Infeliz preludio

Deportivo Municipal 1 - Alianza Lima 0

Hace un par de semanas, cuando se hablaba de las posibilidades de Alianza en lo que resta del torneo 2018, se decía, aún con cierto optimismo, que quedaban dos partidos pendientes ante dos rivales sobre el papel asequibles, y uno ante el colero del campeonato (y, prácticamente, salvo una gesta heroica, nuevo inquilino ya de la segunda división). Que si los ganábamos, no nos paraba nadie hasta diciembre. Y que, luego, podríamos celebrar juntos el bicampeonato nacional. Pues bien, en el mes de los milagros, y con la mítica casaquilla blanquimorada a cuestas, tentar la vuelta olímpica parece ser, precisamente, el anhelo de un milagro. Y es que de los tres partidos mencionados, Alianza ya ha perdido dos, quedando únicamente la posibilidad de vencer a Sport Boys para completar los pendientes del Clausura. ¿Y con eso alcanzaría? No. Pues en realidad, y por eso siempre me he sentido una suerte de enemigo de los análisis puramente estadísticos, lo de Alianza va más allá de los números: Atravesando la mitad del antepenúltimo mes del año, el cuadro de Bengoechea no ha podido aún consolidar una idea de juego, es decir, mantenerla y sostenerla en el tiempo dando lugar a la regularidad. Y experimentar estos baches en momentos tan cruciales suele tener un costo muy alto. Ayer, en el Nacional, nos ganó Municipal. Nos ganó bien. Y aquí mi análisis.

Lamento blanquimorado: Alianza no ha podido ganar aún en el "mes de los milagros".

Así alinearon y formaron:

Vía Soccerway.com

Primer tiempo

Tras un inicio flojo en el que Municipal estuvo muy cerca de abrir el marcador (con tiro al palo de Manzaneda incluido), Alianza pudo reponer su juego a partir del acomodamiento de su medio campo, principalmente de Tomás Costa. Desde los 15', la blanquimorada empezó a generar ocasiones de gol con relativo peligro. Las incursiones de Quevedo, Adrianzén y Hohberg, aunque constantes, acababan sin resolución. Cruzado trataba de organizar desde atrás, mientras que Lemos intentaba hacer el "trabajo sucio" de irrumpir cada intento de elaboración del rival. Las trepadas de Garro, aunque fueron más que en otros partidos, también terminaban siendo inútiles. En sus funciones de cierre, se las ingeniaba para salir airoso en gran parte de las veces, pero muchas otras el bote (su eterno problema con el timing) le ganaba y cedía marca ante los atacantes de la academia. Atrás, Riojas y Godoy, siendo, como de costumbre, una pareja de centrales cumplidora, aunque con serios problemas de salida (sobre todo en Riojas, quien suele ser demasiado impetuoso en esa función, lo que lo lleva al error). Duclós que casi nunca subió (quizá lo más inteligente en su caso), y en el arco al siempre inmenso Butrón. El primer tiempo dejó un saldo de dos situaciones muy claras de gol para el equipo del pueblo: un remate al palo de Lemos a través de su mejor versión: los tiros libres. Y una escapada de Hohberg que resolvió muy mal ante la oportuna salida de Rivadeneyra. La sensación era de que Alianza fue un poco más y que había perdonado mucho en un primer tiempo que, en realidad, tuvo muy poco.

Sentimos su ausencia: Tomás Costa salió por lesión y el equipo se vino abajo.

Segundo tiempo

Empezó tal y como el primer tiempo, con la diferencia de que esta vez Municipal pudo sostener su ligero pero eficaz dominio. Alianza, por su lado, lucía lento y brutalmente impreciso. Fue esto último, justamente, el sello que dejó el primer equipo íntimo en los minutos más calientes del choque. Y es que, justo cuando se habían ejecutado los primeros dos cambios (Costa por Affonso y Adrianzén por Ramírez), un ataque edil que parecía, al menos en su concepción, inofensivo, terminó en un remate de Manzaneda que desvió Larrauri, descolocando a Butrón y abriendo el score en el Nacional. El gol (57') era premio para un equipo que pudo, a diferencia de la visita, sostener la presión en el medio y elaborar, aunque sin tanta claridad, ataques asiduos. Con la sangre en el ojo, Alianza se dispuso a empatar pero de manera desordenada y sin ideas diáfanas. ¿Estuvo cerca? A mi juicio, no. Aunque tuvo un par de llegadas cuando Ramírez al fin se acomodó y empezó a colaborar con el juego ya sea con recuperación, pases o desdoblamiento. En las contras, Muni sí que estuvo cerca, pero Butrón no permitió que el marcador se ampliara. El ingreso de Vílchez por Lemos pareció servir solo para que respetable hiciera sentir su descontento al uruguayo que, luego de algunos partidos en los que fue relativamente determinante, volvió a ser objeto general de cuestionamientos. La suerte estaba echada para Alianza Lima. Derrota dolorosa. Justa. Y, en mi opinión, definitiva para nuestras aspiraciones en el Clausura. 

Apreciaciones finales

Así no, Alianza, así no. No hay manera de afrontar un torneo sin tener un libreto aprendido ni variantes que lo puedan sostener. La irregularidad del equipo pasó de ser alarmante a determinante. Ya no es solo cuestión de números, es cuestión de esquema y protagonistas. Lamentablemente, no está alcanzando. Y lo digo apenado porque, si bien a inicios de año estaba más o menos listo para la pésima copa Libertadores que (al final) hicimos, sí creí que podríamos pelear el torneo local con los jugadores que llegaron y con los que se quedaron. Jugadores como Velarde, Guidino o el propio Costa (que si bien es, para mí, titular indiscutible hoy en día, no ha marcado la diferencia como fichaje extranjero) no han tenido las actuaciones que muchos esperábamos. Mientras que jugadores que no levantaron mayor expectativa, como Lemos, Gambetta o Posito, tristemente van confirmando que no debieron llegar al club. Por otro lado, Adrianzén y Villamarín, aunque son variantes interesantes, tampoco parecen capaces de cambiar la historia. Por último, aquellos jugadores que brillaron el año pasado, como Cruzado y Ramírez, y otros que este año empezaron bien como Hohberg y Quevedo, se fueron desinflando tremendamente. Quedan fechas y esperanza; pero hacen falta más que cambios actitudinales para revertir esto. Una timbrada a Pablo Bengoechea, por favor.

Al menos lo intentó: Luis Garro hizo un partido correcto, sobre todo en labores de cierre y presión. Su problema sigue siendo el timing.

Próxima fecha

Alianza Lima terminará sus partidos pendientes este domingo a las 3 de la tarde en el Nacional ante Sport Boys. Urge la victoria, sí, pero también un funcionamiento sostenible de aquí hasta el final del campeonato si queremos tentar algo más que un "lo importante es participar". Ahí estaremos.

¡ARRIBA ALIANZA!

Fotos: Epensa/Andina