Lo que define a Gustavo Costas como entrenador de fútbol es la elocuencia que  imprime en la zona técnica, 
para saberla trasmitir a sus jugadores. De alguna manera es el que manda.  Pero ligado a esto, hay otro hecho
que lo define muy bien, y no es oculta su forma de dirigir. Su algarabía,  la emoción y muchas veces la desesperación y desazón. Pero anímicamente es muy estable.
A lo largo de su carrera como DT. Ha tenido altos y bajos. Salió de su  Racing de siempre, pasando por algunos clubes y llegar al equipo del pueblo. Su gran carisma se robó el corazón de casi  todos los hinchas blanquiazules. Ya se instaló en la historia del  club, amén de los títulos que ganó con la blanquiazul, y también por ser el técnico que más partidos ha dirigido a nuestro amado club. Los números no engañan, 5 temporadas en el club,  arrojan un saldo de 2 campeonatos, 1 sub campeonato, un 3er lugar, y a lo largo del año, estamos en la cabeza. 3 participaciones  en la copa, con diferente resultado. La del 2010, aunque muchos lo quieran negar, devolvió a Alianza Lima, al ámbito  internacional.
Se han dicho muchas cosas del  popular "narigón" pero no podemos negar que siente mucho o más que un propio jugador, el amor por la camiseta. No  soy muy ligado a estudiar tácticas y cualidades de los jugadores, pero en gran porcentaje, creo que es un buen DT de  nivel. Desde el banquillo, se pueden ganar y perder los partidos, las instrucciones se suceden  en un encuentro, bien desde el saque, hasta  en los descansos. Pero se vive intensamente, y él lo sabe muy bien.
En 2010 tras la derrota en Lima, contra la U de Chile, ya todos dimos  por acabado el sueño. Pero él demostró que para ganar no hace falta ser el mejor DT del planeta (aunque la eliminatoria la perdimos  en Lima). Antes de la revancha en Santiago, él digo tajantemente: Vamos a Santiago por la clasificación. Y él cumplió, lo  consiguió. Sólo un momento de descuido, hizo que ese sueño se esfumara. Me saqué el sombrero ante él, aquella madrugada,  a pesar del dolor de la eliminación.
Ese mismo año rechazó una super oferta que le hizo ese mismo club, todo por  querer ganar algo más grande para nuestros colores. Esta semana se rumoreó fuertemente algo similar. Pero el mantiene  su decisión de seguir al timón del equipo del pueblo. Afortunadamente cuando equipo e hinchada van de la mano, el futuro  es óptimo. Y si el futuro decide que el señor Gustavo Costas, siga por mucho, espero que sean tiempos de triunfos y  glorias.
Señor Costas, muchas gracias por sentir nuestros colores, tanto como  nosotros. ¡Arriba Alianza!
 
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