La fiesta a la que no pudimos ir

Alianza Lima 1 - Palestino 2

La fiesta más grande del continente a nivel de clubes sigue siendo esquiva para Alianza Lima. Nos sigue marginando de la forma más pútrida y humillante. Podría, tranquilamente, incluir en esta (des)calificación a todos los clubes peruanos, pero centrémonos en el nuestro, que es lo que importa. E importa, aún más, al dejar de ver por un momento la pobre expresión futbolística que el equipo ha venido mostrando, para encontrarnos con la fría pero usualmente certera estadística: Alianza Lima es, objetivamente, uno de los peores clubes de América (y tal vez del mundo) en materia de torneos internacionales. Y ese es un golpe que los hinchas no debemos tratar de evadir. Anoche, para variar, volvimos a caer, y aquí el resumen.

Escribe: Alejandro de Cotabambas.

Marginados: Alianza volvió a hacer un papelón en Copa Libertadores (Foto: Diario AS).

 Así alinearon/formaron:

Vía Soccerway.

Primer tiempo

Palestino salió agresivo y estuvo cerca de poner el primero. ¿Lo bueno? Que Alianza reaccionó rápidamente y empezó a inquietar a su rival, lo cual emparejó el partido. En ese tramo, la blanquiazul logró alterar el marcador (18') luego de un remate potente de Tomás Costa, que el portero Ignacio González terminó concretando con un grosero error técnico al momento del despeje. La idea de "aprender a cuidar el resultado" empezó a volar por mi mente, mientras recordaba las tantísimas veces en el año que nos empataron o voltearon marcadores. Lamentablemente, este partido no sería la excepción a la tendencia, pues 20 minutos más tarde, Palestino pondría cifras más justas al score. La jugada fue, en realidad, muy básica: pase filtrado hacia el extremo lateral, centro a media altura y la aparición del delantero, que anoche fue Tarifeño. Todo esto mientras la floja defensa íntima solo podía mirar y apenas perseguir a los chilenos. El primer tiempo acabaría sin mucho más que destacar.

Segundo tiempo

Con el ingreso de Rossel por Guidino, quedó muy clara la lectura de Víctor Reyes. ¿Acertaría en el cambio? Veremos. El cuadro visitante salió igual de decidido que en el arranque del partido, pero también decidió ponerle más pausa en el medio campo. Solo Cartagena podía frenar, aunque sea un poco, tanto derroche de comodidad. Pero él solo no se daba abasto. Alianza tuvo algunas ocasiones a través de pelota parada, algo en lo que, a cuenta gotas, venimos mejorando. Pero no era suficiente para vulnerar la buena disposición táctica del Palestino, que terminó liquidando el partido a los 9 minutos de iniciado el segundo período. A partir de entonces, Alianza sería poco más que una suma de inconexas voluntades. Ingresaron Cruzado por Costa y Ugarriza por Arroé, solo para confirmar que tampoco tenemos una banca tan esperanzadora. Los chilenos pudieron meter al menos dos goles más, y, sobre el final, Alianza tuvo la más clara a través de Affonso, que tras pase de Quevedo había quedado solo frente González, que sacó una mano espectacular para evitar la caída de su arco. Pitazo final. La fiesta continental continúa, pero, una vez más, sin nosotros.

Gracias a un blooper de González, Alianza anotó su segundo y último gol en la Libertadores 2019 (Foto: Diario AS).

Apreciaciones finales

¿Qué más decir sobre este Alianza? Supongo que no mucho más de lo que ya se ha dicho. Duele, y escribo ahora como hincha, ver al equipo siendo tan endeble por cada sector. No defiende bien, no recupera bien (si no fuera por Cartagena, aquí diría que el equipo ni siquiera recupera balones), no elabora bien y, lo poco que elabora, no lo concreta por falta de precisión en metros finales. Jugadores como Guidino, Riojas, Godoy, Costa, Fuentes, Ramírez y Cruzado, incluso Affonso, parecen haber llegado a un tope en los últimos dos años, experimentando hoy una evidente decadencia. Mientras que los que llegaron, a excepción de Cartagena (así haya bajado un poco su rendimiento en el último mes), no dan la talla, principalmente Arroé, que venía amagando mejoras en los últimos partidos, pero en líneas generales sigue siendo un fantasma. Felipe Rodríguez, que es más ganas que cualquier otra cosa. Rossel, que no demuestra por qué debe ser titular antes que Guidino, a pesar de que todos sabemos que es mejor (y eso es lo más desesperante). Beltrán, con sus falencias de siempre. Gallese, que aunque es un buen arquero no es ningún salvador de partidos ni de campeonatos, como lo fue Butrón en 2017. Ugarriza, que simplemente no debió llegar. Y así sucesivamente. Bastaría entonces con decir que los únicos jales que han rendido lo esperado, o poco menos de lo esperado, terminan siendo Cartagena y Manzaneda, y este último se nos ha lesionado. Con tan poca planificación y, para colmo, tanta mala suerte, la que parte desde la misma elección de nuestros rivales en Copa, esta catástrofe era solo cuestión de tiempo. 

¿Qué queda ahora? Pues, en vista de que los técnicos buenos e interesantes están todos con equipo (como es obvio), esperar a que un técnico "salve el año", y, como ya lo he dicho en mis redes sociales, ese tendría que ser Bengoechea. Después de todo, el plantel está armado prácticamente a su solicitud. Y vale considerar además que los actuales referentes del equipo (Butrón, Cruzado y Ramírez) guardan una estrecha relación con él. Guste o no, eso es lo que viene sucediendo en Alianza. Y me temo que no cambiará en corto plazo.

Próxima cita

Alianza Lima recibirá este domingo en Matute al Melgar de Arequipa, uno de los equipos mejor armados del medio. ¿Victoria y resurrección o derrota y alargue de agonía? Depende los que salten al gramado del Alejandro Villanueva. Ahí estaremos.

Pese a todo, ¡ARRIBA ALIANZA, CARAJO!