El retorno del rey Leao

Alianza Lima 1 - Sport Boys 0

Como el año pasado. Como tantas otras veces. Leao Butrón se erigió como la figura que necesitaba el equipo en una victoria pírrica, necesaria, vital, aunque nada relajante. En su retorno, después de varias semanas de lesión, refrendó una estupenda actuación con determinante atajada sobre el final del partido. Hay un equipo que analizar, sí, pero primero al César lo que es del César. Volvió el rey Leao, y, gracias a él, le ganamos al Sport Boys. Aquí el recuento.


Conmovedor: Fuentes había cometido el (dudoso) penal a segundos del final. Leao atajó. ¿La reacción de Fuentes? La imagen habla por sí sola.
Así alinearon y formaron:

Soccerway.com
Primer tiempo

Matute sería testigo, una vez más, de un partido soso, impreciso, aburrido si queremos decirlo de otra forma, pero que tuvo frente a frente a dos rivales que, a pesar de sus limitaciones, lucieron concentrados en su intención de obstruirse mutuamente. De lucidez en ataque, muy poco, algunos remates de larga distancia, por el lado de Alianza, que salieron directo a la tribuna, y Sport Boys con el arma de las pelotas quietas, pero sin generar mayor peligro para Butrón. Ambos equipos carecieron de lanzadores inspirados. Tuvieron, en cambio, jugadores encaradores como único argumento de desequilibrio. Los chalacos con Arroé, Ísmodes y Ratto dieron algunos dolores de cabeza. Los victorianos con Hohberg y Quevedo, cambiando bandas, y sin encontrar claridad tras sus amagues. Posito absorbido totalmente por la marca rosada, casi ni tocó el balón. Mientras que la defensa blanquiazul solo tuvo problemas por la banda izquierda, donde Guidino era por momentos un mar de dudas. Sólida pareja la de Godoy y Riojas (aunque este último cometiendo demasiadas faltas, muchas de ellas inncesarias). Correctas coberturas de Garro, por la otra banda, pero al subir era intrascendente. Cruzado y Costa, por su parte, parcos como en casi toda la pasada Copa Libertadores, no se las ingeniaban para romper líneas con pases o incursiones, como manda su libreto habitual. Sí, se extraña a Luis Ramírez. Y, cómo no, a la mejor versión de Ascues, que parece no hallarse en el banco de suplentes, donde 'el patrón' volvería a quedarse mirando el partido desde cómoda posición. A los 45' exactos, el siempre discutido Diego Haro daría por finalizado el primer período. Era un cero a cero justo y que parecía no tener remedio.

Riojas estuvo bien ante Boys, sobre todo en anticipación. ¿Su deuda?, comete demasiadas infracciones.
Segundo tiempo

Sin cambios en ninguno de los conjuntos empezaría la segunda mitad del partido. La línea de la primera parte continuaría. Es cierto, con un poco más de actitud, pues ambos equipos necesitaban el triunfo para poder salir de sus incómodas posiciones (Alianza con varias derrotas consecutivas, sobre todo; y Boys cerca de la zona de descenso). Sin embargo, la carencia de ideas continuaba. Alianza no podía hilvanar una sola jugada de peligro. Su único recurso era el centro al área y la búsqueda de rebotes. Costa salió sin mirar a nadie para permitir el ingreso de Vílchez, que aportó más en la marca. Velarde y Leyes entrarían luego precisamente para apoyar el recurso del ollazo, por lo que tuvieron que irse Cruzado y Posito. Uno que otro pase largo encontraba movedizos a Hohberg o Quevedo, y el resto dependería de la inspiración personal. Precisamente así llegaría el gol íntimo: Faltando 5 minutos para el final, Hohberg amaga al medio y lanza un remate colocado. Martinuzzi dio un rebote fatal, pues el balón se estrelló en Ramos, para luego introducirse en el arco chalaco. Un gol estéticamente pobre, pero numéricamente valioso. Alianza necesitaba el triunfo con urgencia y el festejo que, junto al aliento, bajaba de las cuatro tribunas así lo confirmaba. 

Tocaba ahora que Alianza se calmara y manejara el encuentro con inteligencia. Esto se facilitaría aún más en los siguientes minutos, pues de manera consecutiva Reátegui y Ciucci serían expulsados por Haro. La victoria entonces parecía asegurada. Pero Alianza demostró su poca madurez como equipo. Sorteó balones innecesariamente. No se hizo dueño absoluto del partido, como todo equipo competitivo haría en estas situaciones tan favorables. Un Boys prácticamente rendido sacó petróleo de una jugada que parecía perdida. Dentro del área, Fuentes levantó mucho la pierna en una barrida ante la incursión de un jugador rosado. No hubo contacto, pero Haro castigó duramente la irresponsabilidad del canterano y pitó el penal. No se podía creer. Teniéndolo todo para cerrar una victoria sin susto, ¿tenía que terminar así? ¿Con los hinchas comiéndonos las uñas? 

Arroé se para frente al balón. Es el mejor de su equipo y lo sabe. Butrón no lo pierde de vista. Trata de captar toda expresión corporal que le haga saber a dónde irá su remate. Joa solo se concentra en sí mismo. Mira hacia abajo y pica un par de pasos hacia la pelota. Tira con optimismo. Al levantar la cabeza, Leao ya la tenía atenazada ante los felices y desahogados gritos del público. Haro pitó el final del partido mientras Fuentes no podía soltar a Leao. "Gracias, tío", parecía gritarle al oído con lágrimas naciendo en lo más profundo de sus ojos. Leao, siempre ecuánime, le devolvió el abrazo y luego festejó con el resto de jugadores y con la gente. Sabe que lo quieren. Sabe lo importante que es. Y de lo mucho que lo extrañamos en la Copa. Alianza firmaría así una victoria importante pero extremadamente sufrida. Lo bueno es que el rey volvió. Esperemos que para quedarse.

La figura fue...

Foto: Martín Fonseca.
¿Está de más decirlo? Leao Butrón volvió a salvar al equipo, y quizá hasta a su propio DT. Simplemente determinante.

Apreciaciones finales

La alegría de volver a ganar es inevitable (nuevamente gracias, Leao), pero también me resulta inevitable reconocer que este equipo sigue sin consolidar, al menos con claridad, una idea de juego. Algunas actuaciones individuales han mejorado, quizá, pero el colectivo sigue sin existir. La exagerada apelación al centro al área o al pase largo para que los extremos "vean qué hacen" es una prueba de ello. Alianza no tiene argumentos futbolísticos como equipo. No hay una referencia de área que pueda considerarse como tal. No hay quien rompa líneas ni cambio de ritmo. Es predecible en ataque y franqueable en defensa. Y, lo que es peor, no parece haber protagonistas que puedan refrescar el juego. Ya ni siquiera se trata de si Bengoechea "encuentra" o no el equipo. Todos han tenido oportunidad, pero nadie fue solución. ¿El 'Profesor' debería "morir" en un once? Desde mi punto de vista, sí. Todo equipo con aspiraciones debe tener una base de indiscutible titularidad. Alianza no la tiene. Los únicos "titulares indiscutibles" de la actualidad, digamos, son Leao, Godoy y Cruzado. Sí, ni siquiera Hohberg, el goleador del equipo en lo que va del año, tiene puesto fijo como titular. Para quien escribe, esto es vital: Bengoechea debe encontrar un once con el cual quedarse de aquí hasta el final, y que las variaciones se apliquen según momentos o particularidades, mas no por un tema de rotación. Así es, este Alianza ya no está para la rotación. Este Alianza tiene que ganarlo todo de aquí hacia adelante.

Próxima cita

Alianza enfrentará este miércoles a las 20:00 al vigente campeón del torneo de verano, Sporting Cristal. De más no está recordar que se trata tal vez del rival más duro del campeonato peruano. Un buen resultado, podría cambiar el rumbo de Alianza en el Apertura. Y eso esperamos.

¡Arriba Alianza!

Fotos: Epensa.

El retorno del rey Leao El retorno del rey Leao Reviewed by Blog Íntimo on mayo 28, 2018 Rating: 5

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