul. A pesar de las críticas, la administración temporal priorizó el cumplimiento del pago de la deuda y no se equivocó porque no hay nada más importante que manejarse institucionalmente como un club serio, profesional y responsable. Mérito de Renzo Ratto y su equipo.

3. Era común en redes sociales cuestionar el trabajo del área de marketing del club y razones de fuerza había; sin embargo, con el transcurrir de los meses el trabajo de Benjamín Romero y compañía fue mostrando resultados importantes que esperamos continúen. Se mejoró notablemente el trabajo en redes sociales, la calidad de los diseños, videos y las efemérides de nuestra rica historia; nos mostraron un trabajo de nivel que fue coronado con la presentación de nuevos auspiciadores en la camiseta y la presentación de la nueva indumentaria en quincena de este mes para aprovechar las ventas por navidad. Un tramo final del año bastante productivo. Felicitaciones.

4. La nueva clasificación a la Copa CONMEBOL Libertadores nos va a generar un ingreso millonario por participación, taquillas, derechos televisivos y venta de productos oficiales. Esto para la economía del club es muy importante porque nos permite cubrir sin sobresaltos el pago de la deuda programada para 2019. Además, jugar un torneo internacional genera otro roce y un nivel de competitividad que debería sumarnos para ser protagonistas. Y ojalá así sea.

5. El equipo de reserva volvió a ser uno de los candidatos al título con Guillermo “Chicho” Salas a la cabeza y una generación importante de nuevos valores que deberían empezar a demostrar en primera división; históricamente Alianza siempre ha sido la mejor cantera del país, y parece que estamos en camino a reivindicar esa fama. Bien por estos muchachos.

Guillermo 'Chicho' Salas hizo que el equipo de reservas vuelva a ser protagonista de su torneo después de varios años (Fuente: Ovación).
Lo malo:

1. La pobre participación en la Copa Libertadores fue uno de los peores sucesos de 2018: eliminados en primera ronda con 1 punto, 2 goles a favor y 13 en contra, la presentación de la blanquiazul fue de las peores de esta Copa al margen de haber tenido un grupo difícil, con rivales de mayor nivel que nosotros. Si aprendimos de nuestros erorres, la Copa 2019 no debería ser tan terrible para Alianza.

2. Este año se realizaron contrataciones que no dieron la talla y estuvieron lejos de ser considerados refuerzos: Lemos, Costa, Guidino, Villamarín, Gambetta y Velarde tuvieron un rendimiento discreto, por decir lo menos, y no fueron solución ni en la Libertadores ni en el torneo local. Esperemos mejoras en las incorporaciones para 2019, algo que, al parecer, se está dando.

3. Por otro lado, el rendimiento de muchos jugadores no fue el esperado y en algunos se notó más que en otros. Cruzado, Ramírez, Garro, Hohberg y Duclós no redondearon un buen año, a pesar de que en algunos tramos Hohberg (en la primera mitad del año) y Garro (en la segunda) mostraron buen rendimiento. Se esperaba más de ellos.

4. El rendimiento del equipo -a pesar de los resultados- fue discreto gran parte del campeonato, con planteamientos en los que casi siempre regalábamos el primer tiempo y con jugadores ubicados en puestos que no eran los suyos. Bengoechea tiene mucho mérito en algunas cosas positivas, pero también responsabilidad directa en estos puntos.

5. El resultado global de las finales es muy doloroso; 7 a 1, dos partidos en los que Sporting Cristal nos pasó por encima, nos bailó a punta de “oles” y donde Bengoechea perdió largamente el duelo técnico frente a Mario Salas. El presupuesto de ambos clubes influye en el rendimiento del plantel, es cierto, pero eso no puede ser excusa para plantear tan mal un partido, sobre todo, como el segundo en el Estadio Nacional. Se aprecia lo que hizo Bengoechea con los relativamente escasos recursos que tuvo, pero no se puede minimizar su responsabilidad en estos resultados.

¿Mala suerte o bendición? Depende totalmente de nosotros.
Otros carnavales:

1. Hecho el sorteo de la Copa CONMEBOL Libertadores y quedamos ubicados en el grupo A junto al actual campeón, River Plate, al Internacional de Paolo Guerrero y a la espera del ganador de la llave del G4 (Palestino, DIM, Sao Paulo o Talleres de Córdoba); como podemos ver, parece ser otra vez el grupo de la muerte y si no queremos ser el primer muerto, debemos planificar mejor lo deportivo para el 2019.

2. Es importante seguir generando ingresos para el club y quienes podemos hacerlo realidad somos los hinchas, porque el club propone, pero al final el hincha dispone. Basta de hacer turismo en las finales y pelearse por entradas en los últimos partidos del torneo; compremos abonos, llenemos el estadio durante todo el año, compremos camiseta original, y productos oficiales del club, Alianza somos todos y teclear desde tu sofá no ayuda al club. Más acción y menos peleas entre aliancistas.

3. El primer reto deportivo del 2019 ya empezó; contratar bien para no sufrir derrotas dolorosas a nivel nacional e internacional. Mauricio Affonso fue lo mejor que llegó este año, vamos por más “Affonsos” en distintos puestos que nos ayuden a ser un club exitoso económica y deportivamente. Sí podemos.

4. Finalmente, se oficializó la salida de Pablo Bengoechea; algo que, si bien muchos lo deseaban, ha generado incertidumbre por cómo se va a conformar el plantel 2019. Desde aquí enviamos al profesor Bengoechea nuestros mejores deseos para él y su comando técnico. Pues al margen de críticas futbolísticas, siempre se mostró como un caballero, un gran profesional de perfil bajo, y un líder con un tremendo manejo de grupo y medios, algo que escasea en el fútbol peruano.

5. Al cierre de este artículo, el club ha oficializado ya la llegada del argentino (y campeón de la Libertadores 2007 con Boca Juniors) Miguel Ángel Russo como nuevo DT del primer equipo. Asimismo, Joazinho Arroé (volante), José Manzaneda (volante), Anthony Rosell (lateral izquierdo), Ítalo Espinoza (portero), Rodrigo Cuba (lateral derecho), Aldaír Salazar (defensor) y Carlos Beltrán (volante de marca) también están oficialmente anunciados como refuerzos aliancistas para la temporada 2019. Cabe recordar que Mauricio Affonso renovó su contrato por un año, mientras que Leao Butrón, Luis Ramírez, Rinaldo Cruzado, Kevin Quevedo (con posibilidades de emigrar a la MLS, según informaciones de la prensa), Aldaír Fuentes, Daniel Prieto, Christian Adrianzén, Roberto Villamarín y Francisco Duclós tienen contrato con Alianza hasta diciembre del año entrante. Las bajas confirmadas, de momento, son Hansell Riojas, Ángelo Campos, Tomás Costa, Luis Garro, Maximiliano Lemos, Mario Velarde y Janio Posito. Alejandro Hohberg y Gonzalo Godoy continúan en negociaciones con el club para extender sus contratos. Los seleccionados Pedro Gallese y Wilder Cartagena serían los fichajes "bomba" de la blanquiazul con miras a la Copa Libertadores 2019. Ambos llegarían al club solo por seis meses.


Para cerrar, solo me queda reafirmar que vivo orgulloso de ser aliancista porque mi amor no depende de un resultado o un título, Alianza es una de mis razones de vivir y puedo alentar, criticar, llorar, renegar o celebrar, pero todo lo hago porque quiero ver siempre a mi equipo en lo más alto, como lo quieres ver tú y nosotros, como merece esta gloriosa camiseta blanquiazul.

¡ARRIBA ALIANZA, CARAJO!
Título en blanco, cuentas en azul: El 2018 de Alianza Lima Título en blanco, cuentas en azul: El 2018 de Alianza Lima Reviewed by Blog Íntimo on diciembre 29, 2018 Rating: 5

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