Los magos del balón
*Esta crónica es una de las más extensas de la investigación debido a la importancia del partido y las
distintas historias detrás de este.
Investigación: Roberto Barreto
Ficha del partido
Fecha: 22 de
enero de 1928
Hora: 10.20 a. m.
Estadio: Estadio
Nacional (San José)
Árbitro: Miguel
Ruiz Herrero
Jueces de línea:
Antonio Hernández y Roberto Mora
Alineaciones:
- Libertad: Manolo Rodríguez; Arturo Aymerich y Abel
Gutiérrez; Ricardo Bermúdez, Juan Gobán y Luis Montero; Rafael Madrigal, Juan
Fonseca, Pedro Quirce, Salvador Tabasch e Ignacio Mora.
- Alianza
Lima: Jorge Pardón, Alberto Saldarriaga
y Soria; Domingo García, Romeo Parravicini y Juan Quintana; Kochoi Sarmiento
(c), Juan Bulnes, Alejandro Villanueva, Alberto Montellanos y José María
Lavalle
Goles:
- Libertad: Salvador Tabasch
- Alianza Lima: José María Lavalle y Juan Bulnes
Este fue el partido más accidentado de toda la gira. Foto: captura de El Diario de Costa Rica |
¿Qué sucedió
realmente aquella vez en San José, Costa Rica en que se reportaron lesionados,
además de peleas dentro y fuera de la cancha? En esta crónica recapitularemos
dicha historia revisando las distintas versiones de los diarios y evaluando su
imparcialidad. Tras contrastar, hemos llegado a conclusiones interesantes.
El partido más importante jugado en Costa Rica hasta la fecha
La afición y
prensa costarricense venían contando los resultados de los encuentros
disputados por Alianza Lima de la ‘gira oficial’, por lo que no incluían el
triunfo de los íntimos ante Domingueño en su conteo; para ellos, Alianza tenía
2 victorias (una ante Herediano y una ante Libertad) y una derrota (ante
Herediano); en ese sentido, en la última fecha se iba a definir la serie.
Por dicho motivo,
el cotejo que iba a tener Alianza Lima ante Libertad generó gran expectativa en
los medios. Incluso fue denominado como el duelo más importante en el ámbito de
clubes del fútbol de Costa Rica.
De esta forma se promocionaba el partido más importante a jugarse en Costa Rica. Foto: captura de La Tribuna |
«Faltando ya pocos días para el juego del domingo,
todo mundo habla de él. Es el comentario obligado en corillos. Es grande la
ansiedad que existe porque llegue ese día», reseñó La Tribuna.
Asimismo, a los
jugadores victorianos se les catalogó en las publicidades como «los
magos del balón», «los formidables players» y «competentes»; mientras que a la
contienda se le calificaba como «el mayor acontecimiento deportivo».
Por otro lado, la prensa de dicho país sugería (si
es que no exigía) que Alianza Lima pusiera en juego alguno de los trofeos que
trajo desde Lima y que fueron donados, como comentamos al inicio de este
informe, por entidades importantes (Federación y el Gobierno de Augusto B.
Leguía) y por Foción Mariátegui.
Desde Presidencia del Perú habían pedido que la copa
de plata obsequiada por el presidente de la república, Augusto B. Leguía, se
pusiera en juego en un cotejo que se considerara como el de mayor importancia;
el momento había llegado: en el encuentro ante Libertad se disputó la Copa
Presidente Leguía, lo cual generó mayor expectación e interés en el apodado
‘partido de la temporada’.
El capitán de Alianza Lima y extremo izquierdo Jorge
Kochoi Sarmiento incluso fue a la redacción del Diario de Costa Rica —junto con
Bulnes— para informar sobre la intención de poner el trofeo en juego; asimismo,
aseguró que la delegación íntima había sido recibida de la mejor forma en Costa
Rica.
«Nuestra
temporada en Costa Rica es de los más grata y los juegos que se nos han
presentado han sido muy interesantes, esperando que el de mañana lo sea más, en
el interés de ser el último y por el hermoso trofeo que disputaremos.
Posiblemente, después de nuestra estadía en Costa Rica, sigamos a México y a
Cuba, en donde ya tenemos hechas gestiones para una serie de juegos», contó Kochoi
para dicho medio.
De
juego brusco, trompeadores y otros carnavales
El último encuentro de Alianza Lima en Costa Rica
—en el papel— fue accidentado y le
ocasionó muchas críticas al elenco peruano por parte de la prensa del país
centroamericano.
Alianza Lima lo terminó ganando por 2 a 1 y, de esa forma,
se quedaba con la Copa Presidente Leguía y con la serie a su favor (3 victorias
y una derrota), pero según los diarios costarricenses, los íntimos apelaron al
juego brusco y al sabotaje de un partido que se esperaba que fuera honorable.
Esa versión de los hechos llegó incluso a la
redacción del decano de la prensa nacional, El Comercio; pero fue desmentida
por socios, los directivos y un jugador de Alianza Lima.
De hecho, La Prensa de Perú refiere que a nuestro
país habían llegado 2 versiones de lo acontecido en ese ‘partido a muerte’ que
eran muy distantes entre sí. «Se da el caso curioso de que sobre un mismo
encuentro se publiquen en Lima versiones antagónicas que en cierto modo
producen desconcierto en cuanto a la realidad de lo ocurrido», detalla el medio
nacional.
¿Cómo sucedieron los hechos? Te lo contamos.
Durante el duelo, los íntimos, al temer
supuestamente la ofensiva de Libertad, lanzaban el balón a las tribunas y en
más de una ocasión habrían propiciado peleas con los jugadores rivales, hinchada
local e incluso con un policía.
Así lo reseñó la prensa de Costa Rica, que, además, aseguró
sentimentalmente que, si bien Alianza había obtenido la victoria en cancha, el
triunfo legítimo le pertenecía a Libertad porque el juez había arbitrado en su
contra.
Alianza alineó con el mismo equipo de la contienda
pasada ante Herediano pese a que había rumores de que Saldarriaga se encontraba
un poco mal de salud (no se precisa el problema). Al ingresar al campo, los
jugadores de Alianza Lima salieron con un listón negro debido al fallecimiento
de un familiar de Manolo Fuente, jugador del Atlético Chalaco y por el papá de
los García.
Eulogio García fue el único que no viajó a Centroamérica de los hermanos. Foto: captura de El Comercio |
Dos días antes del cotejo (el 20 de enero de 1928)
los medios peruanos reportaban el fallecimiento del padre de Julio y Domingo
García (que estaban en Costa Rica), don Jacinto García. El sepelio se efectuó
el 19 de enero y de seguro estuvo Eulogio García, el tercer hermano que no fue
a la gira.
Julio y Domingo se quedaron en Costa Rica con el
equipo e incluso vieron acciones en el encuentro, Domingo como titular.
Por el lado de Libertad, resaltaba que no se
reforzaron con jugadores de otros equipos como lo había hecho en el partido
anterior y el Herediano. De su equipo principal, tenía una ausencia: la del
extremo derecho José Joaquín
Fonseca Coyeya, debido a una elevada
fiebre. Lo reemplazó Ignacio Mora.
El play de honor
estuvo a cargo del cónsul peruano Alberto Franco Guerra, ilustre invitado que
tras la ceremonia acudió al palco de invitados con Víctor Oyague. Todo estaba
listo para el compromiso —con regular marco de público— que definiría si
Alianza Lima era el ganador de la serie o los costarricenses.
Según el Diario de Costa Rica, al compromiso se le
puede catalogar como deslucido y desilusionante. Alianza Lima, con el viento a
favor, buscó tomar protagonismo en el arranque, pero Aymerich y Gutiérrez
neutralizaban cualquier intención de la visita. La actuación del conocido
arquero y capitán de Libertad, Manolo, fue resaltante; incluso ahogó un grito
de gol a Villanueva.
«Avanzan los cinco delanteros peruanos, Manolo sale
de su puerta y logra quitar a Villanueva la oportunidad del primero, pues el
gran arquero liberto ha arrebatado el balón de los pies de aquel gran delantero», precisa La Tribuna.
Cuando era el turno de Libertad de atacar, los
volantes Domingo García, Parravicini y Quintana hacían su tarea. Se destaca
también que la última línea defensiva (Saldarriaga y el Doctor Soria) estaba sólida si es que los liberteños lograban pasar
a los volantes. Alianza, asimismo, apeló a la pelota quieta, sobre todo con
tiros de esquina de Lavalle, que al final no ocasionaban el peligro esperado.
Ello habría propiciado que los jugadores de Alianza
Lima recurrieran al juego brusco y a cortar jugadas con faltas para evitar
malas sorpresas. La prensa deportiva costarricense —notoriamente parcializada—
apuntó cada detalle que no le gustaba de Alianza Lima para trasladarlo al
papel.
«Se notaba en los jugadores peruanos cierta
impaciencia por no haber alcanzado un solo tanto con el viento a su favor y las
cargas al jugador contrario hicieron su aparición en el campo, siendo el primer
en usarlas el extremo Lavalle. Gobán le esquivaba el cuerpo al igual que
Aymerich y Gutiérrez, pero siempre se puso de manifiesto el afán del “Negro”
por el juego brusco. El contagio en el once peruano fue rápido. Bien pronto García
hacía lo propio con los delanteros de la Libertad», señaló el Diario de Costa
Rica.
Pero vale decir que el diario costarricense La
Prensa, por su parte, precisa que el juego brusco provino de ambos elencos al
no poder ninguno abrir el marcador. «Ambos onces se impacientan hasta el punto
de que se recurre al juego brusco que como se sabe por lo que ya se ha visto en
otras ocasiones, desluce el juego e incomoda a los espectadores», se detalló.
Minutos antes de
que culmine la primera mitad, se suscitó una pelea entre Quintana y Madrigal
conocido como el Macho. Del inicio de
esa batalla, los medios costarricenses ‘no se pusieron de acuerdo’ y
presentaron varias versiones y culpables.
-
La
Prensa (de Costa Rica) señala que Quintana tenía el balón, pero Macho Madrigal logra quitarle el
esférico después de una ardua disputa. Quintana acusó a Madrigal de haberle
pateado en ese intento, por lo que se le abalanza e inicia una pelea entre
ambos. La hinchada local invade la cancha y la Policía retira a la parcialidad,
que si bien el diario no lo indica, se puede inferir que querían tomar acciones
contra los visitantes. Al final, el Loco
Quintana y Madrigal se separan. El medio añade que los jugadores de Libertad «no
están menos calientes que sus contrarios».
- La
Nueva Prensa asegura que Madrigal cayó al piso al enredarse con el balón y ello
fue aprovechado por el Quintana para darle una patada en el suelo (previo a
eso, había habido varias faltas de Quintana contra Madrigal). Tras ello,
Madrigal le había tirado una bofetada a Quintana. La hinchada invade el campo y
los jugadores de Alianza Lima están atentos a cualquier bronca posible, pero al
final Madrigal y Quintana no siguen con la bronca.
- El
Diario de Costa Rica indica que la pelea de Madrigal se dio con Domingo García,
pero es el único medio que dice ello, por lo que debe tratarse en realidad de
Quintana. Añade que el jugador de Alianza cargó a Madrigal en una jugada y que
luego el costarricense le propinó 2 patadas sobre el cuerpo del aliancista,
quien estaba en el suelo. El aliancista respondió con bofetadas y estuvieron en
un clinch del cual fueron separados por los jugadores, el público y la Policía.
También menciona que un hincha de Libertad agredió a un delantero de Alianza
Lima, que se logró defender a bofetadas.
-
La
Tribuna asevera que Madrigal se llevó en una jugada a Quintana, quien desde el
suelo le da una patada a Madrigal. Inicia la pelea, pero interviene la Policía
y los hinchas que intentan separar. Filomeno García (aunque podría ser Domingo,
quien estaba en el campo) se habría peleado con un policía en el incidente.
Se puede concluir
que las 4 versiones no concuerdan del todo. Algunos responsabilizan a Quintana,
otros a Madrigal y dan testimonios distintos de cómo inició la jugada que
culminó en bronca. Pero algunos detalles sí coinciden al menos en la mayoría de
los medios revisados: Madrigal y Quintana fueron los de la bronca; la Policía
entró al campo a calmar el pleito e hinchas también lo invadieron e incluso
agredieron a un jugador de Alianza; no solo los jugadores de Alianza Lima eran
los responsables del alboroto, porque los de Libertad también cometieron faltas
fuertes.
El partido se reanudó después de varios minutos,
pero este ya estaba por culminar su etapa inicial. Los jugadores fueron a los
camerinos con los ánimos caldeados. Para la segunda mitad, Alianza Lima, pese a
tener el viento en contra, consiguió el primer tanto. Fue de contragolpe.
Libertad atacaba, pero Soria logró despejar el balón. El esférico fue recibido
por Lavalle, quien lo condujo por su carril derecho hasta llegar al área y
patear.
Tras ello,
Alberto Montellanos, delantero blanquiazul, también recibió una fuerte falta,
pero se repuso. Otro de los que fue golpeado, pero que sí tuvo que ser cambiado
fue Quintana, que nuevamente se enfrentó a Madrigal y terminó mal de los
riñones. Por él ingresó Julio García.
Sobre la
sustitución de Quintana, el corresponsal del diario El Tiempo de Perú narró que
Madrigal fue con mala fe contra el Loco. «(El) tanto peruano
llevó al colmo de la exasperación libertina. Quien más se distingue en esta
innoble competencia es Madrigal, que llega al punto de derribar de un golpe por
la espalda al jugador Quintana derribándolo y repitiendo sus golpes cuando este
se encontraba derribado. Como consecuencia de la cobarde agresión, Quintana
tuvo que ser retirado privado e inutilizado del campo y reemplazado por Julio
García», asevera El Tiempo.
Los medios
costarricenses, por su parte, criticaron al árbitro porque el juego se había
paralizado 15 minutos aproximadamente. Y por parte de Libertad Ignacio Mora fue
sustituido por Arguedas por acusar una lesión.
Libertad siguió
intentando empatar y lo lograron: Montero centró al área y Tabasch Papas empata el encuentro de cabeza. El
público creía en la remontada y también los jugadores de Libertad, que
intentaron por todos los medios, pero se encontraron con Pardón y compañía.
Asimismo, no pudieron evitar el segundo tanto aliancista por intermedio de
Bulnes. Error defensivo de Gutiérrez permitió que Bulnes rematara al arco y le
anotara al emblemático portero Manolo. Bulnes ya le había anotado a Libertad y al famoso Manolo en abril de 1927 cuando fue a ese país con Atlético Chalaco.
Previo al tanto
se le anuló un tanto a Manguera. «Vuelven a atacar los peruanos y
Villanueva coge estando off-side y shuta pasando la bola entre el marco de
Manolo, pero antes el juez le ha pitado su falta y ese tanto se anula».
Libertad siguió
intentando y de acuerdo a la prensa costarricense, el árbitro Miguel Ruiz
Herrero no les cobró al menos 2 penales supuestamente legítimos; uno de ellos
por presuntamente mano de Saldarriaga y otra por un jalón en el área a un
jugador de Libertad. Alianza Lima despejó varios balones sin ruborizarse y el
marcador no se movería más. Villanueva —de buen partido, pero no muy
protagonista como en otras ocasiones— y compañía habían ganado la serie de
encuentros por 3 a 1.
Kochoi Sarmiento
recibió la Copa Presidente Leguía que se regresaba a Perú gracias a la victoria
íntima. Por su lardo, los García le dedicaban a su papá aquel triunfo.
El público
terminó disconforme con el resultado. De acuerdo a las crónicas increparon a
los árbitros, algunos intentaron hasta agredirlo, pero de hecho los cronistas
fueron los más ‘afectados’. En fechas pasadas habían definido a Alianza Lima
como el equipo más poderoso que había llegado al país y asegurado que dejarían
grandes enseñanzas al fútbol costarricense, pero ahora lo criticaban
fuertemente por haber priorizado el resultado y haber empleado un supuesto juego
brusco, y felicitaban a Libertad, que jugaron «magníficamente».
El medio mostró total parcialidad en su informe del encuentro. Foto: captura de La Nueva Prensa de Costa Rica |
Uno de ellos
incluso sugirió a modo de sarcasmo que si Quintana tenía un problema con
Madrigal, debían verse las caras en las calles.
«La acción de Quintana al patear repetidas veces a
Madrigal, es vituperable en modo fuerte. Eso no se hace entre caballeros. Si
rencor se le tiene, buscarle en la calle, pero no ir al Estadio a dar
espectáculo que sólo revela falta de cultura», reseñaba el redactor de La Nueva
Prensa.
Lo que quizá no
sabía dicho periodista es que efectivamente la riña entre jugadores continuó en
las calles.
Pelea en las calles de San José
Los jugadores de
Alianza Lima se vieron en distintos capítulos de conflictos tras su victoria
ante Libertad, de los que se tienen distintas versiones.
Lo concreto fue
que el domingo 22 por la noche hubo una pelea entre los jugadores de Alianza
Lima y de Libertad en el Hotel Cataluña y el lunes 23 los aliancistas fueron
agredidos por un familiar de un jugador de Libertad y otros simpatizantes del
equipo. Los ánimos estaban caldeados
La pelea en el
Hotel Cataluña
En su edición del
lunes 23 de enero, un día después del encuentro, La Nueva Prensa tituló una
noticia como «El gran incidente de anoche». En ella recogía una
versión que aseguraba que Juan Bulnes, Domingo García y otros aliancistas
agredieron en un establecimiento a su colega de Libertad, el volante Luis
Montero (lo llamaron «Monterito» en la nota).
«Muy tristes son estas escenas en las cuales los
Garcías y Bulnes, demuestran su poco deportismo, haciendo incidentes y sobre
todo, abusando por el más insignificante motivo», añadía La Nueva Prensa.
Incluso, el hermano de Montero, Jesús Montero, envió
una carta al Diario de Costa Rica publicada el miércoles 25 de enero señalando
que jugadores aliancistas como Villanueva, Quintana, Lavalle y Bulnes fueron
hasta el hotel mencionado para ir a agredir a su hermano y a otro compañero de
equipo.
«Ante aquella agresión y comprendiendo la
imposibilidad de defenderse ya que mi hermano solo contaba con un compañero,
muy joven por cierto y los atacantes eran cinco, Luis optó por retirarse como
lo hizo, con alguna habilidad y sin que los VALIENTES PERUANOS se dieran cuenta»,
reza la carta del hermano de Luis Montero.
¿Pero era cierto de que solo eran 2 los jugadores de
Libertad y que los aliancistas fueron a agredir sin algún motivo? En el famoso
libro Una vez y nunca más del periodista y novelista Guillermo Thorndike narra
el incidente y si bien el autor es conocido por darse unas licencias
literarias, resulta interesante exponer las versiones que él habría obtenido
del caso.
Thorndike narra —por medio de los jugadores
aliancistas— que ellos se encontraban hospedados en el Pensión Italia y que esa
noche fueron llamados por teléfono por los costarricenses (no se precisa si
eran los jugadores o aficionados molestos por la derrota) que los citaban en el
Hotel Cataluña.
«—Yo voy —Guillermo Rivero bajó la escalera de dos
peldaños en dos, alzó el auricular. Carajitos, querrían pelear como hombres. El
íntimo tragó saliva. ¿Quién eres? No importa, se encrespó la voz, los esperaban
en el Hotel Cataluña si eran hombres. Ahora vamos —colgó, vaya cojudos.
Desafiaban a trompearse nada menos que al Alianza Lima», se lee en el libro.
Incluso se señala que el Loco Quintana, quien había quedado lesionado por el enfrentamiento
contra Macho Madrigal, reseñado
también en esta crónica, se animó a ir.
«Once heridos, oiga usted. Repartieron con todo:
sillas, botellas, puntapiés. No más cinco contra un bar repleto de josefinos.
Después huyeron, se atrincheraron en la Pensión Italia. A partir de ese pleito,
no cesaron de perseguirlos».
También se expone en dicho libro que los jugadores
aliancistas sentían que, si había alguna diferencia con los jugadores y los
hinchas de Libertad, esta inició por el conflicto que tuvieron Macho Madrigal y Quintana, que culminó
con la lesión del jugador íntimo, además de la agresión que sufrió Lavalle en
el partido por parte de un hincha.
«—Está usted equivocado, mi amigo. La violencia
empezó el día que el Macho Madrigal
casi rompió una pierna a Quintana. Hasta José María Lavalle recibió su ración.
Y ya sabe usted que don José es pacífico», detalla el libro.
Ambos casos han podido ser corroborados y son
mencionados en este libro páginas atrás, así que se puede considerar que dicho
libro, pese a sus permisos literarios, se basa en situaciones reales y puede
citarse en un informe periodístico.
De ambas versiones queda claro que sí hubo un fuerte
enfrentamiento, del cual se habían ocasionado daños en el Hotel Cataluña y que
entre algunos jugadores de ambos equipos había temas pendientes. Pero
situaciones posteriores darían más luces del caso.
Ataque
a aliancistas en los exteriores de un teatro
Hubo represalias. Muy molesto e indignado, el
dirigente aliancista Víctor Oyague, junto con Pardón y Filomeno García, acudió
el lunes 23 por la noche a las oficinas del Diario de Costa Rica para informar
que ese día habían sido agredidos físicamente por varias personas simpatizantes
de Libertad y gente allegada al club. Los afectados fueron Domingo García, José
María Lavalle, Filomeno García, Juan Bulnes y Juan Rostaing, que fueron
sorprendidos cuando salían del Teatro Adela; incluso denunció que la Policía
había cometido abuso de autoridad y había permitido las agresiones.
Uno de los responsables fue el hermano de uno de los jugadores de Libertad. Foto: captura del Diario de Costa Rica |
«Domingo García llegó con el saco destrozado,
Lavalle con una pedrada en la cabeza lo mismo que Rostén y Bulnes con varios
golpes. Filomeno García fue sujetado por dos policías que le pusieron las
pinzas y así sostenido los policiales no impidieron que un individuo que ellos
conocen, le diera un golpe que le produjo un herida sobre la ceja izquierda
(sic)», precisaba Diario de Costa Rica.
El presidente de Alianza Lima, Víctor Oyague, se acercó a las oficinas del citado diario para mostrar su rechazo a la violencia. Foto: captura del Diario de Costa Rica |
También se destacó que los jugadores aliancistas,
tras el incidente, recibieron la solidaridad no solo de algunos jugadores de
Libertad como Salvador Tabasch Papas
y Manolo Rodríguez, sino también de la dirigencia de Libertad por intermedio
del propio presidente.
«Como se dijera que en este ataque había complicados
algunos simpatizadores y miembros de La Libertad, una delegación de ese centro,
compuesta por el Presidente del mismo, don Carlos Soley, don Rómulo Salas,
secretario y don Manolo Rodríguez, a quienes acompañaba don Gonzalo Beeche de
la Junta de Juegos Internacionales, se presentaron al hotel donde se hospeda el
equipo Alianza a manifestarles su pesar por lo ocurrido y como era natural, a
reprobar el hecho», escribe Diario de Costa Rica.
¿Pero quién había
liderado al grupo de agresores? Pues hermano de Luis Montero, Jesús Montero,
quien fue el que había enviado una carta a los medios narrando que los
jugadores de Alianza Lima habían supuestamente golpeado a su hermano. Él mismo
confesó el ataque en dicho escrito y se justificó afirmando que debía
limpiar la ofensa.
«Por consanguinidad, me dispuse luego a cobrar la
ofensa inferida a mi hermano de una manera, tan villana o cobarde, y fue por
ello que en compañía de él y de dos muy buenos amigos que se dispusieron a
acompañarme me dediqué en la noche de ayer a buscar a los agresores, a quienes
encontramos a la salida del Teatro Adela».
Según su versión, su hermano, al ver a Bulnes, le
invitó a pelear a un lugar de menos concurrencia, pero los aliancistas que lo
acompañaban decidieron atacarlo y comenzó la pelea.
Esto demuestra
que el problema habría sido mucho más severo con los hinchas, quienes incluso
agredieron en la cancha a los aliancistas, pero fue el hermano de Montero quien
decidió hacer ‘justicia’ por sus propias manos e incendió la pradera.
Cuestionamientos
sobre la versión negativa que llegó de Alianza Lima a Perú
En El Comercio de Perú se recogió una versión
sesgada y parcializada de los hechos sucedidos en ese partido. Al igual que los
medios costarricenses, en el diario peruano se señalaba que Alianza ensució el
partido con un juego brusco y que recibió indirectamente la ayuda del árbitro.
Lo cierto es que El Tiempo se encargó de explicar
que El Comercio tenía como corresponsal a un empresario costarricense llamado
Fernández Mora, quien intentó llevar a Alianza Lima a Costa Rica y recibir
ganancias por la gira.
La versión de Fernández Mora carecía de sentido si se considera que Alianza Lima era visita. Foto: captura de El Tiempo |
Previamente había llevado al Atlético Chalaco a ese
país y ahora, al no lograr su objetivo con Alianza Lima, optó por opacar las
hazañas que venía consiguiendo el equipo íntimo y omitió que aquel juego brusco
habría venido por parte de los locales.
Fernández Mora había fallado en su intención de ser el empresario que llevaría a Alianza Lima a Costa Rica. Foto: captura de El Tiempo |
«Dice que el Alianza emplea “todos los recursos
prohibidos por el reglamento del football”. ¿A quién se le puede ocurrir que un
equipo que juega en país extraño, teniendo por adversarios y referee a hijos
predilectos de ese país, emplee recursos prohibidos y actitudes antideportivas
cuando su situación técnica debido a su mayor valor deportivo es superior a la
de los hijos del que los hospeda? ¡Solamente al señor Fernández Mora!»,
menciona El Tiempo.
A su turno, el socio aliancista Francisco Romero
envió una carta al mismo medio en la que criticaba al mismo corresponsal-empresario.
«Este mismo corresponsal sorprendió a la afición
limeña con la especie que debido a ciertos escándalos, la Liga Costarricense se
había visto obligada a cancelar la gira del Alianza atreviéndose a afirmar
estas noticias afirmando que habían sido echados del hotel. Hubo diarios como
“La Crónica”, que acogieron estas informaciones tendientes a desprestigiar la
brillante campaña que están haciendo nuestros compañeros, colocándose así en la
situación muy poco airosa de tener que rectificarse a sí mismo ante la
evidencia de los hechos (sic)», afirmaba el socio.
Pero no solo la palabra de El Tiempo y del socio
aliancista desmentían la versión en contra de Alianza, sino que el propio Loco Quintana narró posteriormente en
una entrevista que había quedado mal tras el enfrentamiento que tuvo con
Madrigal.
Palabras del Loco Quintana tras regresar al país antes que toda la delegación. Foto: captura de El Tiempo |
«Los referées,
siempre adversos a nosotros, hicieron cuanto pudieron por impedir nuestro
triunfo. Pero era y es tan superior el juego peruano con respecto al
costarricense, que no había caso y nuestras victorias no había la posibilidad
de impedirlas. (…) Sin embargo, cada una de ellas nos costaba cuatro o seis
jugadores seriamente lesionados. Ejemplo viviente, aquí soy yo. Con dos
taconazos feroces dados innoblemente por la espalda, en los riñones, caí
inutilizado en la última tarde que el Alianza jugó en San José. Todavía tengo
vivas las heridas que con este cobarde modo de marcar me causó el famoso
Madrigal; famoso por lo malero, pero no por buen jugador», dijo a su regreso el Loco Quintana.
¿Conclusiones? Si
bien los aliancistas no eran angelitos —sino más bien avispados trompeadores—,
en este caso recibieron la solidaridad de los directivos de Libertad. Ello
puede dar a entender que el problema con Montero no habría sido tan severo,
porque si no, no hubiera habido por parte de su dirigencia esas muestras de
apoyo a los aliancistas.
Esto tendría
asidero, debido a que pocos días después del incidente se llevó a cabo un
pícnic (del cual hablaremos en la siguiente entrega) cuyos invitados de lujo
eran los victorianos. ¿Los hubieran invitado si es que los aliancistas hubiera
sido los principales responsables de los pleitos? Cada uno puede sacar sus
conclusiones. ¡Arriba, Alianza, toda la vida!
Fuentes consultadas:
Diario La Tribuna de Costa Rica
El Diario de Costa Rica
Diario La Nueva Prensa de Costa Rica
El Comercio
El Tiempo
La Prensa
*Un saludo a los encargados de Sinabi (Sistema Nacional de Bibliotecas de Costa Rica) por su archivo histórico digitalizado.
**Agradecimiento a los trabajadores de la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional del Perú.
***La investigación viene siendo publicada en 20 partes en el sitio web de El Blog Íntimo.
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