Celebra: Úrsula Castillo (@analistaintima)
Alianza Lima vs. Binacional - Alineaciones
Análisis del Alianza Lima vs. Binacional: de ansiedad a goleada...
Solo un cántico reflejaba lo que se esperaba anoche, en un contexto inigualable y con la usual localía repleta: Hoy te venimos a ver, hoy no podemos perder, vamos que yo tengo fe, verte campeón otra vez. Simple y no tan simple a la vez. No podíamos perder. Era ganar o ganar para proclamarnos campeón de la Fase 1. Era sumar 3 puntos, como todos los partidos que hemos ganado de local a lo largo de este Apertura 2023…en nuestro ‘Alejandro Villanueva’, en ‘Matute’, en la ‘Caldera’. Ayer no fue la excepción.
Fueron dos tiempos del cuadro blanquiazul en general superiores, pero muy diferenciados en cuanto a la eficacia. Primer tiempo: 8 tiros a puerta, 2 goles. Castillo (8’) y Barcos (48’). Segundo tiempo: 6 tiros a puerta, 4 goles. Reyna (52’), Cueva (53’), Barcos (82’) y Lavandeira (88’). Eso explicaba mi nerviosismo de la primera mitad. No estábamos asegurando lo que teníamos que asegurar, a pesar de que Alianza salió a apretar desde el arranque de ambos parciales y peor aun, cuando el gol en contra se daba de esa manera. Menos mal el segundo tiempo fue un máster de cómo aprovechar en liquidar las armas defensivas del rival. Era un banquete.
Y en un banquete siempre hay espacio para el postre. Retrocedamos el partido. Sí, me voy a dar la libertad de empezar por el final. Y es que eso fue el penal, un postre. Penal como el que Alarcón nos negó dos veces a lo largo del partido. Un postre agridulce, ‘agri’ porque si no la metía iba a ser un papelón y ‘dulce’, porque si bien esa jugada no se había visto en estos lares, era una réplica de lo que hizo otra dupla argentina-uruguaya. Barcos y Lavandeira, se disfrazaron de Messi y Suárez. La holgura del resultado inclinó la balanza hacia la solidaridad de Barcos, que como lo explica bien en sus posteriores entrevistas, era algo que habían practicado hace tiempo, para darle a ‘Lava’ la oportunidad de reencontrarse con el gol, como aquel último que nos dio el campeonato 2022, pero esta vez para cerrar la goleada del campeonato apertura 2023.
No hay nada que ya no esté dicho acerca de Barcos. Que es un ídolo, que está punto de romper la racha de goleador extranjero en Alianza Lima, que cada vez que anota Alianza no pierde, que sabe equilibrar entre destacarse y hacer destacar al equipo, que es determinante para Alianza, que es un ídolo (sí, lo repito). Ayer Barcos nos regaló un golazo, llevándose no solo a uno, dos, sino a tres; para dar el zapatazo cruzado, elaborando y sentenciando por él mismo, el quinto gol. Doblete de Barcos en ‘Matute’, en su vuelta como titular.
Sin ni siquiera saber que Cueva arrancaría de titular en este partido, todas las expectativas estaban puestas en él. Principalmente porque era el más probable a ser llamado y porque tenía que elegir entre sacarse toda la mala racha, para que pueda ganarse un lugar en Alianza en esta nueva era, en esta nueva generación. No de lo que dio hasta ahora en la selección, no de lo que nos dejó en su primer paso por Alianza. Y así fue. Justo después de haber asistido el gol de Reyna, Cueva queriendo o sin querer queriendo, en vez de sacar un conejo del sombrero, sacó un pelotazo a tres dedos con su derecha. Sí, choca en el defensa y cuelga a su arquero. Sí, no es que Binacional sea el equipo modelo capaz de frenar a las travesuras de Cueva. Pero el fútbol es así, se reencontró con su magia al minuto 53’. 4-1 para Alianza. No quiero dejar pasar desapercibido esa postal entre ‘Aladino’ y Saravia luego del gol en contra, dándole ánimos al guardameta con un choque de manos. Importante que un referente del fútbol peruano le muestre su confianza, frente a un error (repetitivo) que de seguro tiene que aprender a evitar a futuro.
Con Reyna, el pueblo aliancista se acordó de que les gustaba el ‘chocolate’, de que se hacían los estrechos cuando hubo sequía del ‘tiki taka’, desde que llegó tuvo en mis ojos la añoranza del juego quimboso de Alianza. Lo que en el comienzo del apertura no se le daba, lo pudo concretar en el último tramo del apertura: el gol. Con una magnífica habilitación de Cueva, pase diagonal en profundidad, pateado con la parte externa de su pie derecho, con esa parte que te dicen que no se debe patear, pero que él sabe hacerlo y la pelota termina en las redes de norte. El gol nos alejaba de ese 2-1 angustioso, de la posibilidad de que llegara un empate por parte de los representantes de Puno. Candela y pica pica en los pies de Reyna. Mi caballito de batalla.
El gol de Barcos al finalizar el primer tiempo nos quitaba esa mala espina del partido anterior en Libertadores. Gol que se nos invalidó, gol con el que podríamos haber ido al descanso de manera más tranquila. No se dio en la Libertadores, se dio aquí. Gol de Barcos. Gol que menguaba esa ansiedad por no haber embocado en las distintas oportunidades que tuvimos. Gol que dejaría al olvido lo desprolijos que fueron Vílchez y Ballón en el primer tiempo, que dejaría al olvido las dos ocasiones claras de Zanelatto gracias al taco de Barcos y pase filtrado de Cueva, gol que dejaría pasar por alto los dos intentos de cabeza por parte de Barcos (uno atrapado por el arquero y otro sacado al tiro de esquina con la uña), gol que "anulaba" el ‘blooper’ en contra, cuando justo antes veíamos un mal despeje de García, que sorprendentemente Binacional no aprovechó. Gol de Alianza que Barcos se la dedica al ‘rifle’ Andrade, tal como sugería esta humilde redactora.
Castillo (suelto un largo suspiro). No sé a quién tengo que agradecer la incorporación de Castillo, ni a quién tengo que agradecerle por su técnica o su coraje. Supongo que primero a Dios, como él siempre hace y a todo su entorno más íntimo. Castillo, nuestro 6, nuestro perro de caza, el primero en la lista a seguir y superar lo que Ballón hasta ahora nos ha entregado; nos daba la ventaja de manera temprana a los 8’. Ubicado de manera precisa por el lado izquierdo y pegando un 'izquierdazo' de larga distancia, hace que el envío se desvíe en algún defensa rival y cuelgue a su arquero. Gol en la portería de sur. Salta, Comando salta.
Se ponía fin a nuestra mesura, algunas veces desmedida por miedo a pecar de soberbios. Hoy por fin podíamos celebrar este primer paso en busca del ‘tri’, ese grito contenido de celebración salía en su máxima expresión. Esto no se nos podía escapar, no cuando todo estaba servido. ¡Somos campeones del Apertura 2023 a falta de dos fechas para terminar la Liga 1! ¡Inalcanzables! ¡Con un ‘walkover’ en la canasta y sollozos provenientes de la Videna! ¡Esto se celebra! ¡Más aún al ver las desalentadoras declaraciones de los 'cremas' luego de su partido en Cajamarca! ¡Ni ellos tenían duda de que ganaríamos!
La figura del partido
Barcos, sin ninguna duda. ¿Hay que decir más? No es casualidad que aparezca en la mayoría de las fotos de celebración de los goles de esta jornada. Busca la 'repe' del partido, Barcos volvía a sus inicios en Alianza, a ser el llamado a darnos otra alegría. La real jerarquía.
Próxima fecha
Que ya seamos campeones del Apertura 2023 de la Liga 1, no quiere decir que nos vayamos a desentender de lo que resta, si podemos seguir sacando puntos de ventaja en la tabla, aún cuando ya nadie nos puede alcanzar, se intentará. Todo suma para el acumulado. El próximo partido es contra ADT de Tarma, de visita. Viernes 2 de junio, en horario nocturno (como tooooda la programación que nos dieron en el Apertura) y en horario estelar (como merece la atención al más campeón, al único tetracampeón del fútbol peruano y el único más grande del Perú).
Esta crónica va dedicada a todos aquellos que, como yo, necesitamos este colchón anímico al cual aferrarse, para afrontar la complicada semana que viene.
¡Arriba Alianza, por siempre, para toda la vida, hasta el día en que me muera!
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