Alianza Lima 2 – Comerciantes Unidos 0
A veces se pierde, a veces se
gana. Es una de las leyes de la vida. Al escribir esta crónica no puedo evitar recordar
el año 2011 en que este espacio recién iniciaba y que justamente tocó escribir
las crónicas más amargas que haya podido escribir en esos años: las de los play-off del 2011 ante Juan Aurich.
Recuerdo haber estado, en aquel momento, sentado frente a la pantalla,
esperando que mi cerebro le dicte las palabras a mis dedos y estos escriban.
Pero no podía. Todo era silencio y reflexión. Todo tan distinto a la algarabía
y emoción que siento al escribir esta crónica, ahora sí con final feliz. Ahora,
escribiendo estas líneas, tengo tantas cosas por expresar, por desfogar, por
gritar al mundo. Como si la crónica publicada pudiera emitir vibraciones
sonoras a altísimos decibeles que digan que “SOMOS CAMPEONES”. Esta tarde, me
sobrepongo a la resaca de las celebraciones de ayer y escribo estas líneas con
toda la felicidad del mundo. Alianza Lima, el equipo de mis amores, venció 2 a
0 a Comerciantes Unidos en casa, en el Alejandro Villanueva de La Victoria, y
se coronó Campeón Nacional por vigésimo cuarta vez.
Escribe El Chiquillo
Fuente: Soccerway.com |
Alianza salió a la cancha con un
once similar, en táctica, al que salió a la cancha del Miguel Grau el miércoles.
La diferencia radicó en la zaga: volvieron Garro y Duclós a las bandas así como
Gonzalo Godoy a la zona central. El rival, por otro lado, no llegó a proponer
demasiado: su juego se limitó a replegarse, aprovechar la rapidez para los
contragolpes y poder enfriar el juego lo más que se pueda. Esto último lo
hicieron con mucha frecuencia en la primera etapa donde al menos en 4 oportunidades
tuvieron a jugadores tendidos a la espera de atención médica. Ante este planteamiento
del rival, Alianza abusó de los pelotazos al área; táctica que no resultaba
debido a que Pajoy no funcionaba con centro delantero, sino que recibía el
balón e inmediatamente era abordado por tres o cuatro defensas rivales. El
mayor daño se hacía al llegar a la línea del área y lanzar un centro o un disparo
al arco, el pelotazo no traía mayor peligro. Luego de una primera etapa en que
Alianza no creó mayor peligro que su rival, llegó el descanso, con la hinchada algo
impaciente puesto que, en Cusco, ya Garcilaso iba ganando y con esto se hubiese
forzado una final.
Segundo tiempo
Los primeros minutos de la
segunda mitad el trámite fue muy similar a la primera etapa: pelotazos al área,
poca inspiración de los volantes creativos y consumo excesivo de tiempo por
parte del rival. En este escenario, Pablo Bengoechea hace un cambio doble:
ingresa Kevin Quevedo para dar mayor movilidad por el extremo e ingresa Gabriel
Leyes, para aprovechar mejor los pelotazos al área. El partido pasado, ante la
San Martín, desde el estadio pude ver cómo el ingreso de Leyes dinamizó el
ataque, siendo clave para que se le marque a él en lugar de a Fuentes y
permitir el gol de cabeza que nos dio el 1-2 final. En ese momento pensé lo
mismo: si lo ganábamos, tenía que ser con gol de cabeza.
Y miren lo que son las cosas de
la vida. La primera pelota que toca Leyes en el partido fue de cabeza, de un
centro milimétrico de Aguiar y la tocó lo suficiente para que bote antes de la
línea del arco y entre a este a pesar del esfuerzo de Exar Rosales. Era un predestinado,
un tocado, como si estuviese escrito en algún lado. Quizá no borre las
actuaciones previas e infructuosas que tuvo, pero el tipo se metió en la
historia de Alianza con ese gol. Y si para ello no bastase ese gol, nos quedaba
el segundo.
Estalla Matute. Fuente: Perú21 |
La segunda y tercera pelota,
respectivamente, que tocó Leyes en el partido fueron un cabezazo y el rebote de
este que sirvió para poner el segundo gol de una tarde inolvidable. Vaya manera
de sacarse la sal, vaya manera de aportar a un club, vaya manera de decir “yo
también soy parte de este título”. Gabriel Leyes, el que nadie tenía, ponía los
dos goles para ganar el Torneo Clausura y el Campeonato Nacional. ¡Y pudieron
ser tres! Pero por querer colocarla lejos del arquero, el remate terminó saliendo
desviado.
Los minutos restantes fueron de
control de Alianza, no había ya más por hacer para Comerciantes y sus minutos
de quemar tiempo desaparecieron por arte de magia. Tuvieron alguno que otro remate
al arco, pero ahí siempre estuvo él, el número 1, Leao Butrón. Luego de los
tres minutos de tiempo añadido, la referee
asistente Silvia Reyes decretaba el final del partido, el final del Torneo
Clausura y el final del 2017 para Alianza Lima. Victoria en La Victoria.
Campeones Nacionales.
El mejor de la cancha fue…
Fuente: Perú21 |
Apreciaciones finales
Ya habrá de tiempo de analizar el
año de Alianza. No quedan ya más partidos y solo queda celebrar. Estos últimos
partidos los hemos ganado, como se dice, “a la uruguaya”, a puro empuje y huevos
cuando el talento tradicional aliancista no aparecía o no bastaba. Creo que era
lo que había que hacer y el responsable de esto tiene nombre y apellido: Pablo
Bengoechea. El profesor tomó la manija de un equipo con una presión bárbara
sobre la espalda y lo guio para ganar el título sin atenuantes. Un saludo especial
y agradecimiento especial para el profesor desde esta tribuna.
Y, al resto de ustedes, lectores,
hinchas, fanáticos, un gran abrazo de gol y abrazo de campeón.
¡SOMOS CAMPEONES!
La ley de la vida
Reviewed by Blog Íntimo
on
diciembre 04, 2017
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