NUEVE AÑOS atrás pensábamos que una sequía tan larga de títulos no se volvería a repetir. Nueve años atrás nos dábamos el lujo de vender a la Liga 1 de Francia a nuestro goleador del Torneo Apertura, Wilmer Aguirre, formado en las Divisiones Menores del club, y aún así nos alcanzaba para liderar el segundo torneo del año. Nueve años atrás nuestros dirigentes contrataron futbolistas nacionales y extranjeros que marcaban la diferencia: Salazar, Maestri, Martel, Ligüera, Pérez. Nueve años atrás nos habíamos acostumbrado a ganar de manera tan seguida (cuatro títulos en seis años) que no nos preocupamos por el futuro y permitimos que los incapaces de siempre conviertan aquel hermoso sueño en una terrible pesadilla.
Resulta complicado mantener la calma en un contexto tan aciago para el Club Alianza Lima, incluso para hinchas como yo que nos jactamos de no insultar a los futbolistas que visten la gloriosa blanquiazul nos fue imposible no llegar al grito destemplado y el adjetivo más hiriente durante el encuentro contra la USMP, pero una vez superado el mal momento nos propusimos aportar alguna dosis de objetividad a las críticas que se hacen sobre la campaña de nuestro querido equipo en el Campeonato Descentralizado 2016.
Entre los años 1962 y 2006, el Alianza Lima ganó once títulos nacionales, en la revisión de esos once torneos pudimos detectar algunas tendencias a las que el equipo dirigido hasta hace poco por Roberto Mosquera no logró siquiera aproximarse. El breve informe que contiene dichas tendencias y presentamos a continuación partió de la necesidad de obtener información detallada sobre el aporte de nuestra cantera a los logros deportivos del club, necesidad que fue puesta en el tapete por la Gerencia de Divisiones Menores en el marco del Curso ALIANZA LIMA: GLORIAS Y TRADICIONES. Una vez presentado a la instancia correspondiente, lo ponemos a disposición de la gran familia aliancista para su revisión y crítica.
Jaime De Almeyda
Iniciamos la observación en el título de 1962 porque fue el primer logro deportivo de la institución que contó con una gran contribución de nuestras Divisiones Menores. Esa temporada, Jaime de Almeyda, técnico brasileño que había llegado un año antes procedente del poderoso Flamengo de Río de Janeiro, apostó por futbolistas de nuestra cantera y los resultados fueron auspiciosos: 38 de los 45 goles anotados en la temporada fueron conseguidos por jugadores de la casa (84%). El futbolista de Divisiones Menores que más goles aportó fue el gran “Perico” León, quien además se erigió como nuestro goleador con 14 anotaciones, cifra equivalente al 31% de goles marcados por todo el plantel. Alianza Lima fue el equipo que más goles convirtió y el que menos goles recibió a lo largo del torneo.
“Perico” y “Pitín”
La importante contribución de las Divisiones Menores al título alcanzado en 1962 se replicó en los años siguientes. La cantera blanquiazul aportó 38 de los 49 goles obtenidos por el equipo profesional en la exitosa campaña de 1963 (78%) y 25 de las 34 anotaciones conseguidas en 1965 (74%). “Perico” León con 16 anotaciones y Víctor “Pitín” Zegarra con 10 fueron los goleadores del equipo en las respectivas campañas. En 1963, Alianza Lima volvió a erigirse como el equipo que más goles convirtió y el que menos goles recibió. En 1965, repitió como la defensa menos vencida, pero en materia de goles anotados cayó al sexto puesto. Nótese que en la última campaña exitosa de Jaime de Almeyda aparece el primer extranjero que aportó goles a la obtención de un título blanquiazul: el brasileño Walter Méndez do Carvalho “Tiriza”.
Alianza Lima Campeón 1963. |
Alianza Lima Campeón 1965. Víctor "Pitín" Zegarra se erige como goleador del equipo. El cerebral volante blanquiazul sumó 31 goles en las exitosas campañas de 1962, 1962 y 1965. |
Marcos Calderón
Aunque en materia ofensiva el aporte de las Divisiones Menores no fue tan considerable como en los títulos obtenidos en la década de los sesenta, pues sólo alcanzó el 34% del total de goles anotados y el goleador no era de la cantera (Juan Rivero), el campeonato alcanzado en 1975, bajo la batuta del experimentado y estricto técnico nacional Marcos Calderón, acabó con una sequía de 10 años sin conseguir un título y ayudó a la consolidación futbolística de muchos de los jóvenes promovidos en el transcurso de los primeros años de la década. César Cueto, “Caíco” Gonzales Ganoza, Jaime Duarte, Roberto “Cucurucho” Rojas, José Velásquez y “Cali” Gómez Laynes aportaron la cuota de juventud y frescura a un plantel integrado en su mayoría por futbolistas de dilatada trayectoria. Una vez más, Alianza Lima tuvo la defensa menos vencida del torneo y en materia de goles anotados ocupó el segundo lugar detrás del Alfonso Ugarte de Puno.
El “Nene” y el “Cholo”
Se acercaba el Campeonato Mundial de 1978 y el club logra repatriar a dos figuras emblemáticas de la historia de nuestro balompié: Teófilo Cubillas y Hugo Sotil, ambos con pasado exitoso en nuestros equipos juveniles. “La dupla de oro” se sumó a un equipo plagado de figuras formadas en nuestras Divisiones Menores y consiguieron nuestro quinto bicampeonato de manera brillante. En materia ofensiva, el aporte de la cantera alcanzó el 68% en 1977 y el 63% en 1978. El “Nene” fue el goleador del equipo en ambos torneos, aportando un total de 39 anotaciones. En la temporada de 1977 Alianza Lima fue el equipo más goleador, con la cifra histórica de 117 goles, y el sexto que menos goles recibió. En 1978 ocupó el primer lugar en ambos rubros.
Alianza Lima Campeón 1977. El equipo estableció un récord jamás superado en la historia del fútbol peruano al marcar 117 goles en toda la temporada. |
Los “Potrillos”
En 1993 un grupo de futbolistas formados en la casa avivaron la fe del hincha blanquiazul. Cuatro años después, de la mano estratega colombiano Jorge Luis Pinto, quien impuso un régimen de disciplina estricto a todo el plantel, varios de esos muchachos contribuyeron decisivamente a romper la sequía de dieciocho años sin poder obtener el título de campeón nacional. El futbolista de Divisiones Menores que más goles aportó fue Waldir Sáenz, quien además se erigió como nuestro goleador con 15 anotaciones. El aporte de la cantera alcanzó el 42% respecto al total de goles anotados y el de la “legión extranjera”, liderada por el cerebral Marco Antonio Do Santos “Marquinho”, el 33%. Alianza Lima fue el equipo que más goles convirtió y el segundo que menos goles recibió en todo el torneo.
El “Goleador histórico”
El 26 de diciembre del 2001 Alianza Lima se corona campeón nacional en el año de su centenario. Una vez más Waldir Sáenz se convierte en el héroe de la afición blanquiazul al convertir el penal decisivo en la definición jugada en la ciudad del Cusco. “Wally” fue nuestro goleador de la temporada con 14 anotaciones. En materia ofensiva, el aporte de la cantera alcanzó el 44% y el de la “legión extranjera”, liderada por el internacional brasileño “Palinha”, el 29%. Alianza Lima fue el quinto equipo con más goles a favor y el segundo que menos goles recibió en todo el torneo.
Alianza Lima Campeón 2001. El famoso "Dream Team" nos dio la alegría de obtener el título de campeón en el año de nuestro centenario. |
La “Foquita”
A pesar del logro obtenido en el año de nuestro centenario, el gran desembolso de dinero que hizo la directiva del club para formar el famoso “Dream Team” hacía mirar con preocupación el futuro de la institución. Sin embargo, el trabajo realizado en Divisiones Menores volvió a rendir sus frutos, convirtiéndose en factor decisivo para alcanzar nuestro sexto bicampeonato. En materia ofensiva, el aporte de la cantera alcanzó el 63% en el año 2003 y el 62% en el 2004. Jefferson Farfán fue el goleador del equipo en ambos torneos, aportando un total de 27 anotaciones. En la temporada 2003 Alianza Lima tuvo la defensa que menos goles recibió y la segunda delantera que más goles anoto. Un año después, repitió como la defensa menos vencida, pero en materia de goles anotados cayó al tercer lugar. En ambas campañas el aporte de los futbolistas extranjeros fue reducida: el argentino Nicolás Tagliani marcó 2 goles en el año 2003 y el ecuatoriano Jhonny Baldeón 5 el año siguiente.
Alianza Lima Campeón 2004. A la "Foquita" le bastaron 20 partidos para darnos el boleto a los play off. Crack total. |
Nuestra última alegría
Wilmer Aguirre, que anotó 17 goles en las temporadas 2003 y 2004, se convirtió en el goleador del plantel que ganó el Torneo Apertura del año 2006. El “Zorrito” partió a Francia a mitad de año, pero sus 10 goles nos ayudaron a clasificar a los play-off, ubicándose -al concluir la temporada- en el segundo lugar de la tabla de goleadores con tres anotaciones menos que Flavio Maestri. En materia ofensiva, el aporte de la cantera alcanzó el 37% y el de la “legión extranjera”, liderada por el internacional chileno Fernando Martel, el 17%. Alianza Lima fue el quinto equipo con más goles a favor y el primero que menos goles recibió en todo el torneo.
Tendencias El repaso histórico que en estas líneas hemos desarrollado nos muestra algunos patrones de comportamiento que con cierta frecuencia se repiten en cada una de nuestras campañas exitosas: -En 9 de los 11 torneos el goleador del equipo desarrollo parte de su proceso formativo en nuestras Divisiones Menores y en los 2 restantes un futbolista de la cantera ocupo el segundo lugar. -Todos nuestros goleadores fueron de nacionalidad peruana. -En todos los torneos el aporte de las Divisiones Menores superó el 1/3 (33.33…%) de goles anotados por el equipo. -En ningún torneo el aporte de nuestro goleador superó el 1/3 de goles anotados por el total del plantel. -En 5 de los 11 torneos fuimos el equipo más goleador. Nuestro peor rendimiento en este rubro fue en 1965 donde ocupamos el sexto lugar. -En 8 de los 11 torneos fuimos el equipo menos vencido y en 2 ocasiones ocupamos el segundo lugar. Nuestro peor rendimiento en este rubro fue en 1977 donde ocupamos el quinto lugar. -En 6 de los 11 torneos hubo aporte de futbolistas extranjeros, pero en ninguno de ellos dicho aporte superó el 1/3 de goles anotados por el equipo: 18% en 1965, 33% en 1997, 29% en 2001, 3% en 2003, 6% en 2004 y 17% en 2006.
La era Mosquera A la luz de la historia los números alcanzados en la etapa de Roberto Mosquera al frente del equipo negaban cualquier posibilidad de alcanzar el título nacional en el Campeonato Descentralizado 2016: -El futbolista de Divisiones Menores que más goles convirtió, Reimond Manco, ocupa el sexto lugar en la tabla de goleadores con tan sólo 3 anotaciones. -El goleador del equipo es extranjero: Lionard Pajoy. -El aporte de las Divisiones Menores sólo alcanza el 15% del total de goles anotados por el equipo. -El aporte de nuestro goleador supera el 1/3 (34%) de goles anotados por el total del plantel. -Ocupamos el undécimo puesto en el rubro de equipo más goleador del torneo. -Ocupamos el tercer puesto en el rubro de equipo menos vencido del torneo. -El aporte de futbolistas extranjeros alcanza el 44% del total de goles anotados por el equipo.
Perspectivas
Hay dos maneras de encarar la crítica a la situación actual del Club Alianza Lima. La primera, de carácter coyuntural, pone énfasis en el armado del plantel, el planteamiento de los partidos y señala responsables directos de la mala gestión deportiva: el técnico, Gustavo Zevallos, Renzo Gayoso, la Comisión Consultiva y, finalmente, Christian Bustos. La segunda, de carácter estructural, coloca su atención en el estilo y la ausencia de trabajo en materia de Divisiones Menores.
Malas decisiones
En lo referente a la primera perspectiva queda claro que el club ha contratado mal desde la llegada de Gustavo Zevallos. Para muestra un botón: El año 2015 el goleador del equipo fue el medio ofensivo Gabriel Costa con 14 anotaciones, este año los futbolistas que alternaron en segunda línea de volantes (Montaño, Larrauri, Landauri, Mimbela, Manco, Bazán y el juvenil Ramírez) sólo suman un total de 12 goles. Cantidad no es calidad. El Alianza Lima versión 2016 es un cuadro que en el plano ofensivo depende de lo que puedan hacer sus centrodelanteros, de ahí –creemos- la insistencia de Mosquera de reubicar al colombiano Pajoy para darle cabida a Pando, segundo goleador del equipo, más allá de las enormes limitaciones de este. Es inaceptable que una institución cuyos equipos campeones han basado su poderío ofensivo en la capacidad de amalgamar delanteros y volantes de avanzada con gol apueste por futbolistas con antecedentes de tener poquísima efectividad frente al arco rival. Los campeonatos se ganan con goles y, si una lección nos deja este mal año, es que en goles se debe invertir.
Malos dirigentes En lo concerniente al estilo recordamos que hace algunos años un famoso hincha plumífero aseveró que en materia futbolística a los aliancistas nos gustaba la “huevadita”, palabra con la que buscaba articular una serie de acciones a las que mediáticamente han relacionado a nuestras más insignes representantes: la huachita, el taquito, el camotito, la marinera, etc. Lo preocupante para nosotros no es lo que dijo sino que al parecer muchos aliancistas le creyeron y a partir de entonces relacionan el estilo histórico del cuadro blanquiazul a la caricatura que crearon los del equipo sin identidad. En ese sentido, resulta importante dejar por sentado que el Alianza Lima jamás ha sido un equipo de jugadores lentos que se pasan la pelota de un lado a otro para agradarle a la tribuna, todo lo contrario, y en este punto traigo a colación los datos expuestos en el informe, es un equipo que históricamente ha basado sus éxitos deportivos en la capacidad de articular defensas sólidas, volantes con técnica, creatividad y temperamento, y delanteras veloces y efectivas ante el arco rival. El problema es que dirigencialmente no hemos estado a la altura de sostener el estilo que históricamente nos corresponde enarbolar, como si lo ha estado, por citar un ejemplo de la región, el Atlético Nacional de Colombia, club hermano, cuyo referente histórico es un futbolista salido de nuestra cantera, del cual podemos aprender el cómo ser competitivos local e internacionalmente sin necesidad de hipotecar el buen fútbol. En particular, todavía recordamos con disgusto la Copa Libertadores de 1994. El club venía de lograr su clasificación al torneo luego de 5 años de la mano de un grupo de canteranos talentosos y a nuestro dirigentes no se les ocurrió mejor idea que desarmar el equipo y cortar el proceso de maduración de la atractiva propuesta de juego trayendo a los veteranos Wirth, Tanucci, Hoffman, Kopriva y De Luca, futbolistas que practicaban un estilo totalmente distinto al del equipo de 1993 y que se marcharon sin pena ni gloria de la institución. Lo curioso es que los personajes que cometieron semejante sacrilegio ahora aparecen en los medios de comunicación a dar lecciones de cómo se debe dirigir la política deportiva del club, pero no dicen ni pío sobre la forma improvisada en la que se trabajó en esos años.
Desafíos Finalmente, nos parece de vital importancia dar algunas luces sobre el trabajo en Divisiones Menores. Este año, como no sucedía hace mucho tiempo, el club pelea el liderato en 3 categorías de la Copa Federación: Calichín (2001), Pre-Calichín (2002) y Base (2003). El dato no es menor porque es el resultado de una decisión trascendental tomada por el club el año 2013: El restablecimiento del trabajo de fútbol base, eliminado en la gestión de Guillermo Alarcón por razones presupuestales. El fútbol base es la etapa fundamental del proceso formativo de un futbolista pues es ahí donde se le inculcan los principales elementos técnicos, tácticos y mentales de la práctica del deporte rey. En esa perspectiva, e independientemente de los resultados, si hoy nuestras categorías más pequeñas hacen gala de un fútbol vistoso y ofensivo, que prioriza la salida clara desde el fondo de la zaga y la movilidad constante para generar múltiples ocasiones de gol, es porque muchos de sus integrantes fueron preparados desde muy pequeños en el club para practicar ese estilo de juego y aquellos que en el camino se han incorporado poseen las características necesarias para adaptarse a él. Lo que queda pendiente y consideramos que debe orientar todos los esfuerzos de aquí en adelante es la construcción de un Centro de Alto Rendimiento para la Divisiones Menores, la potenciación de talentos con problemas de crecimiento, la creación de una escuela de padres de familia, la ampliación del Área de Desarrollo Humano y, principalmente, el establecimiento de políticas que articulen el trabajo de menores, reserva y primer equipo.
Alianza Lima es sus Divisiones Menores
El apoyo que nosotros humildemente brindamos a través del Curso ALIANZA LIMA: GLORIAS Y TRADICIONES está orientado a complementar el proceso formativo de los niños y adolescentes que integran nuestras Divisiones Menores, transmitiéndoles aquello que el común de los hinchas espera de un muchacho que se enfunda la gloriosa blanquiazul: buen fútbol, disciplina y huevos. En este punto resulta pertinente señalar que nuestra postura es que de aquí en adelante el curso lleve el nombre de ALIANZA LIMA CAMPEÓN MUNDIAL, en la perspectiva de inculcar en las nuevas generaciones de futbolistas aliancistas la ambición de traer a La Victoria nuestra primera Copa Libertadores y, por qué no, nuestro primer Campeonato Mundial de Clubes. Enseñemos a pensar en grande trabajando pensando en grande. ALIANZA LIMA ES SUS DIVISIONES MENORES.
Tendencias El repaso histórico que en estas líneas hemos desarrollado nos muestra algunos patrones de comportamiento que con cierta frecuencia se repiten en cada una de nuestras campañas exitosas: -En 9 de los 11 torneos el goleador del equipo desarrollo parte de su proceso formativo en nuestras Divisiones Menores y en los 2 restantes un futbolista de la cantera ocupo el segundo lugar. -Todos nuestros goleadores fueron de nacionalidad peruana. -En todos los torneos el aporte de las Divisiones Menores superó el 1/3 (33.33…%) de goles anotados por el equipo. -En ningún torneo el aporte de nuestro goleador superó el 1/3 de goles anotados por el total del plantel. -En 5 de los 11 torneos fuimos el equipo más goleador. Nuestro peor rendimiento en este rubro fue en 1965 donde ocupamos el sexto lugar. -En 8 de los 11 torneos fuimos el equipo menos vencido y en 2 ocasiones ocupamos el segundo lugar. Nuestro peor rendimiento en este rubro fue en 1977 donde ocupamos el quinto lugar. -En 6 de los 11 torneos hubo aporte de futbolistas extranjeros, pero en ninguno de ellos dicho aporte superó el 1/3 de goles anotados por el equipo: 18% en 1965, 33% en 1997, 29% en 2001, 3% en 2003, 6% en 2004 y 17% en 2006.
La era Mosquera A la luz de la historia los números alcanzados en la etapa de Roberto Mosquera al frente del equipo negaban cualquier posibilidad de alcanzar el título nacional en el Campeonato Descentralizado 2016: -El futbolista de Divisiones Menores que más goles convirtió, Reimond Manco, ocupa el sexto lugar en la tabla de goleadores con tan sólo 3 anotaciones. -El goleador del equipo es extranjero: Lionard Pajoy. -El aporte de las Divisiones Menores sólo alcanza el 15% del total de goles anotados por el equipo. -El aporte de nuestro goleador supera el 1/3 (34%) de goles anotados por el total del plantel. -Ocupamos el undécimo puesto en el rubro de equipo más goleador del torneo. -Ocupamos el tercer puesto en el rubro de equipo menos vencido del torneo. -El aporte de futbolistas extranjeros alcanza el 44% del total de goles anotados por el equipo.
Sin comentarios. |
Algunos de los integrantes de la Comisión de Fútbol formada por la Administración Temporal. |
Malos dirigentes En lo concerniente al estilo recordamos que hace algunos años un famoso hincha plumífero aseveró que en materia futbolística a los aliancistas nos gustaba la “huevadita”, palabra con la que buscaba articular una serie de acciones a las que mediáticamente han relacionado a nuestras más insignes representantes: la huachita, el taquito, el camotito, la marinera, etc. Lo preocupante para nosotros no es lo que dijo sino que al parecer muchos aliancistas le creyeron y a partir de entonces relacionan el estilo histórico del cuadro blanquiazul a la caricatura que crearon los del equipo sin identidad. En ese sentido, resulta importante dejar por sentado que el Alianza Lima jamás ha sido un equipo de jugadores lentos que se pasan la pelota de un lado a otro para agradarle a la tribuna, todo lo contrario, y en este punto traigo a colación los datos expuestos en el informe, es un equipo que históricamente ha basado sus éxitos deportivos en la capacidad de articular defensas sólidas, volantes con técnica, creatividad y temperamento, y delanteras veloces y efectivas ante el arco rival. El problema es que dirigencialmente no hemos estado a la altura de sostener el estilo que históricamente nos corresponde enarbolar, como si lo ha estado, por citar un ejemplo de la región, el Atlético Nacional de Colombia, club hermano, cuyo referente histórico es un futbolista salido de nuestra cantera, del cual podemos aprender el cómo ser competitivos local e internacionalmente sin necesidad de hipotecar el buen fútbol. En particular, todavía recordamos con disgusto la Copa Libertadores de 1994. El club venía de lograr su clasificación al torneo luego de 5 años de la mano de un grupo de canteranos talentosos y a nuestro dirigentes no se les ocurrió mejor idea que desarmar el equipo y cortar el proceso de maduración de la atractiva propuesta de juego trayendo a los veteranos Wirth, Tanucci, Hoffman, Kopriva y De Luca, futbolistas que practicaban un estilo totalmente distinto al del equipo de 1993 y que se marcharon sin pena ni gloria de la institución. Lo curioso es que los personajes que cometieron semejante sacrilegio ahora aparecen en los medios de comunicación a dar lecciones de cómo se debe dirigir la política deportiva del club, pero no dicen ni pío sobre la forma improvisada en la que se trabajó en esos años.
Desafíos Finalmente, nos parece de vital importancia dar algunas luces sobre el trabajo en Divisiones Menores. Este año, como no sucedía hace mucho tiempo, el club pelea el liderato en 3 categorías de la Copa Federación: Calichín (2001), Pre-Calichín (2002) y Base (2003). El dato no es menor porque es el resultado de una decisión trascendental tomada por el club el año 2013: El restablecimiento del trabajo de fútbol base, eliminado en la gestión de Guillermo Alarcón por razones presupuestales. El fútbol base es la etapa fundamental del proceso formativo de un futbolista pues es ahí donde se le inculcan los principales elementos técnicos, tácticos y mentales de la práctica del deporte rey. En esa perspectiva, e independientemente de los resultados, si hoy nuestras categorías más pequeñas hacen gala de un fútbol vistoso y ofensivo, que prioriza la salida clara desde el fondo de la zaga y la movilidad constante para generar múltiples ocasiones de gol, es porque muchos de sus integrantes fueron preparados desde muy pequeños en el club para practicar ese estilo de juego y aquellos que en el camino se han incorporado poseen las características necesarias para adaptarse a él. Lo que queda pendiente y consideramos que debe orientar todos los esfuerzos de aquí en adelante es la construcción de un Centro de Alto Rendimiento para la Divisiones Menores, la potenciación de talentos con problemas de crecimiento, la creación de una escuela de padres de familia, la ampliación del Área de Desarrollo Humano y, principalmente, el establecimiento de políticas que articulen el trabajo de menores, reserva y primer equipo.
La Categoría 2003 del Club Alianza Lima compite palmo a palmo con el Club Sporting Cristal el título de la Copa Federación. |
¡ARRIBA ALIANZA!
Imágenes: Adhemir Fanárraga, club Alianza Lima, Epensa.
Alianza Lima es sus Divisiones Menores
Reviewed by Blog Íntimo
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octubre 02, 2016
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