Esto no se acaba

 Alianza Lima 0 - Deportivo Municipal 0

Y así se fue el Apertura. Alianza Lima no fue capaz de derrotar a un mediocre Deportivo Municipal que no solo se mostró bastante limitado en el trámite del partido, sino que también fue carente de hambre de gloria y jugaba como si no se disputara el título y el empate en Matute les sirviera de algo. Quizá eso sea lo que mas joda, habernos despedido del torneo viendo a un Alianza sin la jerarquía suficiente para vencer a un equipo como el descrito, más allá del penal fallado de Preciado. En casa, a estadio lleno, el equipo de Gustavo Roverano sustentó el no merecimiento de este título.

Así alinearon:

• Cambios en Alianza: Noronha por Mimbela; Míguez por Landauri; Rodríguez por Guizasola.
• Cambios en Municipal: Benítez por Labarthe; Gutiérrez por Gonzales Vigil; Sawa por Ísmodes
• Expulsados en Alianza: Albarracín
• Expulsados en Municipal: Zela

Primer tiempo

El primer tiempo fue de dientes apretados y pierna más o menos fuerte. Municipal salió a neutralizar a Alianza y lo consiguió, con casi todo su equipo detrás de la línea del balón e incomodando constantemente las salidas por el medio y por las bandas. No hubo elaboración por parte de ninguno de los dos equipos y las pocas ocasiones de peligro llegaron por jugadas aisladas. Causaba particular curiosidad la pasividad de la visita en cuanto a ofensiva, jugando casi como si el empate les conviniera, sin explosividad arriba, con su arquero haciendo tiempo, elaborando de forma pausada, casi por compromiso, y preocupándose mucho más por bloquear los ataques aliancistas que por buscar el triunfo.

Segundo tiempo

Como era de esperarse, ambos salieron con otra actitud para la segunda mitad, conscientes de que el resultado no favorecía a ninguno. El control de la pelota se intercambió: primero la tuvo Alianza; luego Municipal por un lapso, y después nuevamente Alianza. No se encontraba cómo hacer daño, y dio la impresión de que por momentos los blanquiazules entraban en cierto letargo, lo cual era totalmente imperdonable por el rótulo de final que tenía el partido que nos jugábamos. 

Roverano, en una decisión que hasta ahora no entiendo, sacó a sus dos zurdos en ofensiva (Mimbela y Landauri) para hacer entrar a Noronha y a ¿Míguez?. Repito, ¿Míguez? Atoche y Albarracín no se jugaban precisamente el mejor partido del torneo, pero problemas en la contención no había. Digo, ¿no hubiera sido mejor sacar a uno de los contenciones o de los defensas para hacer entrar a Noronha, quedarnos con Mimbela y Landauri, e irnos con todo al ataque, sobre todo tomando en cuenta lo cerrado que estaba el rival?

Los cambios no funcionaron y el equipo se perdió en la incertidumbre y las imprecisiones hasta que, a minutos del final, las ganas inclinaron la balanza a favor nuestro, lo cual nos llevaría al punto cumbre del penal cobrado por una polémica falta contra Costa. ¿El resultado?, el  que todos vimos: Preciado la estrelló contra el travesaño y cerró el empate de un partido que pintaba para el 1 a 0. Falta de jerarquía hasta para definirlo de penal.

Conclusiones personales

Quien escribe está tan molesto como todos, pero creo que la cólera no puede nublarnos para reconocer algunas cosas a favor del equipo: Nuestro once titular definitivamente no es el mejor del torneo en cuanto a nombres, y banca no tenemos, así que no podemos dejar de considerar que, dentro de todo, Roverano mantuvo a Alianza peleando cuando nadie esperaba que ésto fuera posible, considerando en qué posición nos dejó Sanguinetti y que encima cargábamos el problema de los suspendidos y lesionados.

Pasando a lo negativo, al actual DT aliancista le alta manejar mejor los cambios, mientras que el equipo urge de refuerzos que den la talla en diversas posiciones. Me parece que Trujillo y Guizasola ya dieron -hace rato- todo lo que tenían para dar. Hace falta, también, algún refuerzo en la volante creativa y una pieza de recambio para Preciado y Noronha. Esperamos que el nuevo gerente deportivo ya esté trabajando en ello. Otro punto a enfatizar, el principal, creo yo, es la falta de jerarquía mostrada en partidos claves como el de Ayacucho o el de Arequipa, que a la postre nos terminarían dejando relegados en la lucha por el primer lugar.

Próxima cita:

Quisiera hacer énfasis en algo: Si bien el Apertura se terminó para nosotros, está prohibido perder en Trujillo. Aún quedan dos maneras de meternos en las semifinales por el título nacional: por la tabla a cumulada, o por la obtención del Clausura. Para la primera vía, cuenta cada punto que hayamos sumado del Apertura, incluyendo este partido a jugarse contra la Universidad César Vallejo. El plantel tiene que lavarse la cara y salir a afrontar la última fecha del Apertura con el objetivo de traerse tres puntos que sumen para el acumulado; además, está en la obligación de demostrar a la hinchada que sigue enchufado y con toda la consigna de llegar a las semifinales a fin de año pese a este Apertura no obtenido. 

A traerse el triunfo desde Trujillo, ¡ARRIBA ALIANZA, CARAJO!