Universitario 1 – Alianza Lima 0
No hay justificación. Nos ganaron
bien. Creo que lo que más jode es que no se haya lanzado a la cancha un planteamiento
competitivo como el partido lo ameritaba. Y jode más que el técnico no se haya
atrevido a mover el banco estando en igualdad de condiciones (ambos con diez
jugadores). El empate iba a ser mucho premio para unos jugadores que aún no
parecen darse cuenta que están en Alianza, a pesar de que algunos llevan varios
años ahí. Si algo podía hacer que se laven la cara luego de las derrotas en
Matute, era ganar el clásico. Y no se pudo. Aquí mi análisis.
Escribe El Chiquillo
Estas fueron mis primeras
impresiones al finalizar el partido
Cortesía: Soccerway.com |
Primer tiempo
Pese a las bajas en lesionados y
en expulsiones, durante el tiempo en que estuvo en igualdad de jugadores,
Alianza intentó ser dinámico y jugar de igual a igual. Desde el primer minuto
de juego, el protagonismo caía sobre Montaño: el colombiano, a falta del resto
de jugadores encaradores y habilitadores, tenía que estar diablo para poner
pelotas de gol a los pies de Pando, el único referente de área que teníamos. El
“Oso”, como buen delantero centro, intentó controlar las pocas pelotas que le
llegaban y causar peligro. La primera de estas fue al minuto 15 cuando su
remate pasó cerca del arco de Cáceda y salió desviado al córner. Aún así, la
“U” salió a proponer lo suyo también, y con un libreto más potente que el del
equipo de Mosquera. Un tiro libre de Guastavino remeció el horizontal de
Forsyth al minuto 8, y ya en la primera etapa se veía que el duelo de Polo con
Duclós por nuestra banda izquierda iba encontrando un ganador en el crema.
Ambos iban mostrando sus armas los primeros minutos de juego.
Al rato, surgieron dos
protagonistas que no estaban incluidos en el libreto inicialmente: los insultos
racistas y el árbitro. Empecemos por los primeros: tras el remate de Pando, fue
Landauri a cobrar el tiro de esquina y volvió hacia el árbitro, exhortándole a que
escuche las expresiones de los hinchas locales desde Oriente. Se tuvo que hacer
un llamado vía altoparlantes para que el público dejara de proferir dichas
expresiones, las cuales ya deberían haber sido erradicadas de los estadios de
fútbol hace años. Lo segundo fue el inentendible protagonismo que el árbitro
quiso ganarse: todo empezó con una pelota aérea que va a buscar Pando y que,
debido al movimiento de su brazo izquierdo, termina impactando en la ceja de
Benincasa, abriendo una herida. El árbitro, que inicialmente había mostrado
amarilla, decide que la sangre del defensa crema le tiñó la tarjeta y le
muestra la roja a Pando. Era una decisión inaudita, Pando en ningún momento ve
a Benincasa como para acertarle milimétricamente en la ceja. No hay intención,
no hay roja. Así de simple. Pero Michael Espinoza no lo vio así.
Flores encarando a nuestros centrales. Causó peligro el atacante crema. |
La expulsión de Pando condicionó
el accionar del equipo. Sin él y sin Pajoy, suspendido la fecha anterior, nos
quedábamos sin referentes de área. Quedaba Montaño como única opción de ataque.
Y no es que Johnnier sea un Usain Bolt para aprovechar las contras, así que el
equipo se replegó. A partir de ahí son pocas las opciones claras de gol ya que
tanto Bazán como Landauri tenían la misión de incursionar por los lados para
servir de balones a Pando. La única que tuvimos fue una en la que “Titi” se
saca a cuatro con un solo amague y dispara apurado y desviado. El compadre era
más pero no pudo traducir su superioridad numérica en goles. Se iban empatados
al descanso pero, antes de entrar a camerinos, hubo un amago de bronca entre
Balbín y Guizasola en la que el primero levanta el codo peligrosamente. A los
minutos, el árbitro interpreta agresión del crema y lo expulsa.
Segundo tiempo
Como bien dijo Butrón luego del
partido, pareciera que Alianza no se dio cuenta de que estábamos 10 contra 10 a
partir del segundo tiempo. El planteamiento de Mosquera, quien en partidos
anteriores no había escatimado en hacer cambios prematuros (incluso a los 20
minutos del primer tiempo), esta vez era incomprensible. La U, con 10
jugadores, nos hacía más daño que teniendo 11. Si no estuvimos debajo en el
marcador los primeros 10 minutos del segundo tiempo, fue de milagro: tras un
lateral de Cuba, vino una mala salida de Forsyth que aprovechó Trauco y que
Uribe despeja en la línea, y otra en la que Cuba hace la diagonal ante la
pasiva mirada de nuestra defensa y remata débil ante G&F que adivina la
trayectoria del balón. Mosquera veía como el equipo hacía agua, como no
generábamos UNA jugada de gol casi todo el segundo tiempo y no hacía nada.
Recién al minuto 70’ hizo entrar a Larrauri por Montaño, probablemente buscando
más velocidad y encare para las contras.
El equipo seguía replegado y
corríamos el riesgo de quedarnos con otro jugador menos debido a las imprudencias
que cometía Guizasola: una falta que debió ser roja y otra en la que fue a
provocar fueron un par de ocasiones en las que el lateral quiso calentar los
ánimos en el clásico. Luego, el DT hizo entrar a Erinson Ramírez en reemplazo
de Landauri. El buen Julio había sido, a mi parecer, uno de los pocos que
intentó ponerle ganas y generar fútbol en medio de un equipo de muertos. Al
rato, Bazán se acalambraba y salió sentido por Trujillo. Tres cambios poco
relevantes y a destiempo.
La única ocasión de gol (sí, la
única) clara que tuvo Alianza vino por parte de Ibáñez, quien cabeceó un centro
proveniente del córner pero su remate se fue alto. Parecía que esa iba a ser la
única forma en la que podríamos llegar al rival. No obstante, errores nuestros
terminarían por perjudicarnos. Otra vez un lateral de Cuba, esos que conocemos
bien y que ya ocasionaron un error de Forsyth minutos antes. El “1” sale de
nuevo, saca un despeje defectuoso y no regresa. La pelota vuelve al área y
Rengifo le gana a Guizasola (que aquí sí no es vivo), se eleva para rematar de
cabeza. El balón va al arco y vemos a Ibáñez presto a despejar, sin lograrlo.
Gol al minuto 90, cuando pensábamos que, por lo mostrado por este equipo, era
un premio irse con el empate. Lo que vino luego fueron manotazos de ahogado,
intentos desesperados por empatar que no sirvieron. Al 95 terminaba el partido
y nos íbamos, merecidamente, sin sumar punto alguno.
Apreciaciones finales
Es un partido que empezamos a
perder desde las suspensiones estúpidas del partido anterior. Y, para poder
aguantar un partido con un plantel mermado ante un rival que viene con su equipo
completo, mínimo tendríamos que tener una defensa fuerte e impasable.
Cualquiera diría que los que jugaron ayer son los defensas suplentes, pero no,
señores. Son nuestros defensas titulares. Esa mazamorra de anoche fue nuestra
zaga titular. Por más que por un milagro (y porque este formato de campeonato
lo permite) alcancemos los playoff a fin de año, con una defensa así no se
puede.
Otro es el tema del arquero. El
guardameta no puede fallar como falló Forsyth en el gol, sobretodo ya habiendo
tenido errores en ese mismo punto minutos antes. A George lo hemos aplaudido
mucho en este blog, lo hemos designado como figura varias fechas pero él no
debería fallar como anoche. Con una jugada mandó todo los buenos recuerdos al
hoyo.
Finalmente, la capitanía y el
técnico. No sé qué pasará en la interna de Alianza, pero este Ibáñez que nos
han regresado de Chile no es ni la sombra de lo que fue en su primer paso por
acá. Ni en juego, ni en actitud. ¿No hay nadie que sea digno de llevar la banda
de capitán del cuadro más grande del país? Y el técnico es otro tema. Más allá
de su terquedad y labia incontrolable, que se dé cuenta que ha perdido los dos
clásicos del año y ante el “Puma” Carranza como DT rival, el tipo con menos
facilidad de palabra del fútbol peruano. A ver si se da cuenta de que con palabras
bonitas no se ganan partidos. ¿Si urgen cambios también en ese aspecto? La
bronca me hace pensar que sí, pero viendo el plantel que tenemos y su falta de
amor propio y a los colores blanco y azul, no sé qué tanto podría hacer un
nuevo técnico.
Próxima cita
Si vamos a Matute este domingo a
las 4:00 pm para ver a Alianza Lima enfrentar a La Bocana, tenga en cuenta, técnico
y jugadores, que no vamos por ustedes. Vamos a pesar de ustedes, vamos por amor
a esa camiseta que ustedes han manchado en los últimos partidos. Nos
enfrentamos a un equipo que está cerca de la zona del descenso y ya no queremos
levantar muertos un partido más. Igual, ahí estaremos.
¡ARRIBA ALIANZA!
Fotos: Andina, Ovación,
DeChalaca.com
Con las defensas bajas
Reviewed by Blog Íntimo
on
julio 22, 2016
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