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Boca Juniors 5 - Alianza Lima 0

Sobre el fútbol que practica Alianza ya se ha dicho todo. Es ocioso repetir todas las falencias del equipo de Bengoechea, como lo es hurgar por sus cada vez menos virtudes. Conocemos muy bien los problemas individuales y también los del colectivo, así como las eventuales soluciones, pero estas no llegarán antes de agosto. Entonces, para qué ser repetitivos.

Cambiemos la perspectiva. Porque en realidad, más allá de que hayan sido unos muertos vivientes quienes nos representaron de forma vergonzante en la Copa, lo que pasó en la cancha fue consecuencia directa de muchas pésimas decisiones administrativas. Sí, nuestra Administración Temporal hace un trabajo correcto en lo financiero, paga nuestras cuantiosas deudas y cumple una serie de obligaciones institucionales, pero también yerra, y grueso, cuando se trata de la gestión del fútbol y su alrededor. Fútbol señores.

Otra Libertadores perdida. Otro año con el sueño quebrado. Otra verguenza más para el equipo con más goles recibidos y con la peor diferencia de goles del torneo. Mediocridad pintada de azul y blanco. Frustración, impotencia y dolor para los que, a pesar de todo, amamos a nuestra institución como sólo amamos a nuestra madre.

Escribe: Don Cornelio - EBI

Todos idos, derrotados, los brazos abajo.

Así alinearon:

Información de soccerway.com

Primer tiempo:

Como era lógico, Boca asumió el protagonismo desde el saque, y aunque los primeros minutos no angustió a nuestra defensa, perfiló el camino. La intención de los nuestros era cortar la distribución xeneise y lanzar para que Hohberg, Quevedo y Leyes se ganaran la vida, pero de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno, porque Costa, Cruzado y Lemos nunca se dieron abasto para frustrar la amplitud horizontal de Boca, y el lado de Cotrina y Fuentes fue, por enésima vez, una puerta abierta, aquella por la que entró Fabra cuando quiso, como al minuto 11 que protagonizó la primera de peligro, esa que acabó con el suave gol de Cardona.

En ese momento, un suspiro. "Ojalá que estos inútiles se levanten, le pongan huevos y maten por cada balón, no podemos ser goleados" fue el deseo de todos, pero, por supuesto, no se cumplió, porque de deseos sin acciones están hechos los sueños rotos. Entonces, tras una ocasión que no pudo concretar Ábila, llegó el segundo a los 19', cuando el propio Fabra definió con poco ángulo ante Campos, con sutileza pero dirección. Todo había acabado, a partir de ello Alianza sólo terminó de bajar los brazos que ya había distendido tras el primero y se dejó someter por un equipo infinitamente superior.

El tercero llegó a los 34' tras un pase a la espalda de la defensa y la nula resistencia de Cotrina frente a Ábila, quien por fin anotó el suyo, el que buscaba. El cuarto, a pocos minutos del final de la primera mitad, calco y copia de los dos primeros, o sea, por el lado derecho de la defensa. Eramos un grupo de desahuciados sin esperanza y pedíamos a gritos que acaben con nosotros. Un once displicente y mediocre que no merecía vestir nuestros colores. El insípido fruto de una dirigencia obtusa que nos expuso al más grande de los escarnios.

Leyes de la vida. Los que mejor se preparan, ganan.

Segundo tiempo:

Aburrimiento puro. Mientras unos deambulaban en el campo sin rumbo, otros ya se sabían ganadores y, al no encontrar ningún tipo de resistencia en sus rivales, tampoco encontraron ninguna motivación para seguir aumentando el marcador. Apenas a los diez minutos de reiniciado el encuentro, Tévez rompió el arco como le gusta, después de haber roto nuestras líneas con Cardona y, para variar, Fabra. Era el quinto, era la 'manita', era la confirmación de que la sacamos barata en Sao Paulo y Barranquilla y nuestro enésimo papelón internacional.

De ahí en más, una muy buena intevención de Campos para evitar el sexto, intentona de Nández, y después muchos toques intrascendentes de ambos equipos, principalmente del nuestro, que sólo pasó los tres cuartos de cancha una vez y que disparó dos veces en todo el partido. Quevedo y Hohberg fueron los ingenuos que creyeron en sus piernas, sin éxito.

Quiero creer que Bengoechea trabaja con lo que tiene, que realmente intenta transmitir lo necesario en la semana, que hay esfuerzo y profesionalismo en Matute. Asumiéndolo como cierto, debe ser muy frustrante para él mirar al banco y no tener con qué. Saber que para la Copa se hizo todo mal desde el saque, allá por agosto de 2017, cuando supimos que la tendríamos. Por eso el ingreso de Garro, Vílchez y Velarde no fueron más que datos estadísticos. Si no nos metieron más de cinco goles fue porque los argentinos bajaron el ritmo, se adormitaron diría, principalmente después de que Palmeiras liquidara a Junior en el Allianz Parque paulista y cerrara la clasificación del 'bostero'.

Costa no puede solo. Menos ante Tévez.

Apreciaciones finales:

Mientras eso pasaba en el campo del Alberto Armando, Gustavo Zevallos tomaba un fernet en el palco que le había habilitado Boca. Cómodamente sentado, y cariacontecido sólo por diplomacia, le decía a Benjamín Romero que en Lima los esperaban problemas. "En Lima, Gustavo, aquí no, aquí nos esperan unas porteñas bien bacanas", respondía el cafetero evitando la sonrisa tibia y cómplice de Renzo Gayoso, quien al costado, rascaba su prominente barriga tras escoger el selfie a postear.

No pues, esto último no pasó, no al menos que yo lo sepa, es sólo producto de mi imaginación. Pero no tengo duda que más o menos así se manejan las cosas en Alianza mientras nosotros los hinchas nos rompemos la cabeza pensando en soluciones y daríamos todo por el Club. Porque en agosto del año pasado ya sabíamos que teníamos Copa, y estos desdichados no hicieron nada al respecto. No hablo de contrataciones solamente, sino de una mínima planificación. Porque en diciembre creyeron que dejando ir a nuestras pocas figuras y parchando algunos puestos podríamos competir nacional e internacionalmente. No sé en qué tipo de lógica esa es una preposición válida, por cierto. Porque sólo teníamos que mandar una carta o un e-mail, hacer una llamada o un skype, para que no nos multe la CONMEBOL y para que los cientos de hinchas viajeros que llegaron a Baires pudieran alentar al equipo, pero estos inútiles no son capaces ni de eso, y lo que es peor, nos ponen pueriles excusas y nos mienten deliberadamente.

No es profesional el trabajo de Zevallos y compañía. Lo sabemos, lo gritamos, exigimos cambios, pero mientras Ratto siga cegado por la golondrina del título del 2017, seguiremos en esto. Así que con todo el pesimismo del mundo, lo firmo, seguiremos en esto.

El peor del partido:

No hay forma de encontrar una figura, así que nombro a los que peor jugaron. Para mi, lo del yerno ya es demasiado turbio. Maximiliano 'Displicencia' Lemos está jugando de puro favor, ahora lo digo. Qué daño verlo pulular en la cancha sin ninguna idea de qué hacer con los rivales. Y Cotrina, pobre hombre. Mil veces perdido en su banda, culpa de nuestro testarudo técnico uruguayo.

Lo que mal empieza, mal acaba.

Próxima cita:

Se acabó la Copa para nosotros, felizmente. Lágrimas para el difunto Alianza Lima, cada vez más alejado del que aplaudió América en los setenta, del que silenció la Boca en los sesenta, y por supuesto, del que aplastó a sus rivales en los años treinta. Toca pensar en el torneo doméstico, aunque esto no servirá para lavarnos la cara afuera. Nos espera Sport Rosario, a ver qué pasa.

Fotos: peru.com; boca.com.